—Su mano se extendió hasta la mía erizándome la piel—Quédate (TN). Por mí... quédate—
Apreté los labios buscando un poco de aire y estabilidad emocional—
-Estaré bien, Kyuhyun—Hablé evitando mi voz temblorosa—Estaré bien. No te preocupes—Y diciendo esto me solté de su agarre para continuar con mi camino. Dolía decir que no, ciertamente. No puedo afirmar que no duele y que tengo un corazón de piedra o incluso que lo odio, porque sería mentira; así que lo único que puedo ser es valiente, luchar por conseguir ser feliz y continuar mi vida.
Media hora después ya me hallaba instalando en mi nuevo departamento, también había llamado a mi padre diciéndole que había echo un viaje por razones de la clínica para una capacitación, y así evitar que se preocupase. Volvería a casa, pero cuando Kyuhyun y Valeria ya no estén allí. No soy cobarde, pero quedarme allí a sufrir es ridículo y sin sentido.
Los días pasan volando y más cuando deseas con toda tu alma que el tiempo se congele o que pase más lento que nunca. Estos últimos dos días la he pasado con TaeYong y en ocasiones con Ten. Hemos ido a comer, hemos ido por supermercado por algunas cosas que TaeYong podría necesitar en España. Un gorro en estilo bino o de las gorras planas que creo que combinan la perfección con él y su imagen de fotógrafo. Sus manos son delicadas y su piel se eriza con el frio, por lo que un par de guantes también se adicionaron, además de que Ten resultó regalándoles calcetines y una docena de Bóxer, asegurando que la calidad de los que venden en España no será de su agrado e iba a preferir caminar sin ropa interior. El rostro de TaeYong se tornaba de un color rojizo y más aún sus orejas ante la vergüenza, por lo que yo no dejaba de reír. Este quiero que sea el recuerdo que lleve de mí "Uno en el que soy feliz"
En estos momentos nos hallábamos en la noche antes de que él viajara. Caminábamos por las calles después de haber cenado, riendo de algunas bromas o recuerdos como cuando nos conocimos. "Un encuentro empastado" Mi ropa había olido a comida todo el día convirtiéndose en una segunda capa de piel.
Crucemos la avenida principal y luego proseguimos dos cuadras más, sin embargo un grito de una voz claramente conocida me detuvo.
-¡Eh! ¡Nena!—Volteé encontrándome con Donghae tambaleándose mientras se hallaba por la calle ubicada a la derecha, a unos paso de nosotros-- ¡Nena! Creí que te habías ido del país—Rio—Al parecer le has metido a todos—Sacudió la cabeza tronando sonidos en desaprobación—Muy mal, (TN). Muy mal ¿Es que no te da pena tu hermano?—Echó a reír—Es un completo imbécil—Vaciló-- ¿Quizás no tienes piedad por mí?—
Dirigí mi mano al brazo de TaeYong recordando lo ocurrido la última vez que Donghae se hallaba en ese mismo estado. Completamente ebrio—
-Donghae. Vete a casa, estas borracho—Pedí— No sabes lo que haces—
-¡Lo sé!—Gritó pateando hacia la nada, tambaleándose— Sé lo que hago, (TN). No me digas lo que debería hacer. No eres nada ni nadie para mí—Balbuceó cortando la distancia entre nosotros—Tienes razón... no sé lo que hago—apretó su manos en mi muñeca-- ¿Me llevas a mi departamento? Ya sabes. No se conduce en estado de ebriedad—
Sonrió burlón mientras parpadeaba obligándose a mantenerse consiente—
-Basta, Donghae—Hablé firme—No hagas esto. No quiero tener que levantar una denuncia en tu contra—
Donghae volvió a reír—
-Es una lástima que acostarte con tu hermano no sea un crimen o ya te habrían condenado a pena de muerte—Habló vacilante, pero antes de decir más vi el puño de TaeYong golpearlo en la mandíbula mandándolo hacia atrás, causando que me soltase mientras se sujetaba la zona golpeada.
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PROHIBIDO. Inocente Pecado
أدب الهواة(TN) Jones a sus ya veintiún años, jamás ha besado a nadie, jamás ha conocido la palabra sexo y mucho menos se ha sentido atraída por un hombre. Ella es callada, tímida y vive encerrada en su mundo, comprometida con su trabajo y con el hombre que m...