—Oh por Dios. —Dije y ellos se dieron cuenta de mi presencia. Bueno, pensándolo bien ya había visto buena parte de la desnudez de Paul antes, cuando no pudo quitarme el sostén. Pero verlos juntos, teniendo sexo, era...
Vomito. Vomite frente a ellos, y para su suerte no sobre ellos, ambos ya se habían levantado y se cubrían con la manta que habían conseguido.
—¡¿Qué demonios haces aquí?! —Me reclamó Cristina.
—¿Tú con Paul? —Pregunté y sacudí la cabeza. —¡Oh por Dios! Ya me voy. —Me di media vuelta y seguí de largo hacía la fiesta. Bueno, tropezándome muy seguido y buscando a Gabrielle con la mirada.
—¡Espera! —Paul me detuvo y agradecí que ya tuviera puestos sus pantalones.
—Oye, no me importa lo que tú y ella hagan, o lo que tú hagas... ¿pero ella?
—Charlie...
—¿Con eso te referías a "voy a buscar motivación"? ¿Ya te motivaste bien?
—Charlotte
—Ella es una zorra, pero ¿sabes qué? ¡Acuéstate con quien quieras!
—¿Por qué me reclamas?
—Yo no te reclamo nada, ya te lo dije, tus gustos no son mi problema, aunque ahora las prefieres zorras, yo no soy una zorra, ¿por qué siempre hablamos de sexo cuando estoy ebria?
—Yo estoy muy ebrio, no sé en qué pensaba.
—Olvida que lo vi, ¿quieres? También quiero olvidarlo...
—Lo que hice... no cambia nada lo que siento por ti. —Me eché a reír.
—Ya te lo dije, no me interesa Paul.
Me di media vuelta y fui a buscar a Gabrielle, la encontré dormida sobre una silla y tuve que patearla para despertarla.
—Gabrielle, despierta.
—No quiero...
—Te tengo un chisme. —Me reí y ella abrió más los ojos.
—Cuenta, cuenta.
—Shhh, pero promete que no se lo contarás a nadie, sshhh.
—Te lo prometo por mis hijos.
—¿Tienes hijos?
—¿Cuáles hijos?
—¡Ya, shh! Escucha, vi a Cristina y a Paul detrás de las rocas.
—¿Haciendo qué?
—Ya sabes.
—¿Un pastel?
—¡No, Gabrielle! Ellos estaban desnudos haciendo...
—¡Oh por Dios!
—Shhhhhhhh.
—Ese sí que es un chisme, amiga.
—Oye, ya tenemos que irnos.
—¿Y cómo demonios nos vamos a regresar? Yo no tengo auto, tú no tienes auto.
—Caminemos.
—De acuerdo, pero tú me cargas.
—No creo que tenga sentido, yo me cansaré más.
—Y luego yo te cargaré.
—Bueno, está bien.
Caminamos un tramo de la carretera intentando sostenernos la una de la otra.
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Trato hecho
Teen FictionCuando Charlotte se encuentra en la peor parte de su adolescencia, se enamora (bajo extrañas circunstancias) de quien nunca debió haberse enamorado, sin embargo, también para él fue lo peor que le pudo haber pasado en la vida. Error tras error, ment...