~Capítulo 4~

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-No tiembles—susurró con la voz ronca, casi centímetros de mis labios—Solo... déjate llevar. Sé que tú también lo quieres... tu boca me llama, (TN)... —

Cerré los ojos con fuerza, y un segundo después sus labios se posaron sobre los míos, encajando a la perfección. Mi primer beso lleno de ruidos de muertos vinientes gritando por devorarse a los vivos. Jamás lo había imaginado de eso modo.

Un calor proveniente de sus labios se combinaba con el mío, haciéndome sentir la suavidad de la piel de sus labios. Suspiré ahogada y entreabriendo la boca. Así se sentía un beso.

Sus manos subieron hasta mis mejillas y su cabeza empujó a la mía, al mismo que su cuerpo. Sus labios empezaron moverse sobre los míos, cobrando vida, humedeciendo entre caricias. Su aliento entró por mi boca y su lengua se deslizó por mis labios, haciéndome suspirar ante un estremecimiento de mi cuerpo. ¿Por qué yo? Porqué me estaba besando a mí y no a cualquiera hacia bonita que debía de tener alrededor o tras de él.

Empujó mis labios, dándose entrada a mi cavidad bucal hasta encontrar a mi lengua. Mis besos eran torpes a comparación de la habilidad que él poseía. Mi lengua apenas se movía y el aire se me escapaba por sentirme ahogada. Mis manos seguían quietas sin ni siquiera tocarlo, pero las de él ya estaba recorriendo me nuca y mandíbula, apretando mi rostro sobre la de él, haciendo que el beso se profundizara más. Sus dedos largos hacían masajes circulares y muy lentos sobre mis mejillas y su boca apretaba a la mía como devorándome. Su lengua era zagas y parecía tener tanta hambre. Estaba temblando, todo mi cuerpo lo hacía. Jamás me había sentido de ese modo.

Se apartó de mí en solo un segundo y se acomodó con la mirada fija al frente, haciendo como si no pasara nada y dejándome perpleja. Pero pronto entendí por qué había actuado así.

-Pero qué día—ingresó mi padre a la sala con la llave en mano al igual que su saco.

-Buenas noches padre---me puse de pie inmediatamente para saludarlo con un beso, apartándome de Kyuhyun teniendo las piernas temblando-- ¿Qué tal tu dia?—

-Agotador—sonrió y me acarició la mejilla-- ¿Qué tal el tuyo?—

Bajé el rostro hacia el suelo, mirando de reojo a Kyuhyun, sorprendiéndolo relamiéndose el labio con la mirada fija en mí. Mi cuerpo se sacudió en una oleada de punzadas—

-Estupendo—respondí con una sonrisa tímida. Estupendo. Perfecto... no había palabras—iré a preparar la cena—

Creo que jamás había estado tan feliz. Mi primer beso... mi primer beso me lo había dado él—cerré los ojos recordando todo el proceso de este y las sensaciones producidas. Parecía una adolescente. Creo que incluso tarareaba una canción mientras cocinaba. Jamás me había sentido tan feliz. Nunca.

La cena fue bastante agradable. Me encontraba con los ojos de Kyuhyun observándome mientras mi padre se distraía, haciendo que me sonrojara aún más ¿Yo le gustaba? ¿Yo? "La torpe (TN) Jones". Algo debía estar mal en él, pero lo que fuera... no me importaba.

-Entonces ¿Lo decidiste, (TN)?—preguntó Kyuhyun al terminar la cena— ¿Trabajarás apara mí?—

Miré a mi padre como preguntándole su opinión y él asintió entendiendo mi mensaje—

-Acepto—sonreí tímida—

-Estupendo porque hoy hablé con el dueño de la clínica—sonrió—Mañana debes de ir para que firmes el contrato—Se inclinó para agradecer la cena—Buenas noche Señor Jones, (TN)—se dio la vuelta y se marchó dejando solo a mí y a mi padre—

PROHIBIDO. Inocente PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora