POV Maddie
— ¡Ey! — grito tocando la puerta — Hoy es día de lavandería. Despierten ya.
Se escuchan gruñidos del otro lado y quejidos.— Thiago, no gruñas ni te quejes, o no habrá salida con Ariana la próxima semana.— lo amenazo y voy a la segunda puerta.
Un »¡Pero mamá!« se escucha de fondo y yo sólo sonrío. Soy muy mala.
— Eli, despierta ya cariño — no recibo ninguna respuesta — Eliana, Eliana, despierta ya pequeña holgazana.
— Pero mamá, se te ocurre hacer lavandería cuando ayer fue sábado. Thiago y yo estamos exhaustos. No es justo. — responde rápido y escucho sus sábanas moverse.
— Bien, como nadie quiere ayudar. Se lavan la ropa solos y no salen. — ambos abren sus puertas sincrónicamente y veo sus caras de espanto — He dicho.
Sus frentes se arrugan, y es cuando me estoy retirando que cierran sus puertas de un portazo.
»Tranquila, tranquila, son tus hijos« canturreo en mi mente para poder estarlo.
Voy a mi habitación a recoger la ropa para empezar ya. Y me encuentro con otro problema.
Jessey está roncando como si no hubiera mañana, y pareciera que nunca fuera a despertar.
¿Tendré que hacer todo yo sola?
— Jess, cariño, anda despierta. — lo zarandeo y él sólo mueve su nariz — Necesito ayuda con la ropa.
Lo sigo zarandeando y a las justas si logro que mueva su brazo — Bien, para ti no habrá nada de postres. — le digo y es ahí cuando abre sus ojos.
— Cariño — me dice bostezando — Tus hijos tienen razón, hoy es domingo. Y aún no sé cómo estás despierta tan temprano.
Termina de decirlo y se vuelve a acostar.— ¡Bien! ¡A partir de hoy se lavan todos su ropa solos! — grito y cierro la puerta de un portazo también.
— ¡Pero Maddie! ¡Eso no es justo! — escucho que Jess grita desde nuestra habitación — ¡A veces no te entiendo! ¡Deberías de entendernos también! ¡Pero bien! ¡Haz lo que tú quieras!
Bueno, como dicen no todo es color de rosa, hay veces en las que el color negro, o rojo, invaden la vida de alguien.
Siempre dicen que el primer año de matrimonio no es el mejor. Es cierto, hubieron muchas dificultades, problemas, en donde se necesitó la fuerza de uno y el amor de los dos.
Casi siempre el problema de ayudar con las cosas de la casa existió entre Jessey y yo, y yo quiero que eso se acabe, es decir ¿Quién quiere vivir discutiendo toda su vida? ¿Quién quiere estar queriendo y pasándose la mayoría del tiempo discutiendo por cosas sin razón? Yo no puedo hacer todas las cosas sola, a veces me gustaría que los tiempos de juego y diversión, regresen.
Familia.
Ésa es la palabra que arma un conjunto. Jessey, Thiago, Eliana y yo, somos una y sólo nosotros no lo conformamos; también están mis padres y los de Jessey. Viéndolo de ese modo, la familia es muy extensa.
Dejo el canasto en el piso y abro la llave para empezar a llenar la lavadora. Enciendo la radio y tarareo una canción que se pega bastante bien. — Si tú no estás ya no quiero nada, nada. — canto una parte y los recuerdos me invaden.
Oh, Dios, no. Me es imposible no ponerme sentimental, siempre lo he sido, y mis ojos se aguan. No me gusta estar así con ellos. No me gusta discutir con Jess, y mucho menos castigar a mis dos pequeños. Aunque ya no lo estén.
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De Mejores Amigos a Novios
RomanceMaddie West, una chica común y poco sociable entra a una nueva preparatoria, pues por el trabajo de su padre tienen que mudarse a otra ciudad. Por una casualidad, llega a conocer a Jessey Black, quien llega a su vida para darle un toque de su chispa...