~Capítulo 95~ Proteger a mamá

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No pido que me ames de nuevo y no vengo a usurpar el lugar de tu marido, (TN)... pero dame la oportunidad de cuidar al pequeño TaeYong. Sé que yo jamás seré su padre, y él también lo sabe... -- Apretó los labios-solo quiero... permitirme ser feliz aunque sea a mis ya cuarenta y ocho años (TN)... -- suplicó con aquel brillo en sus ojos profundos.

Me quedé en silencio por largos segundos, y luego sin decir más cerré la puerta dejándolo afuera. "Nadie puede reemplazar a TaeYong"

Más días transcurrieron y para mi sorpresa, en las tardes Kyuhyun ya hacia afuera, sentado en la vereda y con los hombros cansados. Sus ojos estaban hinchados, y en ocasiones solía golpear la puerta pero no se la abría.

Dos semanas después, llegué tarde a casa, y por primera vez Kyuhyun no se hallaba. Ingresé a la casa dispuesta a ir a correr y saludar a mi hijo. Había pedido a su maestra que lo trajera el día de hoy, pensando que estaría solo; no obstante cuando más me acercaba a su habitación, su risa se escuchaba más fuerte... Una risa mesclada. No había escuchado a mi hijo reír tanto desde la última vez que jugó con su padre... y es que ahora no tiene con quien jugar la mayoría del tiempo. Tengo que trabajar para mantenernos ya que el dinero que TaeYong tenía ahorrado no sería eterno.

Caminé hasta llegar a la puerta y la abrí silenciosamente.

Un alboroto en el interior distingüendo mi hijo corriendo hasta llegar a la cama y dejarse atrapar por Kyuhyun quien fingía ser un depredador. Más risas pero mi expresión continuaba nula. Las risas continuaron hasta que los ojos de mi hijo me distinguieron-

-¡Mamá!-Gritó, y Kyuhyun lo liberó, dándole oportunidad de echar a correr hacia mí-- ¡Mamá llegaste! ¡Mira! ¡El señor Kyuhyun ha venido a jugar conmigo!-Empezó a saltar-- ¡Yo soy el gran león de la selva y el señor Kyuhyun es una pantera que me arrebata a mi mamá!-Grito y enseguida empezó a hacer rugidos, colocándose delante de mí para extender sus brazos y protegerme-- ¡Solo mía! ¡Mamá es solo mía!-empezó a gruñir nuevamente pero Kyuhyun recuperó la compostura abandonando aquella sonrisa en sus labios-

-Mama ¿El señor Kyuhyun puede quedarse un poco más?-Se giró mi hijo hacia mí-Anda. Di que sí. Solo estamos jugando. Prometo no hacer travesuras. Di que sí. Mamá, di que sí- empezó a dar saltos en el piso-Por favor-

Tragué saliva dedicando mi atención a Kyuhyun-

-Puede quedarse un rato más-Respondí contemplando a mi hijo-No jueguen muy tosco-

Mi hijo sonrió dando un brindo y luego adoptó la postura de un soldado de guerra-

-¡Sí señor!-Respondió como un soldado a su superior-- ¡Tendremos cuidado y no derrumbaremos la casa!-

Sonreí inclinándome a besar a mi hijo. "Sonríe para mí, mi niño"

Un beso cálido reposé en su mejilla mientras mi niño rodeaba sus brazos por mis hombros y luego me devolvía el beso en la mejilla, disponiéndose a darse vuelta y reiniciar el juego con el que había iniciado con Kyuhyun.

Salí de la habitación observando a ambos desde tras la puerta. Mi niño sonríe a pesar de que él no es su padre, y sé que mi pequeño jamás olvidaría a su padre. Kyuhyun no trata de usurpar el lugar de TaeYong, solo sonríe con mi hijo a pesar de no ser el suyo.

Di media vuelta alejándome de la habitación.

Quizás las cosas no son como siempre las creo...

Me enamoré primeramente de Kyuhyun, y cuando llegó TaeYong a mi vida, él no reemplazó el lugar de Kyuhyun, si no que se forjó uno nuevo. El lugar de Kyuhyun siempre ha estado allí, aguardando y siendo cuidado sin ni siquiera percibirlo.

Respiré hondo y despejé mis pensamientos. Tenía que marcharme al trabajo.

Al día siguiente, al llegar a casa, cuando se suponía que la señora Cho cuidaría de mi niño, me di con la sorpresa de que no solo ella se hallaba en casa, sino que también Kyuhyun. TaeYong hacia inclinado sobre la mesa con las manos sobre el cuaderno, concentrado en las tareas que le habían dejado en la escuela. Es ahora cuando me doy cuenta que había dejado de hacer sus deberes desde que su padre falleció. Y yo no se lo había exigido.

Era complicado estando solo los dos, pero hoy estaba con aquella sonrisa de complacimiento cuando hacía algo bien y su padre siempre lo felicitaba, pero esta vez no era su padre quien lo animaba, era Kyuhyun-

-Buenas tardes-Llegué hasta la mesa y mi hijo se puso de pie sobre la silla saltando a mis brazos-

-¡Mamá, has llegado! ¡Has llegado!-Gritó efusivo y luego bajo nuevamente a la silla levantando su cuaderno de dibujo-- ¡Mira! ¡Mira lo que he hecho!-Me enseño y yo tomé el cuaderno entre manos. Era un dibujo ligeramente garabateado sobre el papel. En ella había un campo verde, unos edificios, algunas figuras que suponía que eran como el parque de diversiones, y a un lado se hallaban tres figuras. Tres personas. Una mujer con el cabello castaño y sus ojos azules, un hombre de cabello negro, un poco arremolinado y ojos cafés, y en sus brazos un niño muy parecido a la figura masculina. Éramos los tres. TaeYong, nuestro hijo y yo.

-Es papá-sonrió emocionado y mirando la hoja de papel-Papá, tu y yo. Ahora siempre lo llevaré en la mochila-sonrió emocionado mientras Kyuhyun le sobaba la cabeza.

-Es papá-sonreí inclinándome para besar a mi hijo. "Es papá. Él siempre estará con nosotros"

Los días continuaron, y aunque cada vez me era menos extraño tener a Kyuhyun en casa alrededor de TaeYong, aún me sentía extraña. Mi padre Papá ha venido a casa muchas veces a ver a su nieto, al igual que los padres de TaeYong que lo adoran como a nadie más en el mundo. Margaret cada vez está más grande aunque resulta ser bastante inquieta, casi una niña cuando corre tras mi hijo y él se espanta. Al menos por un tiempo corría desesperado de ella, pero luego se fue acostumbrando a su comportamiento tan efusivo y lleno de afecto.

Me enteré por boca de Margaret, que su madre está saliendo con alguien. Un director de periódico al que ha conocido por alguna razón extraña del destino. En un accidente de auto. Una vez la encontré mientras caminaba en compañía de mi hijo haciendo las compras del supermercado, y ciertamente Valeria se veía feliz. Quien diría. "Jamás es demasiado tarde para ser feliz"

Papá jamás ha comentado nada a pesar de que Kyuhyun siempre anda alrededor de mi hijo. Va y lo recoge del jardín, le ayuda con las tareas puesto que él solo trabaja por las mañanas, y luego se marcha de casa después de cenar. Mi padre tiene el cabello completamente blanco y arrugas extienden sobre su rostro, pero aun así es capaz de sonreír.

Caminemos en dirección a la cocina, guardando algunas cosas.

-¿Cómo te va?-cuestionó él-

-Bastante bien-respondí esbozando una sonrisa-

-Lo sé-Carraspeó con su voz cansada. El timbre de voz de mi padre es más ronco, más débil y lento-Pero me refiero a ¿Cómo te va con Kyuhyun?-

Fruncí las cejas guardando las tasas en la lacena. "Kyuhyun..."-

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Este capítulo ha sido cortito... pero solo faltan un capítulo más y el epílogo (que ya los escribí) y los subiré juntos el martes. (El jueves me daré mi descanso) hehehhe... y el sábado subiré un video-sinopsis a la página de lo que será el nuevo fic :) --- Pidan etiquetas allí-- Serpa el mismo método de publicación que este ^^ -- el protagonista... Sexy pez... (Extrañaba escribir con él) - el me inspira por demás :3 :3 -- Genero: Erótico, drama. 




PROHIBIDO. Inocente PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora