The traveller I: Vibranium

Decoración innecesaria

-No puedes salirte así de una reunión.-Le reprochó Steve siguiéndola por el pasillo.

-Ya le había dicho capitán que mi educación europea la perdí hace mucho .-Contestó Armonía sin detener su caminar.

Steve se apresuró a alcanzarla h la tomó del brazo el cual no estaba herido y la obligo a darle la vuelta, al ver sus ojos pudo notar el esfuerzo que hacía para aguantar el dolor.-Lo que quise decir es que no puedes salirte así de una reunión y dejarnos preocupados.-Y como hizo hacia tan solo unos instantes cuando la guió hasta la sala de reuniones apoyó la mano sobre la espalda de la joven mientras la guiaba.

-¿A donde me llevas?

-A que te hagan un par de puntadas y a sancionar a quien te hizo eso.

-Ponle freno a tu coche.-La joven paro en seco su caminar y lo miró fijamente.-Si a lo de las puntadas. Pero debes estar loco si creer que diré algo sobre como recibí esa hermosa decoración.

-Porque no darle a alguien el castigo justo?

-Porque he matado a personas por menos que esto.-Hizo un gesto hacia su brazo herido.-Y he entendido que no todos buscan hacer daño. Que hay momentos en los cuales solo seguimos órdenes. Ahora bien puedes quedarte aquí como idiota que de igual manera encontraré la enfermería o bien puedes ahorrarme el camino largo y llevarme.

-Tienes unos ideales muy peculiares.-Comentó Steve retomando la marcha pero esta vez si tocarla.

-Mis "ideales" se perdieron en el Támesis Capitán.-Contestó ella con una sonrisa fría y distante.

-¿Entonces porque perdonarlo? ¿No eres la clase de personas que perdona h mucho menos algo así?

-Me puse a pensar.-Afirmó la joven con la vista de frente.-Si hubieras sido tu el quien disparara, lo hubieras hecho aunque creyeras que esta mal.-Al ver el ceño fruncido de su guía se apresuró a decir.-Porque es una orden la cual busca salvaguardar un bien mayor. ¿Que es una vida a cambio de millones? .-Sus ojos se toparon con los de Steve quien pareció cohibido.-¿No fue eso lo que pensó al ahogarse en el océano?

Steve suspiró, algo apenas perceptible y los recuerdos aparecieron en su mente como una película de las que solía ver en el cine. Aquella chica lograba que se cuestionara cada cosa, cada segundo y eso era exactamente lo que él había olvidado. El porqué se había vuelto el capitán América en primer lugar. Ella tenía su propia filosofía y eso estaba claro pero sintió esperanza al pensar que quizás ella fuera a elegir el bando de los buenos en aquella ocasión y en todas las demás.