Charlotte apretaba más rápido el botón de llamar de lo que el teléfono de Paul la mandaba a la contestadora. Drake no tardó mucho en darse cuenta que no se rendiría así que decidió detenerla.
—No te va a contestar.
—¿Por qué no te callas y sigues manejando?
—¿Manejando a dónde? ¡No sabemos dónde diablos está! —Charlotte lo fulminó con la mirada y luego regresó la vista al celular. Drake soltó un suspiro e intentó arreglarlo. —Lo lamento, sé que todo es mi culpa pero...
—Lo es, Drake, es tu culpa. Volviste a engañarme, no te cansas de hacerlo.
—Pero nadie le pidió a ese tipo que se entrometiera.
—Eres increíble.
—Espera, hay un lugar, es una bodega, ahí a veces Harry guarda las cosas que roba, pero siempre las saca rápido. No lo sé, suena como un lugar donde quisiera... —Decidió no terminar la oración y mejor se dirigió de inmediato al sitio.
Y definitivamente sí, era un buen lugar donde podrías matar a alguien. La reunión ya había comenzado, no sólo estaba Harry sino todos sus cómplices. Ya tenían mucho tiempo reclamando, interrogando y golpeando a Paul. Él no dejaba de decir que le había salido un asunto y que esa era la única razón por la que no había podido ayudarles, pero ellos no eran estúpidos, mucho menos Harry, quien ya había descubierto el plan de Paul mucho antes de que comenzara a explicarles la razón.
—Te pediría que te quedaras en el auto pero sé que es inútil. —Le dijo Drake cuando llegaron a la bodega.
—Vengo mejor preparada que tú. —Le enseñó el arma.
—Será mejor que yo la traiga, no quiero más excusas para que quieran matarte.
—No me quieren matar a mí.
—¿Y cómo les explico tu presencia?
—No lo sé, tú eres el experto en mentiras; no yo. —Charlotte se salió del auto y caminó segura hacia la puerta de la bodega. Drake la siguió con el arma en las manos. Se quedaron un segundo ahí escuchando lo que sucedía adentro, cuando empezó una nueva tanda de golpes hacia Paul Charlotte entró a la bodega y todos alzaron sus armas hacia ella.
—¿Ves? Ahora ya quieren matarte a ti. —Le susurró Drake detrás.
—Bueno, quitarme la vida no es la primera cosa que han querido quitarme, hay un collar de diamantes que me gustaba mucho y que seguro uno de estos idiotas ya vendió. ¿O fuiste tú? —Drake torció los ojos.
—¿Quieres calmarte?
—El nervioso pareces ser tú.
—Miren a quién tenemos aquí, a Drake y a su mascota con pedigrí.
—Ja, ja, ja, qué gran sentido del humor. —Dijo Charlotte. Drake La detuvo del brazo y la puso detrás de él. Charlotte se quitó su brazo de encima y Harry sonrió.
—Ya veo que está rabiosa, creo que... no le gusta que maltraten a los de su raza.
—Harry, Harry, mi buen amigo, no tienes porque apuntarnos con esas armas, tú sabes que ella no es peligrosa y que yo no sería capaz de matar a nadie, ¿por qué no nos entregas al Ken y esto se acaba? —Intervino Drake.
—Él es un traidor, tú sabes lo que hacemos con los traidores.
—Es un niño estúpido, no sabe dónde se mete, déjalo ya, estoy seguro de que no dirá nada.
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Trato hecho
Teen FictionCuando Charlotte se encuentra en la peor parte de su adolescencia, se enamora (bajo extrañas circunstancias) de quien nunca debió haberse enamorado, sin embargo, también para él fue lo peor que le pudo haber pasado en la vida. Error tras error, ment...