Capítulo 7

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- ¡Ya voy! - Grito con fuerza mientras me levanto de la cama a regañadientes.

Son las tres y cuarenta y cinco de la madrugada y alguien se ha tomado la molestia de venir a tocar el timbre como psicópata a estas horas. Vuelven a tocar el timbre por décima vez y gruño furiosa mientras me acomodo las pantuflas.

- ¡He dicho que ya voy!

Cuando abro la puerta me encuentro a Avril llorando mientras agarra a Dallas del brazo intentando mantenerlo de pie. 

- ¿Pero qué...?

- Ayúdame, Jessie. Dallas se metió en una pelea, estaba muy borracho y le dieron una paliza, está sangrando mucho, ¡por favor!- Suelta entre sollozos aguardando una respuesta.

- Pa... pasa.- Tartamudeo y abro más la puerta para dejarlos entrar, ya no hay ruido.

Ayudo a Avril a llevar a Dallas hasta el sillón, le agarro con una mano del brazo derecho y con la otra de la espalda y Avril hace lo mismo con el brazo izquierdo. Él parece un títere, está tan borracho que casi no puede mantenerse de pie. Cuando logramos hacer que se siente en el sofá, miro con el ceño fruncido a Avril y le hago una de las tantas preguntas que se me están pasando por la cabeza.

- ¿Por qué no fuiste al departamento de Terrie?- El enojo de mi voz puede notarse claramente. 

A nadie le gusta que me levanten a las tres de la madrugada.

- ¿Crees que no lo intenté? Jessica, no sé dónde está metida ni ella ni los demás, los vi observando la pelea, pero estaban todos demasiado ebrios como para ayudar ¿comprendes? - continúa - los únicos que no perdieron la cabeza fuimos Brown y yo, el me ayudó a separarlo de la pelea pero luego se fue a buscar a Megan que estaba metida en otro lío.

- ¡Déjenme en paz! ¿Megaaan? Creí que te fuiste con ese tipo del... - Dallas se interrumpe, arrastra las palabras sin dejar de mirarme y enarco una ceja. 

- ¿Por qué estás mirándome?- Me apunta con su dedo índice y no puedo evitar reír.

Me dirijo hacia el baño y agarro mi botiquín, siempre estoy lista para las emergencias. 

Lo tomo entre mis manos y lo dejo sobre la encimera de la cocina. Tomo lo que necesito. 

- Te ayudo.- Avril entra de pronto a la cocina y empieza a ordenar las cosas que saque del botiquín - Jessie... debes revisar su abdomen, su camiseta tiene una mancha de sangre y creo que...

- Lo haré.

- Y... - Empieza Avril, pero la interrumpo.

- Sé lo que vas a decir.- Frunzo mis labios y los dejo reposar en una fina línea.

- Ah... ¿sí? - me mira insegura mientras suelto el aire.

- Sí. Vas a pedirme que vaya al almuerzo de mañana, ¿verdad?

- ¿Qué? - Me mira confundida.

- Era eso, ¿no? ibas a invitarme a... - Frunzo el ceño y mi mirada recorre el piso cuando ella niega lentamente la cabeza igual de confundida que yo.

- Jessica.

- Olvídalo.

Ella abre su boca para decirme algo, pero agarro todas las cosas y salgo de ahí tan pronto como puedo. Suspiro para relajarme y no matar a Dallas de una vez.

Me arrodillo en frente de él y me hago espacio entre sus piernas para acercarme hasta su rostro.

- ¿Qué estás haciendo? - Lo fulmino con la mirada y aprieto mi mandíbula - ¿por qué te arrodillas frente a mí?

- ¡Cállate! - Me ruborizo.

Tomo el algodón remojado con un poco de agua y me acerco hacia su ceja con cuidado. Sus ojos se clavan en los míos y me pongo nerviosa al instante. Noto que sonríe levemente con superioridad y entorno los ojos con rabia. Espero que esto le duela.

- ¡Arde, Jessica!

- Deja de lloriquear y quédate quieto.

Limpio sus heridas, primero la de la mejilla, es de la que menos se queja, luego la de la quijada y finalmente la de su labio.

- Sé que quieres besarme.- Ruedo los ojos y me concentro en sus labios, ¡corrección! Me concentro en su herida.

Dallas gruñe un poco al sentir el algodón en el corte y no puedo evitar remojar mis labios. Su mirada se posa en ellos y acto seguido  me guiña un ojo. Me separo de él un poco y veo que ya está listo, estoy a punto de levantarme cuando Avril me recuerda algo.

- Su abdomen.

Maldigo en voz baja y me vuelvo a acercar. Abro un poco la chaqueta que lleva puesto para ver la mancha de sangre en su camiseta.

- Adelante, levántame la camiseta.- Se inclina un poco y en un mini cerrar de ojos veo su chaqueta aterrizando en la alfombra de la sala.

Tomo el filo de su camiseta, la levanto y recorro con la mirada cada parte de su abdomen bien marcado hasta que encuentro un rasguño profundo.

- ¿El hombre con el que peleabas llevaba un cuchillo?

- Tenía una especie de navaja pequeña.- Avril responde por él mientras se acerca a nosotros y me mira dulcemente.

Asiento y luego de minutos, la herida ya está desinfectada y cubierta con unas gasas. Guardo todo y coloco el botiquín en donde estaba. Regreso a la sala con la esperanza de verlos salir de mi departamento para poder dormir tranquila.

-¿Podemos quedarnos aquí?- Me muerdo la lengua y antes de decir nada Avril vuelve a hablar. - Terrie se llevó mi bolso, ahí tenía las llaves del... - Alzo mi mano señalándole que pare de hablar. 

- Hasta mañana.- Me froto la sien con los dedos y camino hacia mi habitación, saco un par de mantas del armario y se las entrego a Avril, van a dormir en la alfombra de la sala.

Antes de acostarme de nuevo, voy al baño, me miro al espejo y me tomo mi tiempo para desmaquillarme porque no lo había hecho antes. Al salir, estoy lista para derrumbarme sobre mi cama.

Entonces escucho unos grititos. Avril voy a matarte.

Giro el pomo de la puerta y camino furiosa hacia la sala. 

- ¿Qué creen que están haciendo?- Estallo al ver la espalda descubierta de Dallas sobre el cuerpo desnudo de Avril.

Los miro con cara de pocos amigos y me doy vuelta para volver a mi habitación.

- ¡Lo lamento!- Escucho gritar a Avril antes de cerrar la puerta de mi habitación de un portazo.

Necesito dormir. Ahora.    

Inesperadamente EnamoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora