~Capítulo 9~

3.4K 229 12
                                    

-Entonces... ya no esperes más—Susurré ahogada levantando los brazos hasta su nuca. Por primera y única vez en mi vida quiero dejar de sentirme fea y pensar que alguien realmente me desea.

Kyuhyun ni siquiera esperó. Sus manos volaron hasta mi polo para subirlo y quitármelo por los brazos. Me sentí avergonzada, desnuda estando aun con el resto de ropa, pero a él no parecía incomodarle en lo absoluto. Sujetó mis short y los tiró hacia abajado dejándolo caer y luego levantarme por las caderas haciendo que rodeara su caderas con mis piernas. Me aferré a él besando sus labios y tratando de alcanzar su rostro. Besos rápidos y ronquidos provenientes de su garganta estremeciéndome y causándome pequeños espasmos en la zona de entre mis piernas.

Me reposó sobre la cama apartándose, logrando que me avergonzara más. Cubrí mi cuerpo con mis manos buscándolo a él con los ojos. Kyuhyun se hallaba parado frente de la cama, a mi lado y quitándose los pantalones teniendo los ojos sobre mí. Me encogí de hombros sin poder ocultar mi respiración entrecortada.

Kyuhyun tiró sus pantalones y luego se arrodilló apoyándose a mis costados en la cama, Sus brazos se extendieron quedando sobre mí, y luego tenderse. Sus labios regresaron a los míos al mismo tiempo que sus manos sostenían mi rostro apretándome las mejillas con sus palmas, hundió sus dedos de las manos en mi cabello frunciendo sus labios con los míos y abriéndose un camino de besos húmedos por mi oreja, cuello y nuevamente a mi boca. Cerraba los ojos con las manos justas en el pecho, temblando y solo perdida en él.

Sus piernas se entrelazaban con las mías, empujando sus muslos contra mi entrepiernas, generando más gemidos provenientes de mi boca y más gruñidos de él.

Algo duro me presionaba contra el vientre, algo duro y grande que era visible ya tan solo por la tela de los bóxer.

Kyuhyun sujetó mis manos y las hizo soltarse a sí mismas, para pasarlas por tras su espalda. No dejaba de temblar, no dejaba de repetirme una y otra vez que era una torpe y que a este paseo él se terminaría aburriendo y dejándome desnuda para luego echarme a llorar. Quería sentirme atractiva, pero no lo conseguía.

Las manos de él viajaran por mis costados sacudiéndome y sacándome de mis pensamientos. Jadeos de mi boca y estremecimientos por los músculos de mi vientre comprimiéndose por las mariposas. Apreté mis palmas en su espalda y comencé a moverlas trazando las formas de los músculos de su espalda, la pequeña zona sobresalida de su columna vertebral, su músculos tensándose mientras sus manos se introducían por mi espalda para dirigirse hasta mi sujetador, y finalmente quitar el broche y dejarme sin él. Mis mejillas se sonrojaron aún más cuando él me observó a los ojos.

Lujuria... pupilas oscurecidas y agrandadas, labios húmedos y respiración irregular. De verdad un hombre parecía que me deseaba.

Subí mis manos a su rostro y lo jalé para volver a unir nuestros labios; sin embargo él los abandonó segundos después, bajando y reposando besos por mi cuello y hombros.

Un gemido y un estremecimiento al momento en que su boca se apoderó de mi pezón derecho. Cerré los ojos y apreté los puños.

Su boca empezó a mordisquear mi pecho, succionándolo y en ocasiones tirando de él y apretar su rostro contra mi pezón. Su aliento contra mi pecho, su respiración chocando una y otra vez contra mi piel, y el dolor que me obligaba a gruñir adolorida pero al mismo tiempo de placer. Luego dejó ese pezón y le dio ese mismo trato a mi otro pezón, dejándolo sensible y adolorido pero extraordinariamente complacido.

-Aprenderás mucho con migo—susurró divertido contra mi piel, descendiendo por mi vientre y relamiendo hasta llegar hasta mis bragas. Lo observé sonrojada mientras lo veía rosar con sus labios la tela de mis bragas, y luego besar sobre esta.

PROHIBIDO. Inocente PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora