Un año después...
— ¡Mamá! —grité desde el piso de arriba. — ¡Peina a Belén! ¡Tengo que terminar de maquillarme!
— ¡Ahí va Margarita! ¡Estoy arreglando a tus hermanos! —me devolvió el grito.
En ese entonces, después de un tiempo, pude cumplir uno de mis sueños. Presentar la novela que escribí, mientras estuve metida dentro del internado. Nunca pensé que tendría tanta fama una novela que terminaba tan abierta.
Todo comenzó como un —diario íntimo—. Recordando lo que había vivido, las cosas buenas y malas que sucedieron en mi vida desde que lo conocí. Todos los días fui agregando pequeñas narraciones que salían de mi mente, de mis recuerdos. Un día, Clarissa me dio la idea de escribir un libro. Al principio no le di mucha importancia, ya que no tenía las herramientas necesarias para poder lograrlo, y sabía que no iba a ser fácil.
Pero la vida me ha sorprendido...
— ¡Cariño, estamos listos! —gritó mi madre, interrumpiendo mis pensamientos.
Me observé por última vez en el espejo para asegurarme de que todo estaba en su lugar, y luego bajé. Llevaba puesto un elegante y largo vestido rojo, que tenía un delicado encaje, y para combinarlo, opté por unos hermosos zapatos negros con plataforma. En el pelo llevaba un delicado recogido, en el cual caían unos finos y ondulados mechones.
Comencé a bajar las escaleras con mucho cuidado, ya que no solía usar zapatos con plataforma, y sinceramente no era una experta caminando con ellos, pero se podía decir que tampoco era la peor.
Enseguida todas las miradas se clavaron en mí.
—Oh por Dios, estás hermosa —murmuró Eva, al verme bajar por las escaleras.
—Toda una princesa —dijo Margarita, sonriendo con dulzura.
— ¿Estamos todos? —pregunté con una sonrisa.
Mi madre sólo asintió. Sabía que si hablaba lloraría de la emoción. Margarita no pudo contenerse antes de ir a la presentación, donde por cierto, estarían miles de celebridades y personas con talentos, ya sea por el arte, la música, el baile, o lo que fuere. Y también se encontrarían algunas personas que seguían a cualquiera de los que fueron nombrados anteriormente.
—Mamá, ya sabes que tengo que hacer algo antes de ir. —avisé, dando un gran suspiro. —Ustedes adelántense, y espérenme allí.
Afirmó con la cabeza, y sin decir más nada, todos partieron hacia el lugar.
Pedí un taxi y en menos de cinco minutos, éste llegó. Le dije que me lleve a destino, y le pedí que por favor me esperara unos minutos. El hombre, quien manejaba el taxi, fue muy amable, y me dijo que no habría ningún tipo de problema. Él me regaló una sonrisa, y antes de bajar, me concedió un dulce cumplido. Le agradecí, y bajé.
Caminé con cuidado y lentitud unos pasos, hasta que llegué a donde quería.
Observé el lugar.
Di un gran suspiro.
—Bien. —dije, y luego tragué saliva. —Aunque me hiciste mucho daño, aunque me metiste en aquel lugar, me alejaste de mis amigas, del amor de mi vida, hasta de mi propia familia... —negué con la cabeza. —A pesar de todo eso, eres mi padre, y no puedo guardarte rencor. Pese a que no le hayas permitido a mi madre ni a nadie que pudiera verme... ya está. Esos tristes recuerdos, forman parte de mi pasado. Hoy puedo decir que soy feliz, muy feliz. Tengo lo más hermoso del mundo, y mi familia unida. Y estés donde estés, espero que estés bien... —Pestañé para no llorar.
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Nunca te olvides de mi (NIALL HORAN) |TERMINADA|
RomanceNovela de Niall Horan. ✓ TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. ✓ HISTORIA COMPLETAMENTE MÍA. ✓ PROHIBIDA SU COPIA Y/O ADAPTACIÓN. ✓ SI SE DESCUBRE QUE ESTA NOVELA ES PLAGIADA, SE TOMARÁN MEDIDAS ESTRICTAS. ©