PROHIBIDO. Inocente Pecado

~Capítulo 83~Mal presentimiento

**********************ESTRELLITA Y COMENTEN :D************************

Apreté las manos contra las sábanas liberando aún más mis brazos, sintiendo el peso de su cuerpo sobre mí mientras sus caderas separan mis piernas y su boca devoraba cada vez más rápido.

Apreté los dedos sobre sus omóplatos, dejándome sentir tan pequeña contra él; y así mismo, mi boca suspiraba y emitía gemidos entrecortados.

-Has silencio—Murmuró con una ronquera en su voz, provocando que gimiera aún más y en consecuencia colocara su boca sobre la mía, ahogando mis gemidos.

Separé más las piernas presionando sus caderas contra mí, produciendo un dolor profundo mientras pequeñas risas adoloridas se asomaban por su boca mientras su mano derecha subió hasta mi pezón derecho, presionándolo y provocándome otro gemido que ahogó en su boca.

-Coloca las manos en tu boca—Murmuró deslizando su índice sobre sus dedos en señal de que hiciera silencio. Al parecer no era buena en ello.

Subí las manos sobre mi boca, tratando de amortiguar mis gemidos y respiración entrecortada mientras lo veía agachar la cabeza hasta sentir su boca sobre mi pezón izquierdo, tomando con los dientes a este. Arqueé el cuerpo presionando más mis pechos contra su rostro, percibiendo pequeños gruñidos de su garganta mientras producía movimientos circulares con su mano izquierda sobre mi pezón libre de su boca; y al mismo tiempo, mi pezón atrapado por su boca era succionado y mordisqueado cada milímetro, sensibilizándome.

Apreté los dientes con más fuerza mientras la fuerza en mis brazos se debilitaba lentamente, gruñendo entre dientes sin dejar de apretar sus caderas contra mi entrepiernas. Sentía el rose de su piel contra mi sexo que aumentaba en dolor, cada vez más.

Pronto su boca abandonó un pezón y tomó el otro haciendo lo mismo, produciéndome una mescla de dolor increíblemente placentero.

Su boca dejó mis pezones al oír un gemido más fuerte procedente de mí, situándose sobre esta en gesto defensivo mientras liberaba una risa adolorida sobre mi boca, gruñendo y luego bajando sus manos hasta mis caderas y mis muslos, sopándolos más.

Distinguía sus piernas flexionando sus rodillas mientras tomaba un almohada; y levantándome las caderas, colocó debajo a esta debajo.

-Has silencio—Pronunció entrecortado contra mi boca--

Subí las manos apretando las sábanas, asintiendo en silencio, pero un pequeño grito salió de mi garganta al instante que me penetró de una envestida, provocando que él colocara nuevamente su boca contra la mía, expresando el placer provocado.

Sus caderas empezaron a moverse saliendo e ingresando de mí en ritmos suaves al principio, pero conforme avanzaban sus envestidas, el calor en mi interior iba aumentando, produciendo mayor placer al sentirlo ingresar. Así mismo, una leve desesperación me abrumaba cuando me abandonaba saliendo de mi interior.

Lo podía sentir completamente duro mientras seguía bombeado en mí y yo trataba de no gemir con demasiado fuerza, aunque me era imposible. Aparté las manos contra las sábanas mientras su espalda se hacía cada vez más tensa y sus caderas empujaban cada vez con más fuerza y profundo, llevándome a un precipicio de placer hasta que finalmente una oleada de calor explotó en mi interior contrayendo los músculos de mi sexo y apresándolo en mi interior. Lo sentí estremecer su cuerpo al mismo tiempo que algo tibio y liquido me llenaba el interior, derrumbándonos sobe la cama y contrayéndome los muslos al dar la bienvenida a mi orgasmo.

Mi respiración era dificultosa y me era difícil volver a estar tranquila, pero después de que mi cuerpo se sintiera tranquilo, ya todo podía hacerme más silenciosa y calmada.