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Veintiuno

Es viernes, Dylan y yo fuimos a ver El Último Cazador de Brujas con Vin Diesel. Fue una extraordinaria película. Dylan pareció que la disfrutó también.

Desde ese día, mamá se preguntaba porqué ya no me hablaba con Jessey y porqué el ya no venía a verme en las noches. Casi logro hacer el truco de que salga leche por la nariz cuando dijo eso.

— ¿Que él venía a verme? — me río nerviosamente— Ay mamá, pero que cosas di...—me miró con esa cara de "hablo en serio hija"— ¿Cómo... lo sabes?

— Es imposible no dormir con la risas de los dos, que se escuchan hasta la cocina, Maddie. Sé que son o eran amigos, pero el problema que hayan tenido deben de solucionarlo. ¿No crees que es malo perder a un amigo? Al único amigo que has hecho en esta nueva etapa hija. Y ahora sales con ese muchachito... Dyron.

— Dylan, mamá.—la corregí— Mamá, Jessey y yo tuvimos un problema de confianza. Es él el que debe disculparse no yo.

Cuando terminé de contarle el problema a mi mamá, creo que logró entender. Pero a mi mamá no le agradaba Dylan, dice que tenía algo raro, que su sentido de madre le decía eso, yo lo llamo "mi mamá es paranoica". Dice que mejor le agradaba Jessey. Porque venía a la casa. Aunque pocas veces se haya cruzado con mi mamá. Y solo una vez con mi papá. Cómo olvidarlo, me río ante el recuerdo.

Jessey había venido a verme para ir a estudiar, pero demoré en bajar. Mamá le ofreció el desayuno mientras yo terminaba de alistarme. Papá bajó antes que yo, y yo escuchaba desde las escaleras. Jessey estuvo expuesto a la mirada de mi papá y a sus preguntas.

— Así que tú eres el amigo de mi hija— enfatizó amigo —¿El que cayó aquel día del árbol? ¿El que viene a verla?

— Eh, sí señor West. Somos amigos. Nuestra amistad es... Muy peculiar. Ya le expliqué a ella la razón por la que subí ahí aquella noche.— Jessey sonaba nervioso.

— ¿No estarás pensando en quitarme a mi bebé, cierto?

— No, señor, no. Solo somos amigos. Y compañeros. Y disculpe mi comentario, pero tiene una hija muy linda. Y si quisiera algo con ella ustedes, señor y señora West serían los primeros en enterarse. Pero, como no es así. Me encargaré de cuidarla cuando usted no esté. ¿Trato?

El silencio de papá me puso nerviosa. Y no sé de dónde rayos Jess sacó el valor para decirle algo así a mi papá.

— Eres muy astuto, niño.—le respondió— Pero es un trato. Y como no lo cumplas, recuerda que sé cómo desaparecer un cadáver.

— ¿Es usted forense?— preguntó con miedo mi amigo. Mientras yo trataba de no reír, papá y sus bromas.

— No, pero igual tenlo en cuenta.

Al final terminé bajando y trayendo una sonrisa por mi papá. Lo amo.

Ahora me estoy riendo porque me gustaría que papá lo asuste así sabiendo qué cuidado me dió aquella noche en la fiesta.

—¿De qué te ríes?—cuestiona Dylan al mirarme.

—Recordé algo gracioso.

Porque eso era, un recuerdo. Aquellos días en los que la pasábamos bien. Pero todo acabó, de un día para otro.

Cuando le conté a Jeni sobre Dylan me dijo que tuviera cuidado, ya que apenas lo conocía, pero que igual me apoyaba y si me hacía daño pues que aplicara mis técnicas aprendidas en Karate, y que también ella, al igual que papá, sabían cómo desaparecer un cadáver.

Todo con respecto a mis salidas con Dylan iban mejorando. Salíamos a pasear, al cine, a jugar, a comer. Ya iban tres meses que no veía y no hablaba con Jessey. Dylan había ocupado poca parte de la que dejó mi amigo, ya que igual extrañaba a ese tarado.

Dylan me pidió que lo hiciera el hombre más feliz del mundo. Dudé por unos días pero al final me decidí y se lo di. Dylan sonrió de felicidad.
Nunca creí que fuera tan grande, pero mamá también pasó por esto.
Dylan me compró un peluche enorme, llegaba a mi cintura.

— Para que lo abraces cuando yo no esté, linda, feliz primera semana.— lo abracé fuerte.

— Gracias.— le dije aún rodeándolo con mis brazos

Fuimos a comer pizza. Luego, a los juegos. Al final, fuimos al parque de siempre.

Me empezó a platicar acerca de su prima, que pronto harían su fiesta de 16 años. Que me iba a pasar la invitación después. Charlamos durante largo rato. Regresamos a mi casa temprano ya que para mañana tenía deberes. Me dejó en la puerta, nos despedimos y se fue. Así que cerré la puerta sin más.
Subí hice mis deberes y me quedé hasta las diez, entonces fui a dormir.

Me desperté después de media hora. Cuando mamá entró y me dijo que debía de abrir la ventana, que mi habitación olía a papeles y a sudor. Cuando se fue volví a dormir.

Creí que no iba a volver a ver a Jessey. Que nuestra amistad se había terminado. Que él estaba con Rouse y que le creía a ella. Que todas las cosas que pasamos se habían olvidado.
No supe nada de Jessey hasta ésa noche. Ésa noche en la que casi muero de un paro cardíaco, otra vez.

🌌

De Mejores Amigos a NoviosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora