Nunca te olvides de mi (NIALL HORAN) |TERMINADA|

Capitulo 42.

Todos quedamos boquiabierta.

— ¿Novia? —pregunté más para mí misma, que para los demás.

Niall me sonrió, y antes de hablar acomodó su garganta.

—Emily... ahora, aquí delante de todos... —comenzó a decir, mientras le lanzaba una rápida mirada al público. — ¿Quieres ser mi novia? —preguntó por fin, clavando su mirada en mí.

El estómago se me revolvía de la emoción. Tragué con fuerzas para no vomitar de los nervios que sentía.

Oh Dios. Eso tenía que ser un sueño.

¿Era posible que Niall Hora quiera ser mi novio?

Respiré con profundidad. Le eché una rápida mirada a sus fans, amigos, y a mis amigas.

Todos se encontraban a la expectativa de la respuesta.

—Niall yo... —volví a mirar a todos con nerviosismo. Era la atención de todos. — ¡Claro que quiero! —chillé, y me lancé a sus brazos.

Niall me rodeó por la cintura, mientras que yo entrelazaba mis manos sobre su cuello. Susurró que me quería, y lentamente pegó sus labios con los míos.

— ¡¡¡Me encanta la pareja!!! —gritó una directioner, que se encontraba en primera fila.

Le agradecí con una sonrisa.

No podía creer lo que estaba viviendo.

No quería que esto se termine.

Sonreí con alegría, y mis ojos visualizaban todo el público, mientras que Harry y Louis hablaban. Por un lado sabía que a más de una no le caería bien. ¿Por qué motivo? No lo sé. Ellas no me conocen, y de aseguro me odiarían, pero yo no podía hacer absolutamente nada. Solo cuidar de Niall, y disfrutar ser feliz a su lado.

Disfrutar de ese sueño que estábamos viviendo juntos.

Decir aquello delante de sus fans, era un trabajo menos para todos. Sabíamos perfectamente los insultos, ofensas y agresiones que estaban por venir, pero también sabíamos que muchas directioners lo tomarían de buena forma.

Luego de toda esa locura, con mis amigas nos hicimos a un lado, mientras que ellos cinco se tomaron de la mano, se inclinaron y dieron por finalizado el show.

Al terminar, y despedirse de sus seguidores, Niall se acercó a mí, y me dio un fuerte abrazo.

—Me siento muy feliz... —susurró a mi oído, provocando un escalofrío por todo mi cuerpo.

—Yo más que tú... —admití, mientras él me daba un dulce beso en la coronilla.

El tiempo se pasaba volando, y enseguida recordamos que teníamos que cambiarnos para ir al casino.

Rebecca, Elizabeth y yo, salimos hacia la camioneta en la cual vinimos y uno de los choferes de los chicos nos llevó al hotel para así podernos cambiarnos.

Los chicos se quedaron un momento, sacándose algunas fotos y dando algunos autógrafos.

Cuando llegamos al hotel, me di cuenta de que mis amigas se encontraban más emocionadas que yo. No podían creer, que su mejor amiga, sea la novia de uno de los integrantes de la BoyBand del momento, de la BoyBand a la que ellas tanto admiraban, seguían y amaban.

—Emily no sabes la envidia, pero a la vez, la alegría que siento hacia ti —admitió Liz, mientras se tiraba en su cama.

Ambas tres nos encontrábamos en la habitación de Elizabeth, la cual se ubicaba al lado de la de Rebecca, y enfrente de la mía.

Era igual de maravillosa que todos los cuartos de este lugar.

—No puedo creerlo —balbuceé, sentándome a su lado.

—Tienes a un gran chico a tu lado... —murmuró Rebb, clavando sus dulces ojos azules en mi. —Cuídalo. —continuó, con voz firme.

Y era obvio que cuidaría de Niall, como él lo haría conmigo. Aun mi mente no podía caer en la cuenta de que ambos éramos novios. De que Niall decidió ponerle un —título oficial— a nuestra relación. De que las cosas pasaban a ser más serias, y un pequeño compromiso comenzaba a formarse entre nosotros.

Enseguida mi mente cambió los pensamientos, y de repente mi padre tomó el lugar. Oh Dios. ¿Qué dirían mis padres acerca de esto? Bueno, mejor dicho, lo que realmente me preocupaba era mi padre. ¿Qué diría aquel hombre al respecto de lo que estaba pasando en mi vida? ¿Aceptaría esta relación? ¿Aceptaría a Niall?

No lo sabía.

Ni siquiera lo imaginaba.

Mi padre era un hombre demasiado ambiguo... era una persona incierta. Nunca sabías con qué iba a salir. Cuáles eran sus pensamientos. Qué pasaba por aquella fría cabeza. Y sinceramente eso me preocupaba e inquietaba demasiado.

Aunque no quería aceptarlo, muy dentro de mí sentía miedo. Por algún extraño motivo, sentía aquel sentimiento de pavor. Y sabía perfectamente que Niall también lo sentía, ya que desde un principio percibió que por alguna causa, mi padre no lo había tratado de la mejor manera.

Pero en ese momento tenía que dejar aquellos frustrantes pensamientos a un lado, y concentrarme en Niall. No quería dejar de disfrutar ni un segundo de lo bien que la pasaba a su lado. No quería alejarme de su lado.

Lo necesitaba.

Ya me resultaba infaltable en mi vida.

Aquel muchacho había pasado a ser mucho en mi vida, y no quería perderlo.

No quería.