Inesperadamente Enamorados

Capítulo 63

Dallas

Termino de ordenar la pizza por teléfono y volteo a ver a mi chica. Frunzo el ceño cuando veo la expresión de su rostro mientras mira el celular. Se da cuenta que la miro y enseguida bloquea el aparato y lo tira a un lado.

- ¿Amor?

- Sí, yo... Dallas.- Se levanta de la cama rápidamente y se pone un abrigo, una bufanda y sus botitas.

- ¿Qué haces?- Le pregunto preocupado.

- Vuelvo en un momento, sólo voy a tomar aire.- Se excusa y camina hacia la puerta.

Me levanto de la cama y la sigo, ¿qué está pasando?

- Dallas.- Me detiene – Necesito estar sola, sólo un momento, no tardaré. 

- Jess, ¿qué sucede?

- Confía en mí. - Asiento con la cabeza y la veo salir de la habitación.

Me acerco a la mesa furioso y saco un pedazo de pizza de mala gana. Me tiro a la cama y enciendo la televisión. Al parecer estoy agotado porque no tardo nada en quedarme dormido. 

Me sobresalto al escuchar la voz de Jessica y abro los ojos de golpe.

- Despertaste por fin.- Dice sonriente.

- ¿Qué sucede, preciosa? - Le pregunto.

- Iré al baño y cuando vuelva, hablamos. 

Detesto esto, me está ocultando algo y eso me vuelve loco. Me siento en la cama.

- ¿A dónde fuiste?- No responde.

Sale del baño y no le quito la mirada a la caja de la pizza.

- ¿Me podrías ayudar a leer esto?- Me pregunta y volteo a verla.

– Ven aquí.

Entonces me tiende un aparato blanco y me quedo paralizado. Me doy cuenta de lo que es al instante. Mi mente busca un millón de excusas, tal vez fue a la farmacia y como no sabe hablar francés, compró algo equivocado. Vuelvo a mirar la prueba de embarazo.

Tiene dos líneas.

- ¡Voy a ser papá! - Grito totalmente sorprendido y emocionado, siento que mi corazón va a explotar en cualquier momento.

Jessica está sonriendo como nunca. Me acerco a ella y la beso con locura para demostrarle lo feliz que estoy 

- ¡Vamos a ser padres!

La vuelvo a besar y cuando nos separamos se limpia las lágrimas rápidamente. Ella también está feliz.

- Tenemos un bebé en camino.- Dice finalmente y me abraza.

Cierro los ojos con fuerza esperando que esto no sea un sueño. 

- Te amo, te amo, te amo.- Le susurro y se me resbalan un par de lágrimas.

Espero que los juegos de hoy no le hayan hecho daño. 

-No tengo palabras que expresen lo feliz que estoy, Dallas.- Me dice llorando y sonriendo, la levanto del piso y empiezo a dar vueltas.

- Te amo.- La tiro en la cama sin dejarla de besar.

- Ahora seremos tres.- Susurra.

- Quítate lo que llevas puesto antes de que lo haga yo.- Le amenazo y sin dejar de reír lo hace.

- ¿En qué piensas? - Me pregunta.

- ¿Cómo le pondremos? ¿será niño o niña?- Le digo sin poder evitar sonreír.

Recuesta su cabeza en mi pecho y la envuelvo con mis brazos.

- ¿Qué tal Camille? o ¿Emma?- Frunzo el ceño enseguida.

- ¡Claro que no! Sentiré que vivo con tu mejor amiga.- Se echa a reír.

- ¿Samantha? ¿Chloe?- Sigue mencionando nombres.

- Me gusta Chloe. 

- Bien, ya tenemos el nombre de la niña.- Me da un beso en el pecho y yo le doy uno en la frente.

- ¿Y si es niño?- Pregunto.

- ¿Ethan?- Arrugo la nariz – ¿Luke? ¿Tate?

- Yo siempre quise un hermano que se llamara Aiden.- Lo acabo de recordar así que se lo cuento. 

Jessica empieza a repetir el nombre una y otra vez con diferentes tonos de voz 

– Sí, me gusta Aiden.

Nos quedamos hablando de eso por horas hasta que finalmente nos quedamos dormidos.

Pensé que la noche se había arruinado, pero en cuanto descubrí que estaba embarazada, se me compuso todo. Me contó lo que hizo cuando se fue y como se dio cuenta de que tenía algo dentro de ella. Dijo que había ido a conseguir una prueba de embarazo mientras hablaba mediante google traductor con el inútil celular que lleva siempre. Cuando volvió se la hizo y comprobó que estaba embarazada. 

Nunca pensé que una noticia así alegra tanto la vida. No puedo esperar a que nazca ese bebé, es el inicio de una familia. Mi familia.

Me muero por ver a mi chica con una barriga de esas enormes y escuchar los latidos de ese pequeño monstruo que crecerá dentro. Bien, que empiece la cuenta regresiva. 

Nueve meses.