Recordando

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Hermione no creía lo que estaba escuchando. ¿Ella bruja?

El simple hecho de que esos desconocidos que habían invadido su casa dijeran que la magia existe le parecía imposible. Se reiría de lo absurdo que sonaba si no fuera por la traumante y casi mortal situación por la que acababa de pasar. Lo normal en ella seria llamar a la policía, y a un manicomio de paso para ciertas personas; pero no, allí se encontraba, rodeada de extrañas personas que la miraban de forma extraña en un extraño lugar que mágicamente apareció entre dos pisos. Y si, el mágicamente era literal. ¿Que estaba pasando con ella? ¿Seria un sueño? Era lo más racional, seguido de que se había dado un severo golpe en la cabeza y estaba teniendo alucinaciones. Porque desde luego, el hecho de que todo fuera real no estaba en su lista mental de cosas posibles.

- ¿Nos estas escuchando? - una mano pasó por delante de ella regresándola al "mundo real", dentro de lo que cabe - Creo que la respuesta es no.

Un hombre adulto, cerca de los cuarenta, miraba divertido a Hermione. Era de estatura media, con un indomable pelo azabache y unos ojos marrones, protegidos tras unas gafas. En su opinión de adolescente hormonada, había que admitir que el hombre era bastante atractivo. Y que tenía un asombroso parecido a uno de los chicos de antes. Harry, se llamaba o algo parecido.

Él el resto de los adultos habían llegado unas dos horas después del enfrentamiento con los "Mortifagos" (Palabras de ellos, no suyas) diciendo algo como que la guerra había acabado, que Voldemort había vencido y que solo quedaba realizar los funerales y planear otra estrategia.

Nada que ella comprendiera.

- ¡James! No molestes a la pobre chica, ¿no ves el susto que ha tenido que pasar? - una mujer mayor al hombre se le acerco hasta abrazarla fuertemente.

Era un poco bajita, regordeta y con un aura maternal que inundaba todo su alrededor. Su pelo pelirrojo, envolvía su cara haciéndola parecer más redonda de lo que ya era, y la miraba con un poco de lastima, junto con cariño. ¿Alguien le podría explicar porque esa señora la estaba mirando con lastima? Porque si hay algo que no soporta Hermione Granger, es que la miren con lastima.

- ¿Podría alguien explicarme unas pocas dudas que tengo? - dijo cargando de sarcasmo la palabra "pocas". No espero a que le contestaran para seguir - ¿Donde estoy? ¿Quienes sois? ¿Que está pasando? ¿Quienes son las personas que han entrado en mi casa? ¿Por que la mujer psicópata y el hombre con pelo de barbie me querían matar? ¿Que es eso de sangre sucia? ¿Por que a pesar de no saber que significa me siento insultada? ¿A que os réferis con que soy maga? Y la más importante... - dijo pasando la mirada por todos los presenten que la miraban impresionados - ¿Por que me resultáis tan conocidos?

- A... - antes de que un hombre situado al lado del nombrado "James", de pelo un poco más largo y unos ojos más oscuros, aunque sin gafas, comenzara a hablar, Hermione recordó la mirada de lastima de la señora.

- Y otra cosa, ¿alguien le puede decir a la señora que deje de mirarme con lastima? Mas bien, ¿por que me está mirando con lastima? - añadió con el ceño fruncido.

Y esa, señoras y señores, es Hermione Granger. O al menos la nueva Hermione Granger, la que no ingreso al colegio de Hogwarts con once años, no conoció a sus inseparables amigos Harry y Ron, no se enamoro de su amigo pelirrojo y no creció y maduro con ellos.

No. En cambio ella creció con una vida normal, en una familia normal, con unos estudios normales. Su media seguía siendo impecable, y apuntaba para ser una política en Londres. Su curiosidad y su adoración hacia las normas también estaba intacta, pero en lo que ya no era la misma es en su carácter. Ella no le temía a nada, se enfrentaba a todo aquello que le viniese sin siquiera parpadear. Su paciencia había sido reducida un 90%, porcentaje que había sido añadido a su carácter y su facilidad de enojo.

Destino (1era, 2da y 3era Generacion) (Harry Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora