Bala de Vibranium

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Después de que el Doctor Banner se calmara y Armonía se arreglara un poco los vengadores llegaron a las instalaciones de S.H.I.E.L.D donde curiosamente todos dedicaban miradas de recelo, ella solo reía y caminaba como una niña pequeña, contoneando las caderas y dando vueltas con una que otra pirueta.

-Caballeros.-Saludó la joven con un asentamiento de cabeza.

-No se mueva.-Dijeron ambos hombres apuntándole con pistolas. Ella siguió caminando alegremente sin darles importancia.-Habló en serio.-Dijo uno de los guardias.-No se mueva o disparo.

-Oh vamos chicos.-Murmuró ella deteniendo su andar.-Estoy en tregua con vosotros.-Al ver como uno de los guardias bajaba el arma sonrió levemente ladeando el rostro y avanzó un paso.

Para Armonía todo fue normal, según había oido hablar momentos como ese se vivían en cámara lenta. Pero no pudo evitar su decepción al ver como las balas volaban hacia su dirección, tres, como pudo sentirlas, más grandes, mas pesadas y por sobre todo, más complejas. Los surcos de aire que estas formaban al atravesar la habitación, su telequinesia le permitiría sentir todo lo que la rodeaba de manera sensorial pero aquellas balas eran como una luz intermitente que sólo podía detectar cada cierto tiempo. La primera cayó contra un pupitre, la segunda rompió una taza y la tercera, la tercera solo pudo desviarla unos centímetros haciendo que se incrustara en su brazo izquierdo.

-¿Que esta pasando aquí?.-Inquirió Steve caminando hacia ellos hasta quedar al lado de Armonía.

-Nada en absoluto Capitán.-Contestó Armonía mirándolo de reojo.-Los guardias solo cumplían su deber pero ya les he explicado que ahora trabajo para S.H.I.E.L.D.

-Debemos irnos, todos nos deben estar esperando.

Los hombres frente a ellos cuadraron hombros y volvieron a su posición original, Steve apoyó una mano en la espalda de Armonía y la guió por los pasillos, ella antes de perder a los dos hombres de vista les hizo un gesto con la mano para que supieran que no diría nada a nadie. El tacto de Steve fue curiosamente agradable, mientras caminaban en total silencio ella podía sentir cada como tiempo los ojos azules del rubio posarse en ella. La marcha paró y junto con ella las pocas esperanzas que tenía la joven sobre que el capitán pidiera disculpas. Suspiró y sin siquiera molestarse en dedicarle una mirada abrió la puerta de la sala de conferencias e ingresó dedicándoles a todos una sonrisa torcida, característica en ella.

-Quien derramo ketchup en la mesa.-Medio acuso, medio inquirió Tony pasando el dedo por la mancha.-Esperen, estoy no es Ketchup.-Alzó el dedo de modo que todos pudieran verlo y él lo olfateo.-Es sangre.

Se intercambiaron miradas en la sala de reuniones y el silencio se apoderó de todos quienes tenían la confusión escrita en el rostro. Steve dedicó una mirada a Armonía quien estaba sentada justo frente a el y la vio arrugar levemente el ceño y morder su labio inferior, pero en esta ocasión no lo hacia de modo seductor sino que parecía contener algo.

-Ya que no sabremos de quien es sino hasta que hagamos un ADN les ahorraré la incertidumbre.-La joven se puso de pie tambaleándose levemente y con una mano se apretó el brazo casi a la altura del hombro. El lugar que ahora cubría con su mano y había estado oculto con su cabello estaba manchado de sangre.

-¿Como?.-Fue lo único que brotó de los labios de Steve quien paseaba la vista del rostro de Armonía a su brazo una y otra vez.

-Pues...-La joven dejó de tapar la herida con la mano y la mantuvo a unos cuantos centímetros de esta, frunció mas fuerte el ceño.-Mierda.-Gimió entre dientes a la par que una bala salía de su herida para levitar sobre su palma.-Ahí tiene el como capitán.-Sus ojos, uno azul y otro verde se posaron en Fury.-Deberías cambiar el procedimiento hacia conmigo.-Y tras decir eso salió por la puerta con su característico contoneo de caderas.

The traveller I: VibraniumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora