--- ¿Tu hija?... ¿Anabeth es tu hija, Kyuhyun? — Pronunció provocando un ambiente tan denso que era difícil respirar—
-Valeria...-- volvió a susurrar Kyuhyun pasando sus ojos de mí hacia ella, aun sin palabras qué pronunciar.
-Solo dímelo—Exigió ella con las manos temblando—Tú... (TN)...-- Sus ojos los dirigió hacia mí, provocando que bajara la cabeza sin ser capaz, ni siquiera, de pronunciar algo. Primeramente, no tenía cara para mostrarle, y segundo... quiero que me dejen en paz, que me permitan estar sola con mi dolor por lo ocurrido con mi hija ¿Es tanto pedir?—
-Ustedes... ¡Te metiste con tu hermana!—Gritó causando que saltara de mi silla—Todo este tiempo—Valeria observaba con terror en los ojos—Todo este tiempo creí que había alguien, que yo no te hacia feliz por completo y me asustaba de que hubieras encontrado a alguien más, pero me esforcé porque me quisieras, por ser la mejor esposa; pero... todo este tiempo tenías una hija con tu propia hermana—Levantó los ojos abriéndolos mucho—La niña tiene seis años... ¡Es una bastarda! ¡Tú eres una perra!—Gritó hecha una furia. El pavor se apoderó de mí al verla intentar lanzarse, pero Kyuhyun ya hacia abrazándola para tratar de detenerla—
-Hablemos, por favor--- Le suplicaba, sin embargo Valeria le propició una fuerte bofetada y salió huyendo; para que luego Kyuhyun fuera tras de ella.
Un grito naciente de mi garganta ahogándome en sollozo. Miedo, pavor y un sentimiento arrebatado de anhelar tomar a mi hija en brazos y salir huyendo de esto. Pero no puedo... mi niña está en coma ¿Cómo voy a ser capaz de seguir con esto? ¿Cómo?—
Más horas entando sola y mi cuerpo sigue cansado, mis ojos rojos y apenas soy capaz de quedarme despierta, pero aun así, continuó mi velada. El tiempo pasa y Kyuhyun no regresa por lo que tengo la seguridad de que algo malo está pasando. "Quiero escapar, tomar a mi hija y desaparecer pero no soy capaz"
Quizás eran las dos y media de la noche cuando Valeria apareció por la puerta. Sí, era ella. Tenía el maquillaje corrido, los ojos rojos y la furia iluminando su rostro—
De inmediato me puse de pie, en un acto de buscar palabras con qué excusarme—
-Valeria, yo...--
-Calla—Y antes de decir más una bofetada me azotó la mejilla, mandándome hacia atrás y colisionando contra la pared. Otro golpe en mi otra mejilla al chocar contra la pared, mientras cubría a la golpeada y palpitante—
-Maldita perra—Escupió furiosa. Un ligero aroma de alcohol llegó hasta mí—Confié en ti... ¡Te creí mi amiga! Pero... te has estado acostando con mi marido ¡Con tu hermano!—Gritó con todas sus fuerzas—
-Perdona—Susurré agachando la cabeza y mordiendo mis labios mientras trataba de contener mis lágrimas—Perdóname Valeria, recrimíname. Haz conmigo lo que se te venga en gana, pero por favor... aquí no, está mi hija...--
-La bastarda—Escupió—Tu hija es una puta perra igual que tú. ¿A quién le importa la vida de una zorra en este mundo?—Apretó los labios—
-Por favor—suplique encogiéndome al permanecer arrodillada en el frio piso. Mi cuerpo me duele, el pecho me lastima y siento que ya no soy capaz de soportar más. "Quiero también culminar con mi vida... si mi hija se va, entonces yo anhelo irme con ella"
Las puertas de la habitación se abrieron y las enfermeras ingresaron escandalizas para intentar sacar a Valeria. Ella se opuso. Sí, estaba ebria, estaba llorosa y no sé qué tanto del dolor que yo experimentaba, lo sentía ella.
-¡Kyuhyun me quiere!—Gritó—Yo sé que me quiere-- ¡Y es por eso que se quedó conmigo en casa! ¡Tú eres una zorra!... el muy idiota creyó que de verdad me quedaría dormida en sus brazos—Escupió tratando de soltarse-- ¡Que se muera! ¡Que tu puta hija se muera!—Volvió a gritar con todas sus fuerzas mientras mi corazón se estrujaba cada vez más. "Mi niña no. Castígame a mí, a ella no"
Me mantuve arrodilla, abrazándome a mí misma y con el llanto raspando mi garganta.
"Has que pare... has que pare. Me duele. Concede la vida a mi hija y prometo desaparecer de la vida de todos. Solo quiero a mi hija, solo a ella"
Me arrastré ligeramente hasta la cama para tomar la mano de mi niña. "Su pequeña mano" La mano que sostuve desde el primer momento de vida, la que di a luz y pasé noches desveladas a su lado, la que me hizo reír y convertirme en la mujer más dichosa del mundo. "No te vayas mi niña, quédate conmigo"
No sé por cuanto tiempo lloré, solo que pronto mi cuerpo se desvaneció y me vi envuelta en oscuridad y es ahora cuando tengo un deseo. "Quiero despertar y que esto sea una pesadilla, que mi niña esté despierta y me sonría como siempre lo hace"
Pero la vida es injusta conmigo, y quizás, si esta me tiene deparado algo, es solo infelicidad.
Una caricia en mi mejilla. Una minúscula caricia. La imagen de Kyuhyun se formó de mi cabeza, pero rápidamente se desvaneció al notar que esta mano era pequeña. Abrí los ojos de golpe siendo inundada por una luz hasta aclarárseme la vista—
-Mami—Unos ojos brillantes y una sonrisa que iluminó todo mi pecho, llenándome de felicidad. Dolor en mi pecho, dolor desesperado sin comprender nada. Ella estaba parada delante de mí, y a mi alrededor, todo se veía con un brillo fuera de lo normal. Además, mi niña llevaba su vestido azul de esta mañana. Le queda grande; además de usar su pequeña chompa negra que hace una perfecta combinación con su piel blanca y sus ojos azules.
-Anabeth—sollocé ahogada, con la vista nublada y una agonía mientras mis manos temblaban—Hija—
-Mami—Repitió ella sonriendo-- ¿Por qué lloras mami? ¿Es que he hecho algo malo?—
Sacudí la cabeza--
-No. No—Negué—Mi pequeña, no has hecho nada—Mis manos intentaron moverse para abrazarla, pero estas apenas respondían—
-Mami. No llores—Acarició mi rostro besando mi mejillas—No llores mamá o no seré capaz de irme—Apreté los labios con tanta fuerza que provoqué dolieran; y así mismo, el pecho se me estrujaba y la garganta se me cerraba ante la desesperación—
-¿Irte? ¿A dónde Anabeth?—
-Me llaman, mamá—sonrió—Es hora de irme... -- Sonrió encogiendo los hombros—Me llaman mamá. Me voy al cielo—Sonrió ampliamente pero unas lágrimas se le escaparon, mientras que en mi caso, un gritito de dolor me hizo toser desesperada—
-No. No. Tú lugar es conmigo, Anabeth. Tú lugar es conmigo. Tú eres mía, no puedes irte. No. No—Sacudí la cabeza—
-Mami—sonrió ella inclinándose para abrazarme—Te quiero mami. Te amo... ya no sufras más o lloraré al verte desde el cielo. Dime que estarás bien, mamá—
-No. No—Sacudí la cabeza aferrando mis brazos contra ella. Su pequeña silueta tan frágil y delicada—No, Anabeth. Tú eres mía. Solo mía. Si te vas, entonces llévame contigo—Sollozaba olvidando cómo respirar.
-Mamá. Tu hora aún no ha llegado—sonrió ella besando nuevamente mi mejilla—Sé feliz mamá... sé feliz con papá Kyuhyun o papá TaeYong. ¿Les dices que los amo?— Ladeó la cabeza con inocencia uy lágrimas en sus ojos.
Acudí la cabeza negándome a todo; no obstante, de un segundo a otro, Anabeth miró hacia atrás con atención, como si escuchara alguna voz que yo no captaba. Luego se volvió hacia mí
—Es hora—Comentó sonriendo—Te amo mamá. Sé feliz mamá, no llores porque te amo. Eres la mejor mamá del mundo—Sacudí la cabeza sintiendo el alama desgarrárseme— ¿Sonríes para mí mamá?—Cuestionó con aquellas mismas palabras que TaeYong solía susurraba—
Y con esa frase, todo se derrumbó. Los pitidos de la máquina que marcaba el ritmo del corazón de mi hija me despertaron abruptamente, un sinfín de enfermeras y doctores empezaron a ingresar corriendo a la habitación y Kyuhyun hacia a mi lado, levantándome del piso.
Mis ojos se abrieron tanto como pudieron, el aire se escapó de mis pulmones y el terror me heló la sangre—
-Apliquen carga. Una vez más—Repetían los doctores mientras el pitido intermitente de la máquina sonaba. Anabeth se había ido.
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PROHIBIDO. Inocente Pecado
Fanfic(TN) Jones a sus ya veintiún años, jamás ha besado a nadie, jamás ha conocido la palabra sexo y mucho menos se ha sentido atraída por un hombre. Ella es callada, tímida y vive encerrada en su mundo, comprometida con su trabajo y con el hombre que m...