Capítulo 5

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Ambas me guían hasta un lindo auto deportivo rojo del que no reconozco la marca y Terrie me pide que vaya en el asiento del copiloto.

- Pero, ¿qué...- Avril enarca una ceja y mira con una mueca a Terrie - no pensaras conducir tú, ¿o sí?

- Ah, ¡por favor! soy la mejor conductora.- Responde ella y nos guiña un ojo antes de entrar al auto.

Avril va en la parte de atrás inclinada hacia el medio. Terrie enciende el auto y la radio, me pide que presione un botón y empieza a sonar una canción de Bruno Mars.

Cinco minutos después Avril y yo estamos gritando al unísono.

- ¡Terrie, frenaaa!

- Casi lo logramos.- Ella señala hacia el frente, el semáforo estaba a punto de cambiar a rojo y ella juraba que alcanzábamos a pasar. 

- La próxima vez que maneje Avril.- Digo suspirando aliviada al llegar al edificio, las miro y tres segundos después, nos estamos partiendo de la risa.

- Adiós, chicas. Gracias por traerme, nos vemos luego.- Les clavo un beso en la mejilla a cada una y luego me bajo del auto.

Estaba a punto de entrar pero luego decido no hacerlo. Iré a ver la universidad, ya he perdido mucho tiempo.

Camino algunas cuadras y veo a lo lejos la grandiosa Universidad De California Los Ángeles. Cuando llego a una de las entradas, sonrío adentrándome en el inmenso campus. Veo a algunos estudiantes sentados en diferentes espacios verdes con libros en su regazo o una laptop. Hay muchos edificios y alcanzo a leer en uno de ellos que dice "Facultad de Literatura", genial. A lo lejos veo otro, "Facultad de Medicina", allá voy. 

De repente choco con alguien.

- Lo siento mucho, es mi culpa, lo siento.- Un chico pelinegro  y delgado, luciendo una bata blanca, clava sus resplandecientes ojos grises en los míos y me mira apenado.

- No... pasa nada, he sido yo.- Contesto.

- Perdona, soy un poco despistado, ¿cómo te llamas? ¿eres nueva aquí?

- Je...- Iba a decirle mi nombre, pero en vez de eso me interrumpo a mí misma con una aclaración de garganta y continúo. - Empiezo clases el lunes.

- Vaya, buena suerte, te gustará. Por cierto, soy Bruno.- Su acento es extraño, pero de algún modo me agrada.

- Bruno, yo soy Jessica.- Ahora sí me presento.

- Jessica, un gusto haberme chocado contra ti y haberte conocido.- sonríe de lado - espero volverte a ver el lunes, hasta luego.

Antes de volver al departamento, recorro algunos pasillos, aulas y finalmente, la biblioteca.

De regreso, me doy cuenta de que cerca del edificio hay un supermercado, así que decido entrar a buscar comida para el resto de la semana.

Termino con cuatro fundas repletas de comida y bebidas y me las arreglo para caminar con todas ellas hasta el departamento. Al llegar, acomodo todo en la nevera y camino hacia mi habitación, estoy agotada y quiero dormir. Me saco los zapatos como puedo y me recuesto boca abajo sobre la cama, pocos segundos después, todo lo veo negro.

Inesperadamente EnamoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora