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Cinco

Cuando llegamos a la avenida Gibson encontré a pocas personas fuera. Por lo visto Jessey los conocía, porque los saludaba.

Duh, obvio tonta, son sus vecinos.

Habló mi yo interior y la obligué a callar.

— Bien Adiós.— dije lo más cortante posible.

— Espera, ¿Mañana a qué hora vas?.— Esperen, acaso, ¿Me quiere acompañar?

¿Por qué?

— Obviamente, para ir juntos. A menos que quieras ir sola.

Eso suena bien, no me quiero arriesgar a perdernos otra vez. Dile que sí.

Considerándolo, asumo que es una buena idea, solamente hasta que recuerde bien el camino y podré regresar sola.

— Bien— le respondo, alejándome poco a poco—, te veo mañana a las siete con treinta aquí. Y no llegues tarde, o me iré sola igual.

— ¿En serio? Eso suena bien. —lo dijo en un tono amable. Bien, al menos no sonrió o se rió con esa risa toda burlona suya.

— No te lo tomes tan a pecho, no suelo confiar tan pronto en personas que son amigos-vecinos míos.— le doy una sonrisa sarcástica y me dirijo a casa.

— Está bien, todo a su tiempo Mad — dicho esto él también empieza a abrir la puerta de su casa.

— ¡Y es Maddie! ¡No Mad! — creo que media calle escuchó mi grito, qué vergüenza.

— ¡Y yo te digo que te llamo como quiero!— fue lo último que le escuché decir antes de que la puerta se cierre.

🌌

Todos los días siguientes fueron así. Aunque yo era buena con la literatura y Jessey con la música, me escuchaba todo el tiempo sobre los libros que leía. Mientras él me hablaba acerca de todos sus artistas, era muy interesante cómo le brillaban los ojos.
Nuestra amistad era como un dame y toma. Aunque siempre lo golpeaba por tonterías que decía.

Cómo se van a negar, ¡soy extremadamente guapo!

¡Tienes que admitir que soy maravilloso!

Yo debería de estar ahí para que me dibujen, ¡Soy el modelo perfecto!

Creo que, en serio podemos llegar a ser buenos amigos. Eso espero, es algo que no quiero volver a repetir. Y algo dentro de mí, me dice que Jessey es distinto, y será una buena experiencia para contar en un futuro.

— Oye, Mad, ¿Qué crees que fue primero: el huevo o la gallina?

— Rayos, Jessey, por preguntas como esas es que a veces me cuestiono por qué es que tienes tantos amigos.— me río y lo golpeo.

— Dicen que soy una persona divertida, ¿Puedes afirmar eso también?

— Yo creo que eres insoportable.

— Tú también lo eres, no te quejes.— me lanza una bolita de papel a la cara.

Me río y siento como si estuviera con Jeni, y eso, eso me hace sentir bien.

🌸

De Mejores Amigos a NoviosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora