Me desperté de un salto de la cama, debido a que mi celular no paraba de sonar. Era Rebb, me estaba llamando.
— ¿Rebb?
— ¡No te olvides de la reunión!
—No me digas que me has llamado para decirme eso...
—Mmm, creo que si...
—Sabes que no me olvidaré... Estate lista a las ocho menos veinte.
— ¿Pasarás por mí?
—Si... Luego buscaremos a Liz, e iremos a esa espectacular y divertida charla de Directioners.
—Bueno amiga, me iré a bañar y luego a producirme...
— ¿Qué? Pero si apenas son... —miré hacia el reloj que se encontraba en mi mesita de noche mientras seguía acostada en mi cama.
—Las seis y media de la tarde... —me contestó, antes de que me diera tiempo a responderle.
—Wow... No pensé que dormiría tanto... Bueno, luego me bañaré y te mandaré un mensaje cuando pase por ti...
—De acuerdo. ¡Un beso!
—Adiós.
Colgué mi celular, y seguí durmiendo un rato más.
El tiempo se me pasó volando y cuando volví a despertar ya eran más de las siete y media. Me levanté de un salto, tomé mi celular y lo ojeé, tenía más de cinco mensajes de Rebecca. Me puse un jean negro, un buzo verde agua, que llevaba como estampado la famosa abreviatura GAP. No tenía ni idea de lo que significaba, ni tampoco me interesaba. Me calcé mis zapatillas de converse, que poseían como estampado la bandera de Inglaterra.
Bajé, y saludé a Margarita. Me imaginé que mis padres no estarían. Ni me gasté en preguntar por ellos.
Le pregunté a ella, si en el garaje se encontraba la camioneta, o si se encontraba el coche. Me dijo, que nada más se encontraba el coche. Tomé las llaves, sin el permiso de mis padres, me valía lo que digan al respeto de que no le hubiese pedido su permiso a ninguno de los dos. Margarita me pidió que tenga mucho cuidado, y que no vuelva tan tarde.
Saqué el coche del garaje, lo puse en marcha, y fui en busca de Rebb. En menos de diez minutos me encontraba afuera de su casa. Le mandé un mensaje diciendo que saliera afuera.
— ¡Holi, holi! —saludó mientras subía al coche.
—Que onda Rebb —Enseguida noté que llevaba un jean claro, unas zapatillas blancas, y el indispensable buzo de One Direction, que por cierto le quedaba un poco grande.
Volví a poner el coche en marcha, y fuimos a por Liz.
—Agárrate cuando Liz se entere que te has sentado adelante... —le dije, mientras observé que estaba conectando su celular en la radio del coche.
—Esa bitch siempre va adelante. Hoy me toca a mí. —dijo con pura seriedad, mientras que ese comentario, me causaba gracia, al igual que a ella.
—Bueno, no te lo tomes a pecho... —le sonreí. –No me digas que vas a poner...
Me miró, y con un tono malicioso me respondió:
—Claro que si cariño...
En menos de unos minutos, aquellas cinco voces comenzaban a sonar dentro de mi coche. Algo que nunca imaginé.
— ¿Qué canción es? —le pregunté, debido a que me había llamado la atención.
Dejo el canto a un lado y me respondió.
—One way or another... Pero no es de ellos... —aclaró enseguida.
—Lo sospeché... —murmuré, mientras estacionaba frente al hogar de Elizabeth. —De acuerdo, hemos llegado a la casa de Liz.
Le mandé un mensaje de texto y enseguida salió. Cuando vio que Rebb estaba sentada adelante, le hizo un gesto para que vaya al asiento de atrás, pero Rebb se avivó, y trabó la puerta.
—Atrás chiquilla... —le dijo Rebb.
— ¡Ya verás! —farfulló Liz, mientras enmarcaba una de sus cejas. Por lo que vi, tenía puesto un jean gris desgastado, unos borcegos negros, no largos, sino mas bien le llegaban un poco más arriba del tobillo, y obviamente un buzo de One Direction.
Subió al coche, y mientras escuchábamos One way or another, nos dirigíamos a la reunión.
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Nunca te olvides de mi (NIALL HORAN) |TERMINADA|
RomanceNovela de Niall Horan. ✓ TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. ✓ HISTORIA COMPLETAMENTE MÍA. ✓ PROHIBIDA SU COPIA Y/O ADAPTACIÓN. ✓ SI SE DESCUBRE QUE ESTA NOVELA ES PLAGIADA, SE TOMARÁN MEDIDAS ESTRICTAS. ©