~Capítulo 32~

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Silencio entre los dos quizás por medio minuto. Kyuhyun volteó la cabeza en dirección al piano dejando caer sus manos sobre sus piernas.

-¿Te sientas a mi lado, (TN)?

Apenas pronunció aquellas palabras mi cuerpo se movilizó como acto reflejo hasta llegar a la banca y tomar asiento manteniendo una distancia para que no me tocase—

-Aun no devuelves el piano—Murmuré viendo las teclas en matices de blanco y negro dando más elegancia a la sala. Una elegancia tranquila orientada aquellas casonas en los años 1800—

-Se supone que era tu regalo de cumpleaños—Susurró bajando la cabeza; y al mismo tiempo, dejándose caer sobre sus hombros aparentando cansancio—Ayer... tenía planeado esperarte en casa para obsequiarte este piano. Lo tenía planeado todo, pero entonces no llegabas. Primero me asusté pensando que te podría haber ocurrido algo malo, pero luego caí en la posibilidad de que estabas... con alguien más.

-Kyuhyun. No quiero hablar de esto—Pedí muy despacio—

-Solo déjame intentarlo. Si lo rechazas lo entenderé—Murmuró—Mi regalo era este piano... pero también esto—Subió las manos hasta la cubierta del piano, levantándolo y sacando un sobre, lo abrió rasgando el papel y revelando dos boletos de avión—

-Un viaje a las Bahamas para los dos—Bajó la cabeza—Quería pedirte que viajaras conmigo hasta allá, que me permitieras estar a tu lado por última vez. Ir a un lugar donde nadie conocía nuestros lazos de sangre, en donde podía sonreírte y mirarte sin que todos me acusen de amar a mi propia sangre del modo en que lo hago. Un viaje de un día, un viaje de despedida en el que no habría nadie más que tú y yo, un viaje en el que podía decirte todo lo que sentía sin miedos, y al regresar olvidarlo todo. Seguir con nuestros rumbos... tenía planeado un viaje de despedida.

-De despedida—Murmuré bajando la cabeza—

-Así es. Pero como ya vez. Lo he mandado todo a la mierda. Lo he fregado y te he lastimado hasta el punto que debes de odiarme. No te culpo ni te exijo que me cedas este viaje, solo dímelo... dime que haga mi propia vida y me apartaré de la tuya en este instante—

Silencio cauteloso entre ambos... silencio atormentador... tengo miedo de lo que voy a responder, tengo miedo de todo.

-Eso era todo lo que tenía que decirte—Murmuró Kyuhyun—Te dejaré sola.

Extendí las manos hasta alcanzar el sobre en el teclado, sosteniendo los pasajes de avión y quedándome viendo a mis manos actuar por sí mismas. Silencio... y luego las palabras de él resonando en mi cabeza—

-¿A qué hora parte nuestro vuelo?—Levanté la cabeza teniendo los ojos llorosos—

La mirada de Kyuhyun se inundó de un extraño brillo solitario, una extraña sacudida en su labio inferior y lo próximo que sentí fue sus labios sobre mi frente y sus brazos rodeándome la espalda.

-Perdóname—Murmuró quebrando su voz—No sé qué me ocurrió cuando hice lo de anoche, no sé por qué lo hice, pero sí sé que me arrepentiré toda la vida, (TN). Lo lamento tanto, (TN). No sé si algún día seré capaz de perdonarme—Su cuerpo se sacudía despacio y mis brazos estaban caídos a los costados, luchando con la ansiedad de corresponderle el abrazo y luego besarlo, pero no lo hice.

-Entonces ¿a qué hora nos vamos?—Cuestioné de nuevo—

-Nuestro vuelo parte a las once de la noche—Apartó su cuerpo del mío, entrecerrando los ojos con algo de esperanza reflejada en ellos-- ¿De verdad quieres hacer esto, (TN)?--

PROHIBIDO. Inocente PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora