Capítulo 13.

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Capítulo 13

—Sí. Sí. Probablemente. Y lo sé. —Fueron sus respuestas respecto a cada una de las preguntas de Charlotte. Ella se quedó con el rostro en blanco y Drake la soltó —Vete ya.

—Jum. —Le entrecerró los ojos y se echó a correr hacia su casa. Drake puso los ojos en blanco y la dejó ir.

—Loca. —Le dijo con una sonrisa.

Charlotte aún tenía las mejillas rojas y una sonrisita estúpida cuando llegó a la casa sin necesidad de tocar a la puerta, pues ya estaba abierta por dos policías que al verla pasar de lado comenzaron a hablar por sus radios informando que ya había aparecido.

—¡¿En qué estabas pensando?! —Alardeó su madre obligándola a sentarse en un sillón de la sala principal.

—¡¿Sabes lo mucho que nos asustaste?! —La regañó su padre y ella volvió a sonreír, al menos para regañarla se ponían de acuerdo.

—Iré a comer. —Resolvió poniéndose de pie.

—¡Estás castigada!

—De acuerdo. —Se encogió de hombros y se dirigió a la cocina.

—Buena esa. —Le soltó James al verla entrar.

—No fue para tanto. —Torció los ojos y se sentó junto a él en el desayunador.

—Hubieras visto sus caras cuando vieron que no habías llegado a dormir. —Se echó a reír antes de darle una última mordida a su pan tostado para luego dejarlo otra vez en el plato y hacerlo hacia al frente. —Ya no quiero. —Le dijo a la empleada y ella lo tomó dispuesta a lanzarlo al cesto de basura, pero Charlotte estiró la mano y la detuvo en la mitad de la acción.

—¡¿Qué estás haciendo?! —Le reclamó.

--¿Qué te sucede? Ya no quiero pan. —Intervino James.

—¡Es comida! ¿Sabes cuantas personas no comen a diario e incluso cuando paran en un hospital aman esa comida? ¡La comida del hospital, la peor en el universo!

—¿Ah? —Contrajo el rostro.

—Inconscientes. —Gruñó Charlotte. Arrebató el pan y llevándose también unas frutas que metió estratégicamente en las bolsas de su sudadera, salió de la cocina furiosa aún sacudiendo la cabeza de un lado a otro.

Todavía tenía la toalla en la cabeza, la tarde comenzaba a terminarse del otro lado de su ventanal, estaba recostada en su cama aún con esa sonrisa en el rostro. Cerró los ojos y nuevamente recordó sus labios en los suyos, aún podía sentirlos en su hombro, suaves, calientes y deliciosos. Se mordió el labio inferior al recordar y luego se recostó boca abajo recargando los codos en el colchón, y la cara en las manos.

—Novios. —Dijo y se llevó las manos al rostro, riendo. —Somos novios. —Saboreó las palabras y dejó caer la cara al colchón y luego giró sobre ella una y otra vez. Tocaron a su puerta y dijo un "adelante" aún con la cara escondida en la colcha.

—Ya volviste, ¿se molestaron mucho? —Preguntó Gabrielle cerrando la puerta con seguro, Charlotte alzó la cara y sacudió la cabeza.

—No importa.

—Uy... ¿y esa sonrisa? —Se sentó junto a ella y Charlotte volvió a soltar risitas.

—¿Quieres oír un secreto? —Se sentó.

—Claro.

—Creo... que... estoy... enamorada.

—¡¿Qué dices?!

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