~Capítulo 89~ Pequeño TaeYong

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**************ESTRELLITA y COMENTEN*********** Nuevo reto en la parte inferior***********

Lo ayudé a tomar algunos medicamentos que el médico le había entregado; los cuales yo había insistido en que al menos los lleváramos; por si era el caso que él se animara a tomarlas. Son en su mayoría pastillas para el dolor, por si los dolores de cabeza se le vuelven más frecuentes.

Cargué en una bolsa con las pastillas y luego nos despedimos del médico, saliendo del hospital, encontrando a mi padre y los padres de él esperándonos. La sonrisa de su madre fue la más reluciente. Su cabeza cada vez más blanca pero el mismo amor hacia su único hijo.

El día parece tranquilo pero yo me hallo inquieta. Desde que nos casemos, es la primera vez en que realmente me he puesto a pensar en que llegará un día en que TaeYong me dejaría en cualquier momento. Que estaría presenciando cuando él atraviese aquella fase de dolor en la que desearé que este se detenga, que sufriré con él y me quedaré criando a nuestro niño, recordándole la imagen de su padre; quien lo amó más que nadie en el mundo. Llegará un momento en que TaeYong ya no estaría a mi lado.

Lo contemplé silenciosa mientras abrazaba a todos dándole una recibida. El desmayo que tuvo solo había sido repentino. Había parecido y desaparecido como si nada hubiera ocurrido; pero era difícil olvidar ahora que sé que estamos más cerca de que aquel día ocurra.

Unas lágrimas escurrieron por mi mejilla justo en el momento que él se volvió hacia mí, obligándome a limpiarlas con rapidez. Pero no a tiempo.

Regresó a mi lado tomando mis manos para llevarlas hasta sus labios. Tenía aquellos ojos penetrantes fijos sobre mí. Amaba que me mirara de aquel modo, pero en estos momentos, quería llorar.

-¿Estas bien?—Murmuró despacio, acariciando mis manos con sus labios; para luego subir sus manos hasta mi rostro, acariciándome las mejillas con las yemas de los dedos. Sus ojos recorrían cada centímetro de mi rostro, provocándome en mí haciendo sentirme la mujer más afortunada.

-Sí—Mi voz salió como un graznido, corroborando a TaeYong que mi respuesta no era la correcta—Estoy bien. No te preocupes— Esbocé una sonrisa—Y estaré mejor una vez que salgamos de este hospital.

TaeYong se inclinó hacia mí para besar mis labios en un gesto amable y enseguida, asentir.

-Vamos a casa—Susurró—Vamos a casa con nuestro bebé. Vamos con nuestro pequeño TaeYong.

"Nuestro hijo"

Nos marchemos del hospital dirigiéndonos a casa, en donde la señora Cho aguadaba por nosotros. ¿Dónde está nuestro bebé?

Lo tiene ella entre brazos meciéndolo mientras le canta una canción de cuna y aun así él no deja de llorar. TaeYong se acercó inmediatamente tomando a nuestro hijo en brazos y susurrarle frases que siempre le susurraba desde que estaba en mi vientre—

-Shhh... papá ya llegó—Murmuró meciéndolo—Papá está aquí; y mamá también está con nosotros. Todo está bien. Sonríe para mí, TaeYong. Sonríe para mí y para mamá—Continuó meciéndolo; y como yo conocía; nuestro bebé silenció su llanto al escuchar a su padre. Por supuesto que lo conocía bien... sabía que él es el hombre que nos repetía una y otra que nos amaba, aun estando en mi vientre.

Caminé hasta quedarme a su lado; para que luego, me lo entregara en brazos y me dispusiera a amantar a mi bebé. Sus puños apenas se aprietan y sus manitos arrugaditas sujetan el dedo de TaeYong quien me arrima a su lado, contemplando a nuestro bebé.

PROHIBIDO. Inocente PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora