~Capítulo 23~

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—Creo que no nos han presentado ¿No es así?—Volvió a cuestionar con aquella voz ligeramente ronca e inquieta.

Mi garganta se secó y mi cuerpo empezó a temblar sin saber qué decir o pensar. Aquel hombre vestía unos pantalones negros y una bata blanca que cubría la ropa que llevaba debajo, que posiblemente fuera un polo debido al calor. Sus ojos vacilantes, emocionados y al mismo tiempo aparentando que podría ver a través de mí, haciéndome sentir más desnuda aún.

-Sal de aquí. Hablamos luego—Ordenó la voz de Kyuhyun tras mío, con un timbre bastante duro y exigente. De pronto toda la tensión se expandió aún más y mi corazón recibió otro latigazo.

No obstante, lo que tenía que decirle a Kyuhyun no podía esperar puesto que quizás, luego ya no me anime a reclamarle nada, aunque en estos momentos tampoco me sentía tranquila con mismo misma. Aquel hombre de sonrisa atractiva no dejaba de mirarme.

-No—Me di vuelta hacia Kyuhyun—Quiero hablar contigo, ahora.

Kyuhyun arqueó las cejas mientras golpeaba con las yemas de sus dedos en la mesa. Sus ojos se veían inquietos, su mandíbula endurecida e incluso podía ver, que ya prácticamente no quedaba nada en él así como lo había conocido. Tranquilo, con una respuesta para todo, con aquella confianza abrumadora; pero pese a ello, mi corazón seguía queriéndolo como no lo había hecho con nadie.

-Te dije que te fueras. Paso por tu consultorio más tarde—Arqueó las cejas escupiendo cada palabra.

Una risita entretenida se escuchó a mis espaldas, haciéndome sacudir. Tragué saliva.

-No. No me voy sin antes hablar contigo—Dije con firmeza pero con la voz un poco temblosa. Aun no podía evitar aquello.

Aquellos ojos profundos y oscuros me miraron con determinación, pareciendo escudriñarme el rostro en modo de amenaza, pero no me moví ni un centímetro.

-¿Nos dejas a solas?—Dirigió los ojos atrás mío—

Se escucharon pequeñas fricciones de tela y pasos alejándose hasta finalizarse con un carraspeo de garganta y la puerta siendo cerrada.

Kyuhyun se levantó de prisa, malhumorado y con aquellos profundos ojos fijos en mí.

-¿Qué es lo que quieres?—Se paró justo delante mío dejando solo unos centímetros entre nuestros cuerpos—Cuando digo que te vayas, entonces te vas. Si quiero que te quedes, entonces te quedas, si quiero que no molestes, entonces no molestas—

Fruncí las cejas dando un profundo respiro intentando tomar valor y de hacer sonar que voz sonara lo más dura posible—

-No quiero que vuelvas a tratar a mi padre del modo en que lo has hecho—Exigí haciendo caso omiso a sus órdenes anteriores—No quiero que le vuelvas a hablar así. No quiero que le des más problemas—

Kyuhyun arqueó las cejas dibujando una sonrisa burlona en sus labios. Una sonrisa amarga y sínica—

-¿Problemas?—Se apoyó contra su escritorio dedicándome aquella seguridad en su rostro-- ¿Problemas? ¿Yo le causo problemas?—Hizo una pausa riendo por lo bajo-- ¿Y lo que me hizo él qué?—

-Él no te ha hecho nada—Bajé la mirada encogiéndome de hombros—No tienes derecho a tratarlo de ese modo. No quiero que lo hagas—

-¿No me ha hecho nada?—Su mano subió hasta mi barbilla con rapidez, obligándome a que lo mirara-- ¿De verdad no me ha hecho nada? ¿Y tú qué? Me ha quitado todo—Sus ojos se ensombrecieron y su lúcida expresión se convirtió en una decadente— Me ha quitado a ti—endureció más su voz—Me ha quitado lo que más he amado en todo mi maldita vida. ¿Y me dices que no me ha hecho nada? ¿Y me dices que lo trate mejor? ¿Cómo quieres que me comporte si cada vez que lo veo, te veo a ti y recuerdo que eres mi hermana... que no podré tenerte nunca?—apagó su voz en un ronquido—Y dices que no me ha hecho nada—Rio con amargura—Que ironía. Que gran mentira e injusticia—

-No te ha hecho nada—Volví a bajar los ojos—él no te ha hecho nada... tu madre te alejó de él—Traté de defenderlo—Quizás si ella no te hubiese alejado—

-Te hubiese conocido como mi hermana en vez de amarte del modo en que lo hago—musitó—Pero no puedo cambiar las cosas, (TN)—Volvió a levantar su mi barbilla, esta vez levantándose y cortando la distancia entre nosotros hasta pegar nuestros cuerpos.

Mi corazón latió con fuerza y mi pecho empezó a doler al mismo tiempo que mi vientre se revoloteaba. Se me iba el aire, deseaba abrazarlo y besarlo para no soltarlo nunca, pero la palabra "Hermano" rondaba por mi cabeza.

"Es tu hermano, (TN). Él es tu sangre"

-Me tengo que ir—Di un paso hacia atrás y Kyuhyun adelantó para seguir conmigo—

-No—musitó sin quitar sus ojos de los míos tratando de evitarlo— Quédate unos minutos y déjame contemplarte—Bajó su mano izquierda hasta mi cintura para rodearme con él, y empezó a delinear mi mandíbula con su el pulgar de su otra mano.

Mi respiración se aceleraba aún más y mis piernas ya estaban flexionándose. Mis mejillas ardían y Kyuhyun quizás lo notaba claramente—

-Kyuhyun...

Musité—

-¿Puedo pedirte un favor?—Susurró él mientras miraba cada detalle de mi rostro—¿Me dejas besarte, (TN)?

Un golpetazo en mi corazón aprisionando todos los músculos de mi pecho—

"No. Tengo que irme. Necesito irme"—

-Kyuhyun no—Respondí tan bajo y temblorosos sin ser capaz de decir más—

-¿No qué?—Musitó inclinándose-- ¿No me dejes? ¿No me beses? ¿No te acerques? ¿No me ames? No puedo—Presionó sus labios sobre los míos dejándome sentir el calor y suavidad de ellos. Una textura suave, un leve olor humedad y sueros de clínica, alcohol y cigarrillo. Sus manos me presionaron contra su cuerpo mientras se aferraban tan fuerte como podía. Unos labios que empezaron a devorar a los míos. Aliento fresco y delicioso. Besos que eran lo que más anhelaba.

Respondí su beso subiendo las manos a su pecho, temerosa y agotada. Me podía sentir extasiada, ahogada y desesperada por más. Era como un drogadicto que se encontraba en días de rehabilitación, pero nuevamente, aquella droga la he vuelto a probar y me está volviendo a arrastrar.

Subí las manos tras su cabeza, hundiéndolas en su cabello mientras mi boca buscaba desesperadamente más de él. Su lengua exploraba cada centímetro de la mía, sediento. Una sed insaciable.

Un golpetazo en mi pecho y la imagen de mi padre sonriéndome desde que era una niña se atisbó en mi cabeza. Detuve mis labios y baje mis manos de inmediato, empujándome de su cuerpo y saliendo, prácticamente huyendo.

Abrí la puerta y desaparecí de la cercanía de él. Mi corazón latía cada vez más fuerte, mis mejillas ardían y mi conciencia me mortificaba.

"Es tu hermano, (TN). Kyuhyun es tu hermano"

Me conduje hasta mi consultorio, ingresando con los pensamientos perdidos y la expresión decaída. Me dolía el pecho, me dolía mucho. "Era como volver abrir la herida aún más"

-Bonito consultorio—Se levantó una voz ya conocida obligándome a girar pegando un brinco. Y allí estaba aquel hombre de sonrisa deslumbrante, encantadora y traviesa. Ojos divertidos y pícaros, manteniendo los brazos cruzados después de cerrar la puerta— Creo que no nos han presentado y como no era capaz de esperar más tiempo, he venido a presentarme—Ladeó la cabeza y luego caminó hasta donde me hallaba parada. Él era más bajo que Kyuhyun, sin embargo tenía una anatomía más marcada, rasgos más definidos y su atractivo, al contrario del de Kyuhyun que parecía traer algo de siniestro, perturbadora y excitante, la de aquel hombre, era extraordinariamente atractiva y acalorante—

-Lee Donghae—sujetó mi mano y la llevó hasta sus labios—Es un placer conocerla—Murmuró con la voz ronca.

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PROHIBIDO. Inocente PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora