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Diecisiete

Dylan me dejó en casa, se despidió con un «Buenas noches, linda» y se fue.

Me adentré en casa y me tiré a mi cama con un montón de pensamientos. Todo sobre lo ocurrido esta noche. Y con estos, me quedé dormida.

A la mañana, agradecí que fuera domingo. Estaba como una zombie. Tenía ojeras y me dolían los ojos por mi primera trasnochada.

No quería ver a Jessey. Si lo veía le rompería la cara al igual que él rompió su promesa.

Fue bueno que no apareciera en todo el día. Nuevamente surgió un sentimiento dentro de mí. Pero no sabía qué era.

[...]

No sé cuándo fue el momento en el que me encontraba en el baño. Tratando de no hacer un mínimo ruido.

Estaba ahí, de casualidad entré y minutos después entró Rouse junto a su amiga, Ann. Decidí esconderme, porque no quería escuchar otro grito de su chillona voz.

- El sábado por poco y muero Ann, Jerson casi se entera, estaba en la misma fiesta de Brent y yo, tuve que desaparecer del lado de Brent para que no se diera cuenta.

¿Jerson? ¿Acaso ella no salía con Jessey?

Espera J, Jessey, estúpida ni se acuerda de su nombre.

Eso entonces... Significa que... ¡Oh Por Dios! ¡Entonces Rouse estaba jugando con él! ¡Lo sabía!

Maldita sea. Y fui yo la que lo ayudó con ella.

Nota mental: Recuérdame autogolpearte después de esto.

- ¿No es Jessey, Rouse?-Ann sonaba confundida.

- Como sea, con tal de tener lo que quiero y no dejárselo a su amiguita esa, mejor. - Rouse tenía un tono de voz que la hacía parecer celosa.

- Dicen que son sólo amigos. Y también vecinos, los he visto ir por el mismo camino siempre.

- Ay Ann, ¡por favor! ¿La amistad entre hombre y mujer existe? No. O el hombre quiere algo o la mujer quiere algo. Es simple lógica.

- Si tú lo dices, en fin. ¿Me prestas tu delineador?

Rayos están maquillándose. Demorarán horas.

¿No existe la amistad entre géneros opuestos? ¿Y lo que tenemos Jessey y yo qué es?
Yo no quiero nada con Jessey, ¿O sí?
Jessey no quiere nada conmigo, ¿O sí?

No. Solo somos amigos.

Otra vez tuve una sensación.

Malditas sensaciones. Ya basta.

Cuando terminaron, veinte minutos después pude salir. Tenía que buscar a Jessey, ¡ahora! Aunque eso implique dejar de estar molesta con él para decirle todo.

- Según no me falla la memoria, hoy es lunes y... tiene Aritmética. ¡Sí! -en ese momento agradecí por haberme aprendido su horario.

Lo busqué entre todos los alumnos.
Vi una cabellera color azabache, entonces supe que era él.

- ¡Jessey! ¡Jessey!- volteó cuando grité

- ¡Maddie! Espera, ¿Qué haces aquí?- me dijo enarcando una ceja.

- Tengo que decirte algo, pero en privado. Es muy importante.

- Okey, sígueme - dijo y lo seguí.

Subimos a la terraza de la preparatoria. Tenía una excelente vista.

- Mad, escucha lo siento mucho yo no debí de haberte dejad...

- Rouse te engaña.- le solté sin más. Interrumpiendo lo que me estaba diciendo.- Tarado. Me dejaste el sábado, ¡sola! ¡Rompiste tu promesa! Eso no hacen los amigos. Me dejaste sola en un lugar que no conocía. Gracias a Dios Dylan llegó para llevarme a casa.

- ¿Rouse me engaña? No. Eso no es cierto. ¡Me estas mintiendo!-pensó por un rato- ¡¿Te fuiste con Dylan?! ¡Te dije lo que era él! ¿Y sin embargo te fuiste con él?

- ¡Pues sí es cierto! La escuché hablando en el baño, sale contigo y al mismo tiempo lo hace con el capitán del equipo de fútbol. Eso es taaaaaaaaan típico.- estaba furiosa- ¡¿Qué querías que hiciera?! ¿Esperar a que termines de rogarle por un beso a Rouse? ¡Me dejaste sola! Y lo más importante, ¡Rompiste tu promesa!

Noté como se sujetaba el puente de la nariz. Él también estaba molesto, nunca lo había visto así.

- Me estás mintiendo Maddie, y eso, eso no se hace. Te dejé sola, sí, lo lamento... ¡Pero por el simple hecho de que estés molesta no puedes ponerte a inventar cosas!

- Pues, ¿te digo algo? Estás tan enamorado de ella, que ella lo negará todo, tú le creerás y yo quedaré como una mal amiga. Pero conste que lo hago por que... Porque eres mi amigo.

- Maddie, eso no es verdad.

- ¿Quieres que te diga la verdad? ¡Pues bien! Estoy sintiendo aquellas sensaciones ahora, aquellas que te mencioné ese día y no sé por qué. Y todo por ti, porque trato de que abras los ojos... Pero contigo, es imposible...

- Maddie, yo... -balbuceó

Pero no escuché más porque lo dejé ahí y me fui. No pude contener las lágrimas y volví a llorar. Todo esto es una estupidez.

Sin pensarlo si quiera, ya le estoy dejando un mensaje a Jeni, ya que no me responde, y ahora la necesito más que nunca.

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De Mejores Amigos a NoviosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora