The traveller I: Vibranium

La entrega inglesa

Steve contempló el cuerpo casi desnudo de Armonía y por un instante creyó que el corazón se le saldría del cuerpo de tanta perfección, ambos se encontraban desnudos y el roce su su piel le erizó el vello causando que una corriente de deseo los recorriera, ella posó la vista en los bellos ojos azules del rubio y acaricio su marcado torso, Steve contuvo la respiración un instante y ella sin apartar la mirada siguió acariciando su pecho el cual se movía irregularmente por la respiración del rubio, Armonía pasó a acariciar la fuerte espalda de su amante con cierta urgencia, como si quisiera más y más de el. El calor que de ambos emana solo se hacia palpable y en un fiero arranque de deseo ella clavó sus uñas en la espalda del rubio el cual solo profirió un gemido ronco y gutural contra el cuello de la joven en el cual dejó una cadena de besos y suaves mordidas, la cama se movía bajo sus cuerpos y la mayoría de las sabanas ya se encontraban regadas en el suelo de la habitación junto con sus prendas.

Armonía tenía el rostro apoyado en el torso desnudo de Steve quien la abrazaba por los hombros manteniéndola cerca de el, sus respiraciones acompasadas, a su alrededor la atmósfera estaba llena de amor, el cual habían llevado a la acción hace tan solo unas cuantas horas. La inglesa abrió los ojos, solo para alzar la vista y besar suavemente el mentón de su amado, la puerta entre abierta llamó su atención y sin hacer el más mínimo ruido se puso de pie, descalza y envuelta en una de las sabanas que habían arrojado al suelo durante su apasionado encuentro, el departamento estaba sumido en la penumbra de la madrugada y lo único que alumbraba ligeramente su camino era la luz proveniente de los faroles de las calles desiertas. Una brisa suave le alborotó los cabellos y automáticamente sus ojos se posaron el la ventana que a la par era la puerta de la escalera de incendios la cual curiosamente estaba abierta.

-¿Ese es tu plan?.-Dijo una voz suave desde el alféizar de la ventana.-Matarlo de placer.

-¿Cuéntame como planeas revivir a un muerto?.-Inquirió la inglesa en respuesta.- O acaso tienes una piedra filosofal de la cual desconocía su existencia.

-No te atrevas a decirlo de nuevo.

-Yo no lo dejaré.-Sisó Armonía con la convicción latente en sus palabras.-No dejaré que lo maten como lo hicieron con Pietro. ¿Y sabes porque? Porque lo si lo amo.

-No permitiré que pongas en tela de juicio lo que sentía por Pietro.-Gruñó la silueta del alféizar amenazando a Armonía con una pistola a la altura de la frente.

-¿No le dispararías a tu prima o si?.-Preguntó la inglesa con los ojos centelleantes.

-Si de verdad lo amas. Si no quieres que sufra lo mismo que Pietro será mejor que busques una salida.

-¿No les dirás?.-Sonó más a una interrogante que a una petición.-Ellos no deben saberlo.

-¿Cuanto más debemos sacrificar por terceros?.-La joven la cual compartía muchos rasgos con Armonía bajo el arma y la abrazó.-Has lo necesario para salvarlo a el y a ti.