Capítulo 22

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Jess

Despierto y me siento lista para mi segundo día en la universidad. Esta vez llego antes así que decido ir a la cafetería a tomar algo. 

- Hola, ¿podrías darme una de esas donas glaseadas y un café?- Le pido a Jazmín, la chica de ayer y ella asiente con amabilidad. 

- Lo mismo de ayer.- Comenta mientras me entrega el cambio y le sonrío. 

- Sí. Jazmín, ¿no? - sonríe - soy Jessie. 

- Un gusto, Jessie. Ya te sirvo. 

Me siento en una de las mesas y espero con calma a que esté listo mi pedido, como no es un pedido muy elaborado, en un par de minutos ya está sobre mi mesa. En cuanto termino de comer, me dirijo a mi clase. Saludo a Bruno, quien ya se encuentra sentado en el mismo puesto de ayer y me siento a su lado, conversamos un poco antes de que llegue la profesora y se asegura de que no me haya olvidado de nuestro almuerzo de hoy. Al terminar la clase, nos despedimos y lo veo perderse en uno de los pasillos.

Es bastante guapo. 

- ¿Qué miras? - Me sobresalto al escuchar la voz de Dallas a mis espaldas.

- ¿Te importa? - Lo miro molesta y empiezo a caminar. 

No me sigue, por suerte. Me dirijo a mi siguiente clase y mientras tanto, me llega un mensaje de Emma preguntando si almorzaremos juntas hoy, le cuento que iré con bruno y antes de entrar a la clase alcanzo a leer:

¨Perfecto, los espero en el estacionamiento, en el mismo lugar de ayer :)¨

Me llevo una mano a la frente, ¿acaba de auto invitarse? 

Las siguientes cuatro clases que tomo me aburren tanto que no presto atención a ninguna. Al terminar la última, salgo soltando un profundo suspiro y a lo lejos observo a Bruno, esperando por mí. 

- Hola, otra vez - saludo - ¿te importa si se nos une una amiga?

- No hay problema.- Sonríe. 

Empezamos a caminar y no puedo evitar mirarlo de reojo. Sus rizos moviéndose con el viento es una imagen que toda chica quisiera admirar y sus ojos resaltan a la perfección con su bronceado tono de piel. ¿Recuerdan el acento? Resulta que Bruno es italiano. 

Llegamos al estacionamiento y Emma ya está ahí. Los presento y no tardan nada en poner tema de conversación. Me agrada que al menos los tres nos podamos llevar bien. El auto se empieza a mover hasta que encontramos un "All you can eat"

De pronto me llega un mensaje de Terrie. Mi celular no para de sonar desde que llegué a esta ciudad. 

¨Guapa, ¿dónde estás? ¿almorzamos juntas? Estoy con Avril.¨

Dudo un poco en responderle o no pero termino haciéndolo. Decido no contarle a Bruno ni mucho menos a Emma, espero que ninguno lo tome mal. En cuanto respondo el mensaje, me uno a la plática sobre los planes para el fin de semana mientras escogemos lo que queremos comer de las bandejas. Nos toma un buen tiempo estar listos para comer y cuando por fin nos sentamos en la mesa, Terrie y Avril atraviesan las puertas del restaurante. 


 - ¿Jess?- Me mira Emma. 

- ¿Jess?- Me mira Terrie. 

Olvidé decirle que estaba con Emma y Bruno. 

- Hola.- Digo con timidez y todas las miradas están sobre mí. 

- ¿Te conozco de algún lado? - Avril se dirige a Bruno y me doy cuenta de que ha empezado a coquetearle. 

- Bruno, ellas son Avril y Terrie.- Los presento con el propósito de cambiar de tema. 

- Un gusto.- Dice Terrie y enseguida se une Avril.

- El gusto es mío. 

Volteo hacia Emma y ella me fulmina con la mirada. 

Me disculpo con las chicas por tener que sentarnos en mesas separadas y ellas no lo toman tan mal. Se van a escoger su comida y me quedo a solas con Emma y Bruno de nuevo.

- No puedo creer que las hicieras venir. 

- Emma, no seas inmadura, ¿por qué te comportas así?

Se limita a devorar su comida y noto la incomodidad de Bruno. Volteo hacia la mesa de Avril y Terrie, hay un chico sentada con ellas. Sus ojos casi amarillos me erizan la piel, sus músculos bien tonificados y su parecido a Shaw Mendes me llaman mucho la atención. Amigo suyo, supongo. No pasan ni cinco minutos y el chico se levanta y se va. Frunzo el ceño, tal vez solo se acercó para saludarlas.

- ¡Ay por Dios! - Terrie se pasa las manos por la cara con emoción y Avril sonríe con nerviosismo.

-¿Por qué dijiste eso? ¡Puede ser un secuestrador! - Avril le dice a ella y se ríen.

- Jessica.- Bruno agita su mano frente en mi cara y sacudo la cabeza con vergüenza - ¿en qué pensabas?

Me concentro en mi comida.

- Pensaba en irse a la mesa de sus amigas.- Espeta Emma.

- ¿Es en serio?- Me echo a reír y unos segundos después ella también.

Terminamos de comer y esperamos a Terrie y a Avril. Salimos del restaurante y empezamos a charlar un poco.

- Un desconocido se nos acercó.- Avril empieza a contar.

-Sí, pero desaprovechamos la oportunidad. Se desilusionó totalmente cuando le dijimos nuestra edad.- Terrie hace una mueca de decepción.

- Pero tienen dieciocho.

-Sí, pero él era mucho mayor.- Añade Avril.

Me doy cuenta de que es hora de irme así que me despido. Regreso con Emma y Bruno antes de asegurarles a mis otras dos amigas que las veré en la fiesta de hoy. Diez minutos después dejamos a Bruno en su casa y Emma y yo volvemos al edificio. 

Patrick nos saluda entusiasmado en cuanto llegamos y nos desea buena suerte en la fiesta. Subimos a mi departamento y empezamos a arreglarnos un poco. 

- Este me gusta.- Emma escoge un vestido color amarillo chillón de mi armario que la verdad, nunca me he puesto por lo sensual que es. 

- Póntelo.- Le digo sonriente y ella chilla mientras entra al baño.

Busco entre todas mis cosas y encuentro un vestido celeste, no muestra tanto así que me decido por ese. Es apretado en la parte de arriba y se vuelve más flojo de la cintura para abajo, no es ni muy alto ni muy bajo, es perfecto. Me quito toda la ropa y me coloco el vestido; me miro en el gran espejo y sonrío mientras acomodo un poco mi cabello.

- ¡Estás preciosa! - Grita Emma al salir del baño y cuando la miro, la preciosa no soy yo.

- Definitivamente tú lo estás más, Em.

Decido hacerme unos rulos perfectos en las puntas, me delineo los ojos, rizo mis pestañas y las remojo en rímel. Emma se encarga de las sombras, el rubor y al final, pinto mis labios de color rojo vino. Emma también se maquilla, ella es mucho más linda que yo, es la clase de chicas que aunque no queramos, siempre envidiamos. 

Cuando miro al reloj, el tiempo se nos ha pasado volando, son casi las seis y media y la fiesta empieza a las siete. Salimos del departamento y bajamos a la primera planta. Patrick se queda con la boca abierta al vernos y me ruborizo. Estoy segura de que Emma también.

- Están muy guapas. Van a dejar a todos con las mandíbulas en el piso.- Sonríe. 

- Patrick, no olvides nuestra salida de mañana.- Le recuerdo antes de desaparecer por el camino que guía al estacionamiento. 

- No lo he olvidado, princesa.- Mis mejillas arden al escuchar la palabra "princesa" y agradezco que ya no me está mirando. 

Emma me pregunta si puede ir también y asiento contenta, su compañía es muy agradable, no me molesta ir con ella a todas partes.

Esta noche la pasaremos bien, lo sé. 

Inesperadamente EnamoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora