Quizás si te hubiese importando entonces no hubieses destruido mi matrimonio—soltó cayéndome cada palabra como una daga de hielo.
Más silencio y ella resopló dejando caer sus hombros—
-Disculpa... lo siento... aun no lo he asimilado del todo... yo... de verdad no lo sabía—Bajó los hombros mientras su voz se derrumbaba—
-Mamá ¿Por qué lloras?--- Murmuró la niña y su madre le sonrió—
-Estoy bien, Margaret—Le acarició la cabeza—
-Me alegra volver a verte—Sonrió Valeria-- ¿Podemos tomar una taza de café mientras charlamos?—
Un dolor mesclado con alivio en mi interior mientras asentía mirando a Margaret. Me recordaba mucho a mi hija.
Unos brazos me rodearon por la espalda, haciéndome pegar un brinco, y encontrar a TaeYong a mi espalda, abrazándome mientras reposaba un beso en mi mejilla. Con una mano dejaba el queso y la salsa en el carrito de compras, y así mismo, miraba de reojo hacia Valeria—
Mi sonrisa volvió a mis labios, sin poder ocultarlo, no obstante recordé a Valeria, girando hacia ella. Una expresión estupefacta recorría su rostro, llena de confusión y duda—
-TaeYong—sonreí a él—Valeria, él es TaeYong, mi pareja; TaeYong, ella es Margaret—le sonreí a la pequeña—mi sobrina, y ella es Valeria, la esposa de Kyuhyun—Y con esas palabras el cuerpo de él se puso tenso como una pieza de metal.
-Hola—Saludó Valeria observando a TaeYong muy fijamente, pareciendo estudiarlo detenidamente—Mucho gusto—
-Lo mismo digo—Respondió con la expresión endurecida. Claro que notaba la tensión en su cuerpo, y por ello fue que acaricié su mano que descansaba en mi cintura, inclinándome para besarlo y relajarlo. TaeYong terminó sonriendo, con aquel gesto que me hacía estremecer.
-Entonces ¿Podemos charlar?—comentó Valeria, rompiendo la burbuja entre TaeYong y yo. Por poco había olvidado aquello.
-Claro—sonreí-- ¿Podemos charlar en mi departamento?—Ella asintió.
Los brazos de TaeYong me rodearon esta vez reposando un beso en mi nuca.
-¿Ocurre algo malo?—Cuestionó, y yo negué rápidamente la cabeza—
-No. Por supuesto que no—Levanté las manos tomando su rostro para levantarme en puntitas y besar sus labios. Me fascinaba sentir a su cuerpo relajarse cuando lo besaba, su boca perdía control, y sus manos me atrechaban contra él tan fuerte como le era posible. Claro que amaba a este hombre. Lo amaba demasiado.
Nos dirigimos a mi departamento con las compras hechas, dejando todo en la pequeña sala. Valeria ingresó con su pequeña emocionada por descubrir el interior, y explorar todo el lugar. Ella resulta ser bastante inquieta, y eso nos ayudó.
-¿Un jugo?—Ofrecí y ella asintió.
Me dispuse a la nevera para ofrecerle a ella y a Margaret un jugo; ya que TaeYong no lo deseaba. Tomé asiento justo enfrente de ella, sentándome junto a TaeYong, quien hacia apoyado hacia delante, con la mirada fija en, prácticamente, la nada.
-¿Estas bien?—Pregunté posando mi mano izquierda sobre la derecha de él. TaeYong asintió y nuevamente besé su boca, produciendo una sonrisa en él.
-Ha pasado mucho tiempo—Rompí la burbuja entre Valeria y yo-- ¿Cómo han estado los tres?—
Un resoplido por parte de ella mientras miraba de reojo a su hija, que hacia distraída observando un pequeño reloj que tenía el mecanismo de una oruga girando a su alrededor—
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PROHIBIDO. Inocente Pecado
Fanfiction(TN) Jones a sus ya veintiún años, jamás ha besado a nadie, jamás ha conocido la palabra sexo y mucho menos se ha sentido atraída por un hombre. Ella es callada, tímida y vive encerrada en su mundo, comprometida con su trabajo y con el hombre que m...