~Capítulo 27~

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Una brisa cruzó por mi mejilla, una brisa con olor a alcohol, y ligeramente tibia. No era una brisa, era el aliento de Kyuhyun. Sus ojos estaban vidriosos y sus cabellos caían por sus cienes, ondulados y pegados a su piel por la humedad. Estaba sudado manteniendo su cuerpo tembloroso.

Sus manos acariciaban mi rostro, lo acariciaban lentamente, deslizando las yemas de sus dedos por cada centímetro de mi piel, delineando los bordes de mis mejillas, mi mandíbula, mis párpados y mis labios. Todo mi cuerpo se estremecía generando un dolor casi era semejante a la misma muerte. No. La muerte aun sería un consuelo.

-No puedo—Murmuré ahogando mi negación en un sollozo—No me pidas eso Kyuhyun, que no puedo hacerlo. Por lo que más quieras—Los ojos de Kyuhyun se tornaron más desesperados, más confusos y melancólicos.

Sus labios tartamudearon buscando palabras qué decir—

-Por favor, (TN)—suplicó apretando los párpados y dejando rodar sus lágrimas por sus mejillas—solo una vez más. Por favor—

Apreté los ojos y tome aire tratando de evitar que yo también terminara llorando delante suyo y complicara más las cosas.

"Sé fuerte, (TN). Desiste"

-Somos hermanos, Kyuhyun. Esto no puede ser—Cerré los ojos sin ser capaz de mirarlo a la cara—

-¿Hermanos? Maldita sea—rugió entre dientes presionando mis mejillas ligeramente ante la presión en sus venas-- ¿Acaso te importó eso cuando te dejabas hacer el amor por mí, antes?—

Subí las manos a mi pecho tratando de amortiguar el dolor. ¿Por qué él lo complicaba todo?—

-Eso era porque no lo sabía—murmuré sincera. Eso era la verdad. Si desde el principio hubiera sabido que él era mi hermano, quizás jamás me hubiese enamorado de él... quizás...

Kyuhyun tomó mi rostro con más fuerza y se empujó hacia mí, rosando mis labios con los suyos y dejando su aliento pasar por mi boca. Mi corazón se aceleró al igual que mi pulso. Todo en mí temblaba y se sentía decaer—

-Pues entonces haz como si no lo supieras y déjame hacerte el amor—Bajó su mano hasta mi cuello—solo una noche, (TN). Es todo lo que te pido... solo una noche—

Mis labios se sacudían ante la necesidad de presionar con más fuerza en su boca y formar un beso. Un beso que me quite el aire y me haga sentir que todo estaba bien. Un beso que me lleve a un mundo en donde esta realidad solo sea una horrible pesadilla. Pero no ocurría ni llegaría a suceder jamás—

-Por favor—Apreté los párpados escurriendo algunas lágrimas mías—Vete Kyuhyun. No te quiero en mi habitación, no te quiero aquí. Estas borracho y no sabes lo que dices—

-Sé muy bien lo que digo—prácticamente gritó en mi rostro, más desesperado que cuerdo—Sé muy bien lo que hago. Te amo, (TN). Te amo y esto me está matando—Retrocedí pasos subiendo las manos a mi rostro—Ya no puedo, (TN)... no puedo, y no quiero.

-Vete—insistí—Vete que entre tú y yo nunca más volverá a ocurrir nada—Los ojos de Kyuhyun se clavaron sobre los míos, inmersos en melancolía, dudas y desconsuelo. Avanzó pasos hacia adelante y luego me pasó de largo alejándose hasta cerrar la puerta de mi habitación y sentenciarme a una melancolía encerrada en cuatro paredes.

"Te amo, pero es imposible luchar contra esto"

Me derrumbé en el piso dejando escurrir lágrimas silenciosas para que él no me oyera, me permití sollozar tanto sin poder consolar mi corazón. Lo callaba, esto que sentía por él lo callaba y no podría revelarlo nunca, porque estar con la persona que más amaba era pecado... él era mi sangre. ¿Había hecho algo para merecer este castigo?

Al día siguiente caminaba el silencio por el pasillo en dirección hacia recepción, todo se ve como siempre. Una rutina a la que ya me estoy acostumbrando.

Avancé hasta recepción, firmé mi ingreso y nuevamente me dirigí q mi consultorio. Sujeté la perilla y giré a esta.

Una rosa apreció en frente a mi rostro, y un segundo después, tras la puerta salió el dueño de la mano que sostenía a la rosa color rojo carmesí.

-Feliz cumpleaños—Me sonrió Donghae curvando los labios ante una sonrisa entre coqueta, persuasiva y emoción—Que cumplas muchos años más, y que el resto de vida que te quede, la pases a mi lado y al de nuestros hijos—Arqueó las cejas esperando una respuesta mía.

Tenía los labios entreabiertos y mi corazón estaba ligeramente inquieto—

-¿Cómo sabias lo de mi cumpleaños?—Y siendo sincera, con todo lo que me había estado ocurriendo últimamente, hasta había olvidado por completo mi cumpleaños—

-Pues—Donghae tomó mi mano para hacerme ingresar y luego cerrar la puerta—Leí los registros de los trabajadores de mi clínica—

-¿A todos?—Lo miré acusadora-- ¿Te sabes los cumpleaños de todos los trabajadores?—

Donghae echó a reír subiendo la rosa y colocándomela tras la oreja derecha. Esta estaba sin espinas, por lo que no me lastimó—

-Digamos que solo revisé tu expediente—Sonrió orgulloso—Quería saber más de ti, y da la casualidad que era tu cumpleaños—jaló de mi mano hasta llevarme al escritorio—Primero de febrero.... Veintidós años. Feliz cumpleaños, señorita Jones. Es usted un año más hermosa—sonrió inclinando su cabeza para presionar sus labios sobre mi frente.

Apreté los párpados dejándome sentir más tranquila.

El rose de los labios de Donghae empezaron a descender para que segundos después, sentirlos bajar por mis parpados, mis mejillas y luego sobre mis labios. Me quedé inmóvil sin reaccionar, hasta que los labios de él se movieron en una lenta caricia.

Intenté mover los labios para corresponderle pero el beso fue torpe, ocasionando que Donghae sonriera sobre mi boca y se apartara.

-¿Muy rápido?—Arqueó las cejas. Asentí en mi defensa—

Donghae echó una mirada rápida a su reloj y enseguida presiono sus labios en mi mejilla para luego caminar hacia la puerta-

-Hora de trabajar, (TN)—abrió la puerta pero antes de marcharse se detuvo—Lo olvidé—me sonrió guiñándome el ojo derecho—Esta noche tenla aparatada. Tengo algo especial para ti—Me sonrió y se marchó-

¿Algo especial para mí?

Me quedé pensativa-

La mañana pasó con rapidez, y en el almuerzo imaginé que quizás Donghae vendría, pero no fue así. Nuevamente salí a comer sola, dirigiéndome por las calles y bastante tranquila.

-Señorita. (TN)—Me llamó la voz de quien ya reconocía. Giré encontrándome con aquellos ojos inquietos, un poco tímidos pero muy emocionados—

-TaeYong—le sonreí ante la sorpresa. Él amplió más esa cálida bienvenida, levantando las manos y mostrando un paquete forrado con papel de regalo.

"Pues parece que Donghae no había sido el único indagando sobre mi vida"

Lo miré acusante y él solo se encogió de hombros.

-Feliz cumpleaños—Me felicitó.

Terminemos dirigiéndonos al restaurant de su padre, por suplicas de Tae Yong. Me pidió que vinera con él solo por el día de hoy, ya que era mi cumpleaños. Era quizás este año el único que más personas aparte de mi padre me lo celebraban, y me hacían sentir mejor. Quizás hasta podía olvidar a Kyuhyun.

Caminemos hasta el restaurant estando cerca de la puerta principal, cuando en frente nuestro apareció Kyuhyun volteando la esquina, con la misma chica de hace unos días, la recepcionista.

Me quedé observándolo reír con aquella mujer. Entonces quise huir, pero luego me detuve.

"Detén esto, (TN). Ya no más"

Decidida me dirigí con TaeYong hacia la entrada, pero antes de ingresar la voz de él me llamó—

-Vaya, vaya--- se anunció vacilante tras mío —(TN). ¿Ya te ha dicho papá que no anduvieras acosando niños?—Bufó sínico—

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PROHIBIDO. Inocente PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora