De Mejores Amigos a Novios

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Veinticinco

POV Jessey

Llegué a casa de Maddie antes de lo esperado. La esperé mientras hablaba con su madre y me decía que estaba muy guapo. Ella me contó en confidencia que su instinto de madre le decía que pasaba algo con Dylan, me dijo que lo vigilara, sin que Maddie lo supiera.

Nuestra charla terminó cuando vi a mi amiga bajar por esas escaleras. Se veía muy hermosa. Traía un precioso vestido amarillo maíz que le quedaba un poco arriba de la rodilla. Y su cabello estaba espléndido, esas ondas que se había hecho, le quedaban muy bien.

La halagué pero creo que lo entendió de otra manera. Como un cumplido de su mejor amigo, porque eso me dijo a la hora que salimos de su casa. Le pedí prestado el carro a papá para poder ir.

Cuando llegamos, encontramos al "novio" de mi amiga hablando con otra chica acerca de Maddie. O bueno, eso es lo que él dijo. Cuando le pregunté qué le contó sobre ella. Ésta titubeó, y sonó algo raro para mí.

Mi pregunta se vió interrumpida por el presentador anunciando la entrada de la chica del cumpleaños.

Cuando noté que Dylan miraba hacia otro lado, también me pareció extraño; pero vi una oportunidad para halagar de nuevo a Maddie. Pero esto, no funcionó. La del cumpleaños junto a sus amigas, me reconocieron de aquella vez que canté en el festival.

Le pedí ayuda a Mad, pero no lo hizo. Y ellas me llevaron al estrado donde estaba el dj. Sabía que era como su venganza, lo noté en su voz y su sonrisa.

No se me ocurría nada. Así que opté por la canción que le canté a Rouse. Pero esta vez, ya no sentía lo mismo que aquella vez.

Vi esos bellos ojos cafés mirándome. Aquellos ojos de Maddie que ahora que los veía bien, tenían un toque claro. Como una hoja cuando cae en otoño.

Todo esto se me turbó cuando la vi bailando con Dylan. Y todo desapareció cuando los vi besándose.
Y cuando digo todo se desvaneció es porque así fue. Dejé de cantar y me quedé petrificado. Todos pensaron que ya había acabado... Pero no.

Había estado practicando esta canción por una semana, y vi que era el momento correcto en el lugar correcto. I wish de One Direction con mi voz empezó a salir por los amplificadores.

Mad comprendió mi mensaje y se quedó viéndome con una mirada de confusión mezclada con asombro.

Pude ver que Dylan se percató de su cambio y se fue. Y por coincidencia la tal Sharon, tampoco estaba. Decidí seguirlo —órdenes de la señora Julie West— pensé.

Lo vi escabullirse por unos arbustos del local. Tuve que aguantarme unos gruñidos de dolor para que no se diera cuenta que lo seguí.

— Has venido sexy hoy Sharon.— la agarró por la cintura y la atrajo hacia él —¿No me digas que estás molesta bebé?

¿Bebé? ¡¿Bebé?! Maldito desgraciado. Él era como me dijeron. Engañaba a Maddie de la misma manera en que Rouse jugó conmigo. Me las pagará. Con mi mejor amiga no, eso no.

— Dylan, sabes que esos jueguitos tuyos no me agradan, pero... ¿La quieres no es así?

— Reina, a pesar de esos juegos sigues viniendo a mí. —la atrajo más— No, no la quiero. Tú sabes qué es lo que en realidad busco, ¿no? Lo demás es teatro.

Noté como la apretujaba contra la pared, le besaba el cuello y le tocaba los muslos.

Escenas no aptas para menores de 18 años.

No es el mejor momento para pensar cosas así.

— Sí, yo sé lo que buscas. Pero aquí no se puede. Lo sabes. Ella está aquí. Y si no me hubiera enterado hace un mes que era tu "novia" le decía que éramos más que amigos y le diría en su cara lo perr..

Sus ojos se posaron en los míos. Entonces me di cuenta que había salido mucho de entre los arbustos.

— ¡¿Qué hace él aquí?!— se notaba la furia en su voz.

— Maldita sea, el perro fiel. — susurró Dylan, aunque más sonó para los tres

— ¿A quién le llamas perro eh? Si tú eres peor. Yo sabía de la calaña que eras. Se lo dije a Maddie pero ella se quedó encantada por tus halagos y tus apariciones como un héroe. Eres un maldito desgraciado. Mad no se merece esto...

— ¡¿Y que?!— saltó a gritarme— ¡Tú le hiciste más daño del que yo le haría! La dejaste sola y ése fue el momento en el que yo entré. ¡¿Quién es el desgraciado ahora eh?! ¡¿Tú por abandonarla o yo por engañarla?!

Rayos, están iguales.

Se supone que deberías estar a mi favor. Pero, es cierto.

— ¿Tienes el valor para admitirlo frente a mí?— puse un tono enfadado y achiqué mis ojos— ¡Y tú!— solté furioso mirando a la chica— ¿Estás enterada de todo y sigues así? ¿Acaso no tienes dignidad? ¡¿Dónde esta esa dignidad de la que tanto hablan ustedes?!

Los dejé y salí empujando los arbustos. Tenía que buscar a Maddie ahora mismo, para sacarla de aquí y decirle lo que había visto.
Ambos estábamos hechos una furia.

Cuando llegué a ella, Dylan también llegó. Le ordené a Maddie para irnos, pero quería una explicación. Pero... Luego recordé cómo ella me había dicho lo de Rouse. Entonces pensé: ¿si yo no le creí a mi mejor amiga, porque ella ahora debía de creerme?

Mejor me callé y salí. Era insoportable toda la rabia que sentía. Estaba a punto de golpear algo cuando oí su voz a mis espaldas.

Me había seguido. Le dije que se fuera porque estaba furioso, pero en lugar de eso, me abrazó. Fue lo mejor de esa noche. Entonces recordé a Dylan, le dije que ella fuera y hablara con él, que había pasado algo allí dentro y que él era el encargado de decirle, no yo.

Y así fue, ella se fue con una mirada hecha furia. Dejándome solo.

¿Se iba furiosa porque no le decía o porque sabía que era algo malo muy importante como para que yo estuviera de esa manera?

Me perdí en mis pensamientos de nuevo, en ella. En Maddie.

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