Nunca te olvides de mi (NIALL HORAN) |TERMINADA|

Capitulo 49.

Una extraña corriente comenzó a recorrerme la columna, desgarrándome por dentro.

Lo que mi madre acaba de confesar era totalmente inesperado.

Inverosímil.

¿Cómo era posible, que una mujer esté con un hombre que no la ame? ¿Con una persona que no comparta aquel sentimiento de amor? ¡Cómo era posible estar con alguien, sabiendo que esa persona estaba enamorado de otra! ¿¡Cómo era posible que incluso tengan hijos!?

Oh Dios.

Esto era muy fuerte.

Me quedé completamente perpleja.

No podía creerlo. Estaba completamente nula.

—Mamá... —conseguí decir, con un nudo en la garganta.

Bajó la mirada y supe que se sentía muy dolorida por lo que acababa de decirme.

—Hija... —con lentitud, llevó su mirada hacia mí. —Tú padre nunca me quiso, y yo siempre lo supe... pero él lo era todo para mí, hasta que llegaste tú y tus hermanos... me cambiaron la vida. Sé que durante toda tu niñez, la mayor parte del tiempo la pasaste con Margarita... —niega con la cabeza. —Te pido perdón hija y le agradezco a Margarita por lo que eres. La relación de tu padre y mía cada vez se iba desgastando más y más... yo no quería perderlo y me enfocaba en ser la mujer "perfecta" para él, por eso, aquel error que cometí contigo al no estar a tu lado, quiero, debo y necesito evitarlo con tus hermanos, quiero que sientan el verdadero cariño de una madre y quiero significar una buena madre para ellos.

Dio un gran suspiro y tomó mis manos entre las suyas.

—Lo eres... —dije, sonriendo con dulzura. —No lo dudes, todos tenemos errores de los cuales aprendemos, y sé que estas arrepentida de lo que sucedió, y te entiendo.

—Muy arrepentida... —admitió, entre suaves sollozos.

Me partió el alma ver a mi madre llorar.

Nunca la había visto así. Estaba destrozada. Aquella mujer estaba descargándose conmigo, desahogando aquellos duros secretos que le jodieron la vida. Aquella dura realidad, que le jodió la vida.

—Emily escucha, sólo quiero que sean felices con tus hermanos, en especial tú... porque te he fallado como madre, y mira hija, si eres feliz con Niall... —tragó saliva. —Yo lo aceptaré.

— ¿Aunque él sea el hijo de la mujer, la cual, tu marido estuvo enamorado toda su vida? —pregunté con inseguridad.

Se quedó callada por unos segundos, pero no dudó con su respuesta.

—Eso y más Emily... con tal de que seas feliz, haré lo que sea cariño... —sonrió con ternura.

Sus ojos reflejaban la verdadera madre que llevaba dentro. Aquella madre atrapada por el amor, hacia un hombre que no lo merecía. Aquella madre que siempre, amó a sus hijos.

La abracé con más fuerza, sabiendo todo lo que estaba haciendo por mí.

Sabiendo que no era fácil para ella.

—A parte Niall, es el padre de la hermosa criatura que viene en camino...—sonrió con ternura y llevó sus manos a mi vientre.

El clima se encontraba tan tranquilo, que no quería despegarme de mi madre. Ella intentó decir algo, pero inesperadamente, mi padre entró a la casa como un loco, y se llevó todo por el camino.