PROHIBIDO. Inocente Pecado

~Capítulo 54~

Contemplé la pequeña copa en sus manos, extendiéndola hacia mí ¿Cuánto tiempo lleva bebiendo?

-Kyuhyun—Pronuncié bebiendo mi propia copa de Tequila, apretando la lengua contra el paladar ante el calor pasando como fuego—Kyuhyun. Por favor vete. No quiero discutir—

Kyuhyun sonrió vacilándose y se llevó la copa que me ofrecía a los labios para echársela por la garganta—

-Yo tampoco—Pronunció siseando con los dientes después de beber—Yo tampoco, (TN). No intentaré nada. Te lo prometo... debo contarte que yo también ya me cansé de todo esto—Soltó una sonrisa—Hablemos como lo que somos; hermanos—Hizo una pausa bebiéndose otra cosa-- ¿Dónde escondiste tus horrendas gafas hermanita? ¿Siempre las usaste?—El vaciló y luego arqueó las cejas—¿Eras una nerd? Apostaría que en la escuela te llamaban cuatro ojos—Echó a reír—Yo te llamaría así—

Bebí otro sorbo de tequila volviendo a tener la acidez en el vientre ante el líquido—

-Rata de laboratorio—Corregí con una sonrisa ante el recuerdo. Todos acostumbraban a burlarse de mí, pero dejaron de hacerlo cuando otro niño de peor aspecto llegó, entonces fui olvidada y pasé a ser la niña que nunca nadie notaba—

-Rata de laboratorio—Recalcó Kyuhyun—Debo contarte que yo era muy atractivo desde la cuna—Anunció él con orgullo—Con suerte y me hubiese convertido en un caza fortunas. Ya sabes. De esos tipos que se ligan con ancianas con un bolsillo acaudalado para luego quedarse con la fortuna—Echó a reír—No es mala idea... cuando era niño mi madre solía decirme que no dejara que me barrieran con la escoba en los pies, porque me terminaría cazando con una vieja—Bebió otro sorbo y yo hice lo mismo—Entonces yo siempre tomaba la escoba y me barría los pies diciendo "Que sea adinera, que sea adinerada" – Solté el tequila abriendo la boca y prácticamente echándole todo el licor en la cara ante mi ataque de risa, y él también echó a reír mientras se limpiaba la cara—

Miré hacia la mesa pidiendo otro tequila. Una botella—

-Me hacía pis en la cama—Confesé encogiéndome de hombros—me hacía pis en la cama hasta los cinco años—Kyuhyun arqueó las cejas—Mi padre solía decirme que inicié con ello cuando mi madre murió, aunque yo no la recuerdo mucho en realidad—

Kyuhyun bebió otro sorbo y yo hice lo mismo—

-Entonces yo debo contarte que caminaba desnudo por mi vecindario todas las mañanas hasta los siente años, con mi madre detrás para intentar vestirme—Sonreí riendo ante el pensamiento—Mi madre solía decir que estaba muy gorda, por lo que se me ocurrió hacerla correr por tas mío todos los días y no se lo dije hasta que cumplí siete años, es cuando mi madre corrió a la balanza para pesarse—Kyuhyun soltó una carcajada—Había subido dos quilos más porque después de conseguir atraparme y llevarme a casa, terminaba comiendo para recuperar fuerzas—Reí despacio bebiendo más—

Creo en las coincidencias, y creo también en el destino. De alguna forma ambos vinimos por razones diferentes, pero terminemos riendo. No más llanto, solo carcajadas. Kyuhyun incluso se dispuso a cantar en medio bar "El Rey" la canción conocida de Vicente Fernández; sí una ranchera. Cantaba mientras mostraba su perfil orgulloso y vacilante mientras chillaba y luego echaba a reír. No sé a qué hora salimos del bar, creo que incluso el dueño nos obligó a abandonar el local. Nos íbamos cantado, o más bien haciendo aullar a los perros con nuestra descoordinación hasta llegar a mi departamento. Caminé tambaleándome buscando insertar la llave en la cerradura, quizás me demoré cinco minutos porque veía tres agujeros en la cerradura. Ingresé a mi departamento y Kyuhyun solo caminó hasta derribarse en el sofá.