Capítulo 53

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Jess

- Bonita, despierta.- Escucho la voz de Dallas y abro los ojos lentamente.

- ¡Oh por Dios! ¿qué hora es? - Me levanto alarmada, tengo mucho por hacer.

- Jess, calma- Dallas suelta una carcajada - apenas son las siete, es solo que me desperté hace más de una hora y me siento solo.

- ¿Perdona? - Pregunto y abro bien los ojos. Se echa a reír de nuevo.

- Vaya, estás dormida aún.

- No, tú... ¿te sientes solo?- Frunzo el ceño y el cierra los ojos.

- Algo. Estoy preocupado.

- ¿Por qué, amor?- Me sonrojo, aún no me acostumbro a llamarle así pero a él le encanta.

Me besa de golpe y sé exactamente el por qué.

- Bueno, continúa.- Le pido entre risas.

- Yo...- sonríe - ¿te has imaginado un montón de enanos corriendo de aquí para allá? Tú y yo en chiquitos.

- Quisiera ver un pequeño Dallas, que tenga tus ojos y tu sonrisa, y una pequeña yo, que sea igual a ti también. Tendrían el mejor padre del mundo.

-¿Cómo se llamarán? 

- Dallas, ni siquiera estoy embarazada.

- Pero es que eso hay que planearlo, Jessie, ¿acaso quieres que llegue uno de golpe?- Abre los ojos como platos y le doy un beso sin dejar de sonreír.

¿Qué puede ser más lindo que el amor de tu vida hablando de tener hijos contigo? Si quieren saber de buenas ilusiones, esa es la mejor. 

- No interesa.

Luego de charlar durante un par de horas, nos levantamos, tendemos la cama y me dirijo al baño.

- Quiero bañarme contigo.- Avisa y enarco una ceja.

- ¡Ahora no!

Me desvisto y entro. Como era de esperarse, segundos después, Dallas entra también.

- Ya te he visto mil veces, Jessica, por favor no te cubras.- Me aparta los brazos y me besa enseguida.

Lo siguiente que sucede, es demasiado para contar. 




- Y por aquí está el jardín, que es bastante elegante, y por...- Nos indica un señor de unos cincuenta y pico años de edad, quien se ve muy amable pero habla demasiado.

- Sí, ya vimos suficiente, gracias, ya puede hacer silencio.- Lo detiene Dallas y le miro mal - ¿qué?

- Bueno - Suspiro - ¡me fascina!

- ¿Qué?

- Sí, es lindo - me mira con cara de pocos amigos y sonrío – me gusta.

- Pero, Jess, hemos visto más, podríamos buscar más, este es...

- Perfecto- Completo por él.

Hemos estado buscando un lugar para el evento de nuestra boda, la fiesta debe ser maravillosa, no quiero que sea lujosa, la quiero simple, suficientemente linda para no asustar a mis invitados y que sea romántica, muy romántica. 

- Ya entendí. Bien, entendí. Amaste la idea de las flores, ¿no es así?- Me echo a reír. Me conoce demasiado bien.

- ¿Entonces?- Carraspea el hombre a nuestro lado.

- Lo tomamos.- Decimos Dallas y yo al unísono.

Nos pasamos todo el día buscando el lugar perfecto, a Dallas no le importa mucho mientras esté disponible para nuestra fecha prevista y me guste a mí. Este lugar me gusta mucho, de verdad. Es bastante espacioso, tiene piletas y un hermoso jardín.

Empezamos a caminar por un parque mientras me cuenta que solía venir aquí muy seguido. Vamos hablando de cada plan, lo que nos falta hacer, invitaciones que entregar, muchas cosas que sé que no le gusta hacer. 

De pronto, se queda atrás y volteo para ver qué sucede. Me burlo al verlo cruzado de brazos mirándome de una forma un poco especial. 

- ¿Pasa algo?- Me acerco a él frunciendo el ceño.

- Toda mi vida he tenido miedo de estar con alguien para siempre, y ahora para siempre, me parece muy poco tiempo.- Da tan solo dos pasos y me levanta del suelo.

Me da dos vueltas en el aire y no puedo evitar besarlo una y otra vez. Amo su manera de amarme, amo su forma de ser, amo lo que siento cuando estoy con él, amo a Dallas y nunca amaré a nadie así, solo a él y a las pequeñas criaturas suyas que espero tener algún día.

- ¡Vamos! - Le grito entre risas y empezamos a correr por el parque.

El resto de la tarde fue simple. Todo estaba listo, ahora, solo necesitábamos la madrina, el padrino y mi vestido de bodas.

Dios mío, tendré una vida de verdad. Esta noche vamos a dormir en su casa, ahora es todo tan tranquilo, la casa sólo es para nosotros.

- ¿Dónde vamos a vivir?- la duda me entra de repente – es decir, no tenemos trabajo todavía como para pagar algo o...

- Jess.- Intenta hablar.

- Todavía no terminamos la universidad, aún nos hace falta...

- Jess.- Intenta hablar una vez más.

- ¿Y si algo sale mal y no nos graduamos? ¿y si no...?

- ¡Jess! - Esta vez levanta la voz un poco y lo miro apenada – Amor, todo saldrá bien. Yo pagaré todo, no hay por qué preocuparse, conseguiremos un buen empleo y nos podremos dar el gusto de...

- ¿Perdona? - le interrumpo - ¿te volviste loco? no harás eso, en cuanto consiga un empleo, nos dividiremos los pagos, seremos familia y lo haremos todo juntos ¿entendido? - Aseguro y Dallas sonríe.

Me pongo su sudadera favorita, él se quita toda la ropa, como siempre, y nos acostamos. Me abraza fuerte por detrás y me acurruca entre sus brazos y así, nos quedamos dormidos en tan solo segundos.


Inesperadamente EnamoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora