Capítulo 24

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Jess

Todos están de acuerdo en ir a mi departamento, por lo que a penas llegamos, subimos y los hago pasar.

- Voy a vomitar.- Avisa Emma antes de salir disparada hacia el baño de la sala.

Mientras tanto, le doy papel higiénico a Jake para que lo sostenga en su nariz sangrante.

Dallas empieza a reír y Jake y yo lo miramos incómodos.

- ¿De qué te ríes? - Le pregunto.

- De lo furiosa que te pusiste cuando sacaste a Emma de la pelea, no sabía que te veías tan graciosa enojada. - Se vuelve a reír.

- Creo que está muy borracho porque jamás lo había visto tan feliz.- dice Jake y muerdo mi labio inferior para reprimir una sonrisa.

Emma regresa y parece sentirse mejor. Se sienta junto a Jake y de pronto recuerdo que mi vestido aún esta mojado al igual que el de Emma, aunque a ella parece no importarle mucho.

Dallas se acerca a la ventana y se apoya en ella mientras yo camino por el pasillo para ir a mi habitación y cambiarme de ropa.

Intento quitarme el vestido y reniego cuando recuerdo que tiene la cremallera por la espalda. Me hago un moño para evitar que me estorbe el cabello y volverlo a intentar.

No lo logro.

Por alguna razón, mis ojos se dirigen hacia el espejo de la habitación y capto a Dallas de pie en el marco de la puerta.

- ¿Necesitas ayuda?- quisiera decirle que no pero sí la necesito - ¿puedo?

- Adelante.

Se acerca a mí y me pongo de espaldas para que pueda bajar el cierre. En cuanto lo hace le pido que se de vuelta y me coloco la pijama tan rápido como puedo.

- Creo que me gustas más en pijama.- Susurra mientras gira hacia a mí otra vez y no tardo nada en sonrojarme - no deberías tener vergüenza.

Me mira fijamente y ya es muy tarde cuando caigo en cuenta de que está demasiado cerca de mí.

- No sólo me gustas en pijama - continúa - me gustas siempre.

El sonido de su voz susurrándome al oído hace que se me erice la piel y cierro los ojos con fuerza. Dejo pasar unos segundos y cuando los vuelvo abrir, sus ojos verdes siguen mirándome con la misma intensidad. Mis brazos empiezan a rodear su cuello y tiro de él para quedar a la misma altura.

Nos toma por sorpresa a ambos que la que empieza un beso esta vez, soy yo.

Su sonrisa interrumpe el maldito beso insuficiente y me dan ganas de besarlo con más fuerza. Tenerlo tan cerca de mí me hace perder la cabeza. La sensación es maravillosa, nuestros labios encajan sin dejar espacio entre ellos y se sincronizan en un baile al que aún no logro acostumbrarme. Su cuerpo se pega más al mío y mis caderas chocan con las suyas. La pared no nos deja caminar más hacia atrás y entonces lleva sus manos a mi espalda baja. El beso se intensifica y dejo que su lengua explore mi boca. Nos separamos un segundo para tomar aire pero nos volvemos a unir de nuevo, mis pies dejan de tocar el piso y se enredan en la cintura del hombre que tengo frente a mí. Sus dientes empiezan a juguetear con mi labio inferior y suelto un ligero gemido cuando lo escucho gruñir al intentar quitarme la blusa. Estiro mis brazos hacia arriba para que lo pueda hacer y pego mi espalda a la pared. Sus ojos verdes observan mi piel mientras tira mi blusa al suelo y con su cuerpo presionando el mío me sostiene levantada mientras se quita la camiseta. Cuando la tira al suelo junto a la mía, toma entre sus manos mis piernas mientras tiro de su cabello inconscientemente al sentir cómo me carga hasta recostarme sobre la cama. Siento sus manos tirar del pantalón de mi pijama hacia abajo hasta que los quita por completo.

Su dedo índice empieza a recorrer mi cuerpo de arriba abajo y me estremezco. Mis ansias aumentan cuando siento las manos de Dallas bajar al filo de mis bragas, no me doy cuenta de lo quiere hacer hasta que pasa sus manos por debajo de mi espalda para levantarme un poco y así poder quitármelas.

- No.- le tomo de la mano - detente.

- ¿Sucede algo? - Pregunta sosteniendo todo su peso en los brazos para no aplastarme.

- Lo siento, no puedo.- Me deslizo hacia un lado y me pongo de pie mientras me vuelvo a poner mi pijama.

Miro de reojo a Dallas y está buscando su camiseta en el suelo. Su abdomen perfecto es una distracción inevitable. Sacudo la cabeza un poco para borrar la imagen de mi mente y empiezo a caminar por el pasillo. Entrecierro los ojos al ver a mi primo Jake y a Emma besándose, no sé que hay entre los dos o qué pasó pero estoy segura de que no se conocieron esta noche, ocultan algo.

Me adentro en la cocina y me sirvo un vaso de agua. De pronto, se escucha un portazo y frunzo los labios para evitar que salgan lágrimas de mis ojos. Sé que Dallas se fue.

Entiendo que quizás lo corté muy abruptamente, pero no estoy lista para hacer algo en lo que él es experto. Dejo el vaso en el lavaplatos y me voy corriendo a mi habitación antes de que Emma y Jake me pregunten qué pasó.

Un par de minutos más tarde, ambos se despiden de mí y cada uno se va a su departamento... creo.

Me acuesto debajo de las cobijas para intentar conciliar el sueño pero hay algo que no me deja dormir.

- A Dallas le gusto.- Susurro para mí misma. 

Inesperadamente EnamoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora