La noche me agarró desprevenida. Comencé a caminar dirigiéndome a mi departamento, que por cierto me quedaba demasiado lejos. Enseguida recordé que mañana comenzaría con mi nuevo trabajo, y no quería llegar tarde el primer día.
Mientras apresuraba la caminata, sentí unos pasos detrás de mí. A penas giré mi cabeza por arriba de mis hombros, y noté dos sombras. Comencé a sentirme perseguida y cada vez iba más rápido, pero pude sentir que aquellos dos individuos trataban de ir a mi mismo ritmo.
— ¿Necesitas compañía? —preguntó una voz masculina, que alcanzó mi ritmo. Mientras que el otro individuo soltaba una carcajada.
« ¿No podría ser peor? ¿No?»
—No gracias. —apenas musité, y metí mis manos en los bolsillos de mi campera.
— ¡Vamos! No te haremos daño... —Sentí un escalofrió por todo mi cuerpo cuando me di cuenta de que aquellas dos personas me acorralaron en un pequeño callejón. Supe, que con la fuerza que me habían tomado me lastimaron el brazo.
— ¡Déjenme! —grité desesperada.
— ¡Quédate quieta! —me devolvió el gritó uno de ellos mientras intentó besarme.
No había rastros de ninguna persona que pasase por allí. Así que tomé la decisión de actuar antes de que pudiera pasar lo peor.
Levanté mi rodilla y con todas mis fuerzas y rapidez, se la di en su entrepierna, mientras que al otro lo empujé y salí corriendo como nunca en mi vida lo había hecho.
Jamás pensé que podría llegar a correr tan rápido.
Mientras corría, a penas miraba hacia atrás, y noté que los había perdido. Unas pequeñas lágrimas rozaban mis mejillas, pensando en lo que me pudiera haber pasado si no hubiese reaccionado. Todavía me quedaba un largo camino a mi departamento, pero para tener más seguridad de que los había perdido, me acerqué al restaurante que se encontraba a una cuadra de donde estaba.
Era Nando's. De pequeña, solía ir con mis padres y mis hermanos a cenar allí. Me encantaba este lugar, y por cierto, la comida era deliciosa.
Tomé asiento en una de las mesas que se encontraba en contra de una ventana. Enseguida sequé mis lágrimas con disimulación.
—Señorita... ¿qué va a pedir? —preguntó uno de los mozos.
A decir verdad, no tenía dinero ni siquiera para una taza de café. Sabía que si le decía eso me echarían de allí, porque para ellos, estaba ocupando el lugar de personas que si pagarían para comer o tomar algo.
—Lo siento, pero no traigo dine... —Y antes de que pudiera terminar de hablar, mi corazón comenzó a latir con fuerza, como nunca antes me sucedió.
—Discúlpeme señor, pero ella viene conmigo. —dijo su dulce voz.
—Con permiso. —murmuró el mozo y se retiró.
Él tomó asiento delante de mí y yo, no sabía cómo reaccionar.
—Niall... —conseguí decir.
— ¡Emily! —sonrió. — ¿Estás bien? –preguntó, en el momento que se percató de mi rostro bañado en lágrimas.
—Si... —bajé la mirada. —Gracias por lo de recién... No sé a que vine aquí si no traje dinero.
Por el momento no sentía una confianza segura en él, para contarle lo que me había pasado hacía un momento.
—No es nada. —murmuró, mientras rozó sus manos con las mías, que se encontraban posadas arriba de la mesa. — ¿Quieres comer algo? — ofreció.
—No,... gracias.... —soné nerviosa, debido a que sus manos se quedaron apoyadas sobre las mías. —Ya tengo que irme... acuérdate que mañana empiezo a trabajar. —le sonreí.
— ¡Oh! Cierto... —respondió, mientras quitaba sus manos de arriba de las mías, y las dejaba a un lado. —Ven... Te llevo a tu casa.
— ¡Oh, claro que no! No te molestes...
—No es ninguna molestia Emily... —dijo, mientras se levantaba de la silla. —Vamos...
—No, gracias Niall... Puedo caminar. —Me negaba, debido a que me deba vergüenza. Sabía que ninguna directioner, se resistiría.
— ¡Vamos! Te llevo... —insistió.
—De acuerdo. —sonreí.
Salimos del lugar, y caminamos hasta su coche. Fue tan caballero conmigo, hasta el punto que abrió la puerta de su auto para que pudiera entrar. Subió en el asiento del conductor, le dije donde vivía, y puso el coche en marcha.
— ¿Estabas llorando no cierto? —rompió el silencio.
Me sentí una holgazán debido a que no le respondí, y me quedé en silencio hasta que él me volvió a hablar.
—Lo siento... Creo que soy algo... entrometido. —se disculpó, y noté que me observaba de reojo.
—No te disculpes... —musité. —Es que tuve una mala noche... —lo miré, él me miró por un instante, y le forcé una sonrisa.
Frenó frente a mi departamento. Me dijo que mañana me esperaría para empezar con el trabajo. Lo saludé con la mano y bajé del coche.
Él, no se fue hasta que entré al departamento, lo cual me pareció muy atento de su parte.
![](https://img.wattpad.com/cover/5761269-288-k199641.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Nunca te olvides de mi (NIALL HORAN) |TERMINADA|
RomanceNovela de Niall Horan. ✓ TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. ✓ HISTORIA COMPLETAMENTE MÍA. ✓ PROHIBIDA SU COPIA Y/O ADAPTACIÓN. ✓ SI SE DESCUBRE QUE ESTA NOVELA ES PLAGIADA, SE TOMARÁN MEDIDAS ESTRICTAS. ©