Atrévete a quererme

Capítulo 51

Unos besos y un olor delicioso despertaron a Silvia.

-SILV: ¡Mi amor! Qué detallazo.
-GER: para la princesa más hermosa (La besó otra vez y se sentó en la cama cerca de ella)
-SILV: desayuno en la cama, mhhh, me encanta (Se sentó para responderle al beso)
-GER: ésa era la idea ¿y te gusta la rosa? Es tan hermosa, no cómo tú porque no hay rosas que te puedan igualar en la belleza!

Silvia cogió la rosa que se encontraba cerca del desayuno para olerla.

-SILV: huele tan rico (suspiró) gracias mi amor, gracias por hacerme sentir como una reina...
-GER: ¡eres una reina!
-SILV: no sé como agradecerle a Dios de haberte puesto en mi vida y hacerme tan feliz ¿de verdad eres real?

Ger se inclinó para poder darle un beso con mucha ternura respondiendo a su pregunta.

-GER: sí, soy real mi cielo y tú eres mi mayor felicidad, mi mayor tesoro y mi mayor riqueza en la vida, gracias por iluminarme con esa luz única que tienes.

Con lágrimas en los ojos Silvia se fundió entre sus brazos abrazándolo muy apretado haciéndole sentir cuánto lo amaba aunque la grandeza de éste amor que tenían un simple abrazo o un simple beso no lo podía definir.

Varias semanas habían pasado, las grabaciones de Amor Bravío cada vez se estaban volviendo más intensas, la novela ya estaba en capítulos finales, Silvia se sentía muy orgullosa de ser la protagonista de ésta exitosa novela la cuál le ha dado un plus a su carrera, el NT había crecido mucho más y ella se enamoraba de cada regalo que le hacían llegar por adelantado para su cumpleaños que era al otro día.

Esa noche antes de dormir, como siempre hablo con Gerardo por teléfono y después se puso a pensar en muchas cosas, ella se negaba a creer que ya  ya iba a cumplir 32 años ¿quién iba a creerlo? Me acuerdo cuando yo era una niña y me gustaba hacer muchas travesuras, cuando mi única preocupación era que mi papá se enterara que yo tenía novio...una lágrima nostálgica cayó de sus ojos y entre miles de pensamientos más lentamente se quedó dormida.

Eran las 10 de la mañana cuando la alarma de la puerta la despertó, muy rápido se levantó de la cama y fue a abrir.

-SILV: ¿Qué es? (Preguntó ansiosa queriendo saber que tenía Amaranta en sus manos)
-AMA: pero Silvia, hoy es tu cumpleaños y aún así ¿seguías durmiendo? No tienes perdón de Dios.
-SILV: ay mana, es la costumbre Jajaj

Ama puso el regalo en la mesa para abrazarla

-AMA: ¡Feliz cumpleaños mi amiga! Qué Dios te bendiga siempre, ya sabes cómo y cuánto te amo.
-SILV: ay Ama, muchas gracias, no sabes cuánto te agradezco de siempre estar cuando te necesito.
-AMA: ¿Y qué, hoy dónde la vas a pasar? (Se apartó de sus brazos y fue a sentarse junto a ella)
-SILV: ay mana, no sé, mi novio ya me invitó a un restaurante por ahí pero la cita es a las 5 no sé...

No había terminado la frase cuando la alarma de la puerta ya estaba sonando otra vez, Luisa fue a abrir ya que ella estaba ocupada.

-HOLAAAA

Silvia escuchó una voz de niña que venía acercándose, giró la cabeza y efectivamente era Valentina que venía acompañada de Fernanda, se paró y se dirigió hacia ellas, pero Valen ya estaba entre los brazos de Silvia, mientras que Fer la saludó y fue a saludar a Amaranta.

-SILV: princesa, qué sorpresa, no lo puedo creer ¿qué haces aquí?
-VALEN: vengo a pasar el día contigo.
-SILV: pues, déjame decirte que tu tía ya me dio el regalo.
-VALEN: pero ¿sigues en pijama? (Le preguntó en un tono de burla y las otras chicas se pusieron a reír)
-SILV: pues sí princesa, qué pena pero era porque...ash! La verdad no tengo explicación Jajaj mejor me voy a tomar un baño ¿va? (La bajo al piso)
-VALEN: vale, y mira lo que me dio papi para ti (sacó una carta en su mochila y se la dio a Silvia)
-SILV: gracias amor (La cogió y llamó a Luisa)
-LUISA: dígame Silvia.
-SILV: me vas a hacer el favor de ofrecer a mis mujeres bellas un desayuno bien...
-FER: pero si ya desayunamos Silvia, bueno, no sé si Ama...
-AMARANTA: yo también Silvia, mejor un jugo y ya, mientras te esperamos.
-SILV: bueno, dales un jugo de naranja y a Valen una choco rica.
-LUISA: vale, ahora mismo.

Silvia fue a su cuarto, se desnudó y entró al baño, después de cepillarse, cuando estaba a punto de entrar a la ducha se acordó de la carta, se dio la vuelta para ir a buscarla en la cama, una vez sentada, la abrió y la comenzó a leer en voz baja.

"Hoy, 14 de septiembre, puedo gritarle a los 4 vientos que Dios es perfecto, y si una persona me escucha lo más probable es que me pregunte ¿Por qué lo dices con tanta fuerza? Yo con una sonrisa le contestaría, si Dios no era perfecto nunca uniría a Doña Silvia y Don Luis para que un día como hoy naciera una reina en este mundo, y digo reina porque esto es lo qué es, sí, una reina que no tiene corona pero su gran corazón y su humildad lo han demostrado, Dios es perfecto porque decidió enviar a un ángel a esta tierra aunque lo envió sin alas para que nadie sospechara, Dios es perfecto porque no solamente le regaló un gran corazón, una belleza por dentro, también le regaló una belleza exterior  incomparable, unos ojos verdes hermosos, una sonrisa tímida pero detrás de ella hay una paz increíble, un cuerpo que es envidiable por miles de mujeres, Dios es perfecto porque la hizo única y decidió que se llamará Silvia Navarro y llegar a mi vida para que le llenara de mucha luz, así es reina, quiero desearte un muy feliz cumpleaños, gracias por siempre estar, gracias por ser como eres, lo único que quiero es verte siempre feliz, eres la creación por la cual la gente dice que "Dios es realmente perfecto" te amo mucho y así será siempre"

Después de leer, Silvia no podía controlar sus lágrimas, ella había imaginado a Ger diciéndole todo, había sentido cada palabra, cada frase "Yo también creo que Dios es perfecto y real, porque existes tú" murmuró entrando a la ducha para darse un baño y después salir a encontrarse con las chicas.