~Capítulo 18~

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Narra (TN):

Mi pierna se rasmilló al chocar con el piso, pero eso no dolía nada. No me dolía... no me dolía. Giré de inmediato viendo a Kyuhyun ingresando a su habitación con aquellas mujeres. Un dolor aún más fuerte en el pecho haciendo que abriera la boca para buscar aire al tratar de respirar. Me levanté del suelo corriendo a mi habitación y encerrarme allí. Me derrumbé en la puerta teniendo el cuerpo temblando. Mis ojos me dolían pero aun así no dejaba de llorar.

"Duele, duele mucho. Por favor que pare ya. Quiero despertar"

Se escucharon pasos por a el pasadizo y luego la voz de mi padre—

-¡Kyuhyun!—Llamó golpeando la puerta-- ¡Abre la puerta! ¡No te voy a consentir este tipo de acciones mi casa!

--¡Váyase a la mierda!—Gritó la voz de Kyuhyun balbuceante. Estaba ebrio y también había fumado. Olía a cigarrillo, alcohol y sudor.

-¡Kyuhyun!—Siguió gritando mi padre sin dejar de golpear la puerta. Me acerqué a la puerta abriéndola ligeramente para tener suficiente vista hacia el exterior, pudiendo ver cómo padre se marchaba de la habitación. Me quedé allí.

Silencio, y luego más silencio. Pasaron quizás cinco minutos cuando los gemidos empezaron. Tapé mis orejas, muy fuerte... gemidos... más fuertes, gemidos de mujer, de dos mujeres y Kyuhyun... gemidos.

Vi a mi padre regresar a la habitación con llaves en las manos. Abrió la puerta e ingresó. Cinco segundos después una mujer completamente desnuda y con el cabello rojo salió burlándose mientras mi padre la intentaba botar de la casa. Vi salir a Kyuhyun también, completamente desnudo entre risas y tambaleándose.

-Deje que me divierta. Estoy celebrando que tengo padre y una hermana—Le habló jalando a la pelirroja mientras reía a carcajadas—compórtese como mi padre por una vez en mi vida y déjeme hacer lo que más quiero—Le dijo—No me haga odiarlo más— Sonrió con aquella sonrisa de malicia, característica en él.

La tipa pelirroja abrazaba a Kyuhyun por la espalda besándolo en el cuello y conduciendo su mano hasta su miembro, apretándolo y empezando a masturbarlo frente mi padre, quién dio media vuelta y se alejó sin decir más.

"Apártate, (TN). Ya no mires más. No lo hagas"

Me quedé observando cómo Kyuhyun giraba y tomaba a la pelirroja de la cintura para besarla desesperado. La sujetó de las caderas y la levantó del piso arrinconándola contra la pared, y de un segundo a otro la penetró. La tipa empezó a gemir arañándole la espalada en el mismo instante que la otra chica rubia salía también completamente desnuda, abrazando a Kyuhyun por la espalda. Kyuhyun penetraba a la pelirroja que gemía desesperada mientras la otra buscaba acceso en ellos, introduciendo sus manos.

"No puedo más..."

Cerré la puerta de golpe echando a correr hasta la cama y meterme bajo las sábanas, cubriendo mis orejas con las almohadas.

"Detente, detente, ya detente. Duele, duele"

Gemidos cada vez más fuertes, cada vez más torturantes. Gemidos de mujeres, de Kyuhyun... ya. Detente. Detente, por favor. Detente.

Media hora después los gemidos habían cesado, las luces de afuera se habían apagado y yo tenía el corazón aún más hundido. Me dolían los ojos por tanto llorar, me dolía el cuerpo y más que nada, el pecho. Tenía un vacío, un dolor que nadie podría detener... nadie.

La mañana siguiente fue como un golpetazo en el pecho. Una mañana como la que nuca había sentido. La peor de todas. Ya no quiero absolutamente nada de esto.

PROHIBIDO. Inocente PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora