-Hazme el amor—Hablaron mis labios en un susurro más claro que nunca- Hazme el amor, Kyuhyun.
No hubo necesidad de más. Las manos de él salieron disparas apretando mis muñecas levantándolas sobre mi cabeza y aplastando mi cuerpo entre el suyo y la pared. Su boca se frunció con la mía desesperada, sus manos me soltaron las muñecas dejándolas caer en sus nuca para luego sujetarme de los muslos y levantarme del piso, obligándome a rodear con mis piernas a sus caderas.
"Hazme el amor por última vez"
Me cargó en brazos apartándome de la pared fría para caminar contigo a través de su suite, hasta que finalmente me derrumbó contra la cama.
Él solo llevaba puesto unos bóxer, su piel se funcia con la de mis piernas y nuestros pechos eran separados solamente por la fina tela de su camisa que traía puesta. Era como una capa muy fina que se interponía entre los dos; sin embargo, no luchó por quitármela aun.
Besos profundos, húmedos y excitantes me hundían en placer. Su lengua tenía una danza con la mía, explorando cada detalle de mi cavidad bucal, mis labios eran chupados por él, mi rostro acariciado con delicadeza y sus manos se deslizaban por mis muslos apretándolos mientras sus caderas presionaban en mi entrepierna.
Gemidos ahogados de mi boca al sentir su erección contra mi sexo cubierto solo por la tela de mis bragas, un dolor profundo en mis entrañas y un calor que me desesperaba. Las sábanas eran lisas, y la oscuridad era calmada, además de la luz de la luna que ingresaba por la ventana y me revelada su silueta y algunas facciones de su rostro.
-Te voy amar cada segundo que me reste de vida—Murmuró con la voz ronca. Presioné mi boca con la de él para que no hablara más. Sus manos se deslizaron por los costados de mis bragas y acto seguido, levantándome las caderas las deslizó hasta abajo, dejándome desnuda, y usando prácticamente solo su camisa. Sus caderas empujaron más contra mí obligándome a soltar gemidos más fuertes y una expresión más endurecida por el dolor en mi sexo.
-Kyuhyun—supliqué más anhelante de lo que había esperado—
-Eres mía, (TN). No importa quien ocupe el lugar a tu lado, siempre serás mía—Se empujó para quedarse parado, quitándose el bóxer y luego arrodillarse en la cama.
Yo permanecía aun con la camisa puerta, pero él parecía sin planes de quitármela. Sujeté mis manos en los botones para intentar arrebatármela por mí misma, pero él tomó mis manos y las levantó sobre mi cabeza—
-Aun no te quites—Murmuró separando mis caderas—No te la quites, (TN). Yo te la quitaré a su debido momento.
El rose de sus caderas con mis muslos obligándome a morder mis labios.
Solo un segundo...
-ahhh—Solté un gemido ahogado al sentirlo deslizarse dentro de mí. Sus caderas se apretaron en mi entrepierna eliminando la distancia entre nuestros sexos. Un gemido ronco de la voz de él colocando sus labios cerca de mi oído izquierdo—
-Más—Musité—
Las caderas de él empezaron a moverse, saliendo de mí y volviendo a ingresar con más fuerza. Una ventisca de oleadas empujando en mi interior al momento que su pene bombeaba en mi interior una y otra vez. El choque de sus testículos con mi sexo generando algunos ruidos que se mesclaban con nuestros gemidos.
-Más rápido—supliqué viéndome envuelta de más oleadas de calor en mi sexo y mi vientre, mis músculos internos se iban contrayendo a mayor medida.
-mmm. Ahhh. ahhh—Gemí aferrándome mis uñas en sus espalda mientras su miembro me penetraba más profundo.
Envestidas más rápidas y exactas invadiéndome de miles se sensaciones hasta que finalmente una explosión surgió en mi interior, contrayendo los músculos de mis vientre y mi sexo, mandando chispas de electricidad por todos mis terminales nerviosos, derrumbándome ante mi primer orgasmo. Dos envestidas más y el cuerpo de Kyuhyun se tensó sobre el mío soltando un gruñido muy ronco anunciando también su orgasmo.
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PROHIBIDO. Inocente Pecado
Фанфик(TN) Jones a sus ya veintiún años, jamás ha besado a nadie, jamás ha conocido la palabra sexo y mucho menos se ha sentido atraída por un hombre. Ella es callada, tímida y vive encerrada en su mundo, comprometida con su trabajo y con el hombre que m...