Atrévete a quererme

Capítulo 32

-VERÓNICA: tienes que hacer algo para reconquistarlo.
-PAOLA: ¿tú pidiéndome de reconquistar a tu hermano? ¿qué te está pasando?
-VERÓNICA: yo sé que cuando andabas con él no me gustaba mucho su relación pero era porque... Ash, lo harás ¿sí o no?

Paola se paró y comenzó a pasear en la sala.

-PAOLA: obvio que lo haré pero antes, tienes que decirme para qué quieres que tu hermano y yo seamos novios.
-VERÓNICA: porque tiene una perra como novia y me cae muy mal. (Se levantó acercándose a ella) por favor te lo suplicó, tengo que hacer algo para separarlos y me vas a ayudar.
-PAOLA: ok, ok pero antes dime ¿Quién es esa?
-VERÓNICA: se llama Silvia Navarro, es actriz.

Paola se quedó plasmada al escuchar el nombre de Silvia y le contestó

-PAOLA: ¿Gerardo con esa actriz? Definitivamente yo te voy a ayudar.

Verónica corrió a sus brazos para abrazarla y Paola con una sonrisa muy falsa respondió a su abrazo.

-VERÓNICA: tenemos que brindar para que nos ayude a pensar..(dijo retirándose de sus brazos)

-PAOLA: por favooor
-VERÓNICA: voy por más tequila.

Ella fue por dos tragos de tequila y le dio uno a Paola mientras que en su otra mano tenía el otro.
-VERÓNICA: brindó por nuestro nuevo plan (Levantó su trago)
-PAOLA: brindó por mi nueva socia.

Las dos brindaron entre carcajadas.

En la casa de Silv todo pasó de maravilla, su papá fue un encanto con Ger, sus hermanos y su madrastra igual, así que ella era más que feliz saber que su relación era oficial aunque solo faltaba una cosa...Sólo faltaba que él se la presente a su familia.

Los dos quedaron solos con Luisa que estaba limpiando los desórdenes mientras que ellos estaban en la sala.

Silvia estaba sentada en las piernas de Ger, rodeaba su cuello con sus manos y le llenaba de besos sus labios mientras que él rodeaba su cintura con las suyas y respondía tiernamente a sus besos .

-GER: wow! Tu familia es lo máximo, ahora veo porque saliste así tan única.
-SILV: son unos locos ¿verdad? Jajajaj
-GER: sí, pero se ve que esos locos son capaces de darte todo con tal de verte feliz.
-SILV: eso sí, sigo siendo la princesa de mi padre....
-GER: ¿Cómo fue tu infancia amor?

Con la cara triste Silv bajó la mirada, suavemente Ger cogió su cara para que ella lo mirara fijamente.

-GER: ¿por qué esta cara?
-SILV: porque mi infancia fue muy difícil Ger, y recordarlo me pone así.
-GER: puedes confiar en mí princesa, estoy contigo
-SILV: crecí con mi papá porque mis padres se divorciaron cuando tenía 7 años de edad y como todas las niñas no me gustaba esa vida de madrastra sabiendo que mi verdadera mamá estaba en otro lado y que yo tenía un hermanito...

Unas lágrimas comenzaron a deslizar en su rostro, las cuáles Ger se secaban con mucha delicadeza para seguir escuchándola.

-SILV: por eso he sido muy traviesa y muy rebelde, la pasaba peleando con mi madrastra, muchas veces me he sentido sola, la soledad era mi única compañía, mi papá se lo pasaba en su trabajo y cuando regresaba por las noches siempre lo recibía con una sonrisa escondiendo todas esas penas y esas lágrimas, un día decidí buscar la felicidad que quería teniendo novios aunque mi papá era muy celoso no me importaba porque ellos me invitaban a salir, a pasarla bien, y por culpa de las peleas constantes con mi papá llegué a escapar de mi casa dos veces...

Su voz se apagó ahí y apoyo su cabeza al hombro izquierdo de Ger con lágrimas en los ojos. Él mientras tanto acariciaba su espalda muy suavemente

-GER: wow! Sí tienes razón, tu infancia no fue nada fácil, pero eso sí, estoy dispuesto a regalarte toda esa felicidad que la vida te ha robado.
-SILV: sí Ger por todo eso es que no quiero traer hijos a este mundo mucho menos casarme...

La cara de Ger se transformó al escuchar esas últimas palabras, la jaló de inmediato para mirarla fijamente.

Silvia estaba asustada "Dios, ¿qué hice? Soy una tonta, ahora voy a perder al hombre de mi vida por culpa de mis tonterías, tenía que esperar un poco más para decirle eso y no de esa forma, soy una imbécil" pensaba ella con una cara triste, con los ojos hinchados bajo su mirada, era incapaz de mirar a Ger a los ojos.