Capítulo 57

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Dos maravillosas semanas habían pasado, Silvia se sentía realmente aburrida en casa sin hacer nada, de vez en cuando iba a la de su mamá a pasar el día o a la de su padre, Gerardo de su parte se lo pasaba trabajando pero aprovechaba cada momento para venir a visitar a su novia aunque Amaranta nunca la dejaba sola, ése día era uno de ésos días que vino a visitarla.

-AMA: deja de quejarte Silvia, por Dios.

Le dijo en un tono de desesperación, porque Silvia ya le tenía agobiada con sus quejas y sus paseos en la sala.

-SILV: tú no entiendes nada. (Decidió sentarse un rato en el sillón)
-AMA: pos no, porque ni me acuerdo el último día que he trabajado.
-SILV: ¿Ves? Es que cuando una trabajaba así en un proyecto y de repente se acabó todo es imposible no extrañar hasta a la que le maquillaba.
-AMA: bueno, bueno mejor cuéntame ¿vas a ir a ésa fiesta que te invitó tu cuñada?
-SILV: no había pensado en esto aún, pero creo que sí.
-AMA: ¿Entonces? ¿de verdad le creíste?

Silvia se paró otra vez y comenzó a pasearse.

-AMA: otra vez (echó un suspiro)
-SILV: me ayuda a pensar ¿ok?
-AMA: ok, ok, si tú lo dices señorita.
-SILV: bueno, la verdad no es que le creo a 100% pero ella me invitó en esa fiesta supuestamente para que yo vea que realmente quiere hacer las paces conmigo.
-AMA: ah bueno.
-SILV: Se me acaba de ocurrir una idea.
-AMA: ¿Cuál?
-SILV: qué te vayas conmigo.
-AMA: ¿Quéééé? Ni lo pienses.
-SILV: pero Ama, por favor, sólo acompañame sí, te juro que no tomaré nada de alcohol ¿sí? (Se arrodilló en frente de ella suplicándole)
-AMA: ya levántate, mejor, pídeselo a Fernanda.
-SILV: Fernanda anda de vacaciones.
-AMA: es cierto caray. Bueno, acepto.
-SILV: Yes! (Se levantó y empezó a brincar)
-AMA: pero sólo con una condición.
-SILV: lo que tú digas jefa.
-AMA: no nos vamos a quedar hasta el final.
-SILV: vale, vale.
-AMA: pero tengo una duda que no me deja en paz.
-SILV: ¿ajá? ¿cuál ahora?
-AMA: ¿Por qué ella no quiere que te vayas con Ger?
-SILV: lo mismo me pregunto, pero será porque ella y él no tienen una muy buena relación que digamos.
-AMA: mhhhh, ¿y vas a decirle a Gerardo?
-SILV: ella me pidió de no decirle nada.
-AMA: todo me parece tan raro, Silvia.
-SILV: bueno, lo importante es que estarás conmigo, así que tranquila ¿va?
-AMA: vale, y no le digas si estaré contigo.
-SILV: no, jamás.
-AMA: todo bien.

La alarma de la casa estaba sonando y Luisa fue a abrir dejando pasar a Verónica.

-AMA: Silvia, me voy, las dejo para que platiquen.
-SILV: vale Ama, te amo.

Se despidieron con un abrazo, después Silvia regresó a la sala donde Verónica la estaba esperando.

-SILV: ¿Cómo estás?
-VERÓNICA: bien, gracias a Dios ¿y tú, cuñada?
-SILV: bien.
-VERÓNICA: ¿Y qué dices? ¿mañana te puedo pasar a buscar para irnos a la fiesta juntas?
-SILV: ¿Qué fiesta es realmente?
-VERÓNICA: es una fiesta de un amigo muy querido por mí, así aprovecharé para que conozcas todos mis amigos.
-SILV: ¿en dónde era?
-VERÓNICA: en un restaurante llamado Rico sabor.
-SILV: yo conozco ese restaurante, así que puedo irme sola.
-VERÓNICA: no te voy a presionar ¿me puedes enseñar que ropa vas a usar?
-SILV: ¿Por qué?
-VERÓNICA: ay Silvia, cúantas veces tengo que decirte que yo solo quiero una amistad contigo, nada más.
-SILV: vamos entonces.

Entraron a la recámara, efectivamente después de probar muchos vestidos, La misma Verónica le ayudó a decidirse por un vestido bien elegante pero bastante corto.

-SILV: ¿no es demasiado corto?
-VERÓNICA: no voy a negar que es muy corto pero, es muy lindo.
-SILV: vale, entonces. ¿quieres beber algo?
-VERÓNICA: no, ya me iba porque tengo que pasar por Valentina a su escuela, nos vemos mañana, te quiero.

Silvia se despidió de ella y después llamó a Gerardo.

-GER: pasa algo mi cielo.
-SILV: no, yo solo quería escuchar tu voz.
-GER: ¿estás segura que todo anda bien?
-SILV: sí mi amor ¿cuándo nos vemos?

Silvia estaba realmente nerviosa, no sabía si decirle la verdad a Gerardo pero de repente el pacto que hizo con él aquel día en la playa le llegó a la mente.

-GER: amor, ¿sigues ahí?
-SILV: ah..ah...Sí, aquí estoy.
-GER: en serio, ¿te sientes bien?
-SILV: bueno mi corazón, tengo algo que decirte pero ahora yo sé que estás trabajando...
-GER: más tarde, pasaré allá para que me cuentes todo ¿vale?
-SILV: ok mi amor.

Eran las 10 de la noche cuando Gerardo llegó todo cansado a la casa de su novia, Silvia tuvo la idea de darle un masaje en los hombros mientras le iba contando todo.

-SILV: no sé por dónde empezar.
-GER: mhhh
-SILV: bueno, se trata de tu hermana.
-GER: ajá.
-SILV: ella me invitó a una fiesta.
-GER: ¿Ah? ¿desde cuando?
-SILV: desde hace una semana.
-GER: ¿Y no me dijiste nada?
-SILV: ella me lo prohibió, pero tampoco había decido si me iba o no.
-GER: ¿entonces?
-SILV: entonces, déjame terminar, bueno, yo voy a ir pero con Amaranta.
-GER: y ¿por qué no conmigo?
-SILV: porque sabes como es tu hermana Ger, pero la verdad yo sólo te lo digo porque no quiero sorpresas, secretos entre nosotros.
-GER: bueno amor, sólo tú te me cuidas por ahí.
-SILV: sí, te lo prometo, uf! Estás cansado.
-GER: no te lo voy a negar.
-SILV: tómate un baño y después acuéstate

Le dio un beso chiquito, después lo jalo hacia el cuarto, ella misma lo desnudo y lo dejo bañar, después de bañarse, Ger puso su pijama y se dejo caer en la cama hasta quedarse completamente dormido.
Silvia que miraba la escena, lo arregló en la cama, cogió una sábana y lo cubrió con ella, después se sentó a su lado acariciando su cara mientras le estaba susurrando
-SILV: estás muy cansado, duérmete mi hermoso.

Le dio unos cuantos besos en la mejilla después se acostó a su lado hasta quedarse completamente dormida.

Verónica acababa de dormir a Valentina cuando estaba a punto de dormirse la alarma de su celular no le dejó, toda molesta se levantó y cogió la llamada.

-VERÓNICA: ¿Qué pasó Paola?
-PAOLA: ¿Cómo qué pasó? No me dijiste nada.
-VERÓNICA: pero te llamé y no cogiste ninguna de las llamadas.
-PAOLA: perdón, yo estaba ocupada, díme rápido todo.
-VERÓNICA: pos sí, ella va a ir, logré convencerla y va a venir con un vestido rojo muy corto.
-PAOLA: ¿y va a venir contigo?
-VERÓNICA: no, va a venir sola pero me prometió que ella estará muy puntual.
-PAOLA: excelente, así que...
-VERÓNICA: ¿Cuántos son?
-PAOLA: son dos.
-VERÓNICA: ¿dos?
-PAOLA: sí, uno para que haga el trabajo para mí y el otro para ti (Le salió una carcajada)
-VERÓNICA: pero ¿uno no es suficiente?
-PAOLA: deja de ser miedosa, todo saldrá bien, ya verás, deja el resto en mis manos.
-VERÓNICA: bueno, buenas noches.
-PAOLA: buenas noches Veroniquita, sueña con el día perfecto que será mañana.
-VERÓNICA: lo mismo espero, chao.

Colgaron y con una sonrisa nerviosa, Verónica regresó a acostarse.

Atrévete a querermeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora