<Intentaré subirles capítulo más seguido aunque no sean tan largos >
En cuanto Drake cruzó la avenida sintió algo extraño, similar a cuando te sientes perseguido sin razón aparente, pero no era sólo eso lo que le molestaba si no las miradas de las personas en la calle que lo miraban con los ojos entrecerrados y se susurraban cosas entre ellos. Drake estacionó su auto y se adentró al edificio donde vivía, ahí aumentaron las miradas y en más de una ocasión las madres resguardaron a sus hijos dentro de sus casas al verlo. ¿Asesino? ¿Había escuchado bien en un susurro demasiado alto? Se estaban equivocando de persona obviamente.
—Mira qué traje; comida. —Le enseñó a Willy la bolsa llena y éste se pasó las manos por el estómago desde la cama.
—¡Dame, dame! —Drake le sonrió y descansó la bolsa a los pies de la cama.
Willy no tardó nada en hacerse de algo y echárselo a la boca como Drake lo había hecho antes.
—Está pasando algo allá afuera. —Le comentó extrañado. —Todos me miran extraño y susurran cosas.
—¿Por qué? —Preguntó el otro con la boca llena.
—No tengo idea. —Sacó el boletín de la policía que había guardado y le echó un vistazo por primera vez.
Era su foto y después enlistaba unos cuantos de sus crímenes, los leyó todos aceptando su responsabilidad pero luego detuvo su mirada en el último, sintió cómo la sangre abandonaba su rostro y se hubiera desmayado si no tuviera tantas ganas de vomitar.
—¿Asesinato?
—¿Qué dices, qué es eso? ¡Déjame ver! —Willy se estiró y le quitó el papel de las manos. —¿Qué estupidez es esta?
—Las tarjetas. —Sospechó y finalmente miró a Willy. —¡Se robaron las malditas tarjetas con el dinero, las tarjetas que yo mismo escribí con mi puño y letra!
—El que las robó debe de estar cometiendo crímenes donde sea y deja las tarjetas para culparte a ti.
—Y mató a alguien.
—Esto no es bueno. —Dejó lo que estaba comiendo y como pudo se puso de pie aún viendo el boletín. —Hermano, te meterán a la cárcel de por vida, y si bien te va.
Drake se llevó una mano a la cabeza y todo le dio vueltas, sabía ahora que no había sido buena idea comerse todo ese pan. Quiso correr al baño a vomitar pero algo lo interrumpió, golpeaban a su puerta, se puso de pie como resorte y fue a abrirla. Gabrielle entró como un torbellino, con el boletín frente a ella; mostrándolo.
—¡Eres un imbécil, mentiroso y asesino! —Le gritó en la cara. Drake cerró la puerta y tomó una bocanada de aire antes de hablar.
—Gab, déjame explicar...
—¿Qué hacer aquí? —Preguntó Willy.
—¡Y tú lo sabías, seguro tú trabajas con él! —Le echó en cara ella. —¡Confíe en ti, yo... yo te quería!
—¡Gabrielle, cálmate, déjame explicar! —Insistió Drake.
—¡No quiero escucharlos, a ninguno de los dos! Yo sólo vine a advertirte que te alejes de mi amiga o yo misma me encargaré de que la policía te encuentre y te metan a la cárcel por mil años. —Le advirtió entre dientes, se secó las lágrimas del rostro y dio vuelta hacia la puerta. Pero Willy la detuvo del brazo, provocando que ella se soltara de su amarre con un movimiento brusco. —¡Suéltame, en la vida vuelvas a tocarme!
—Mi amor...
—Jamás vuelvas a buscarme, William, no quiero volver a verte. —Salió del departamento como entró, echa un torbellino.
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Trato hecho
Teen FictionCuando Charlotte se encuentra en la peor parte de su adolescencia, se enamora (bajo extrañas circunstancias) de quien nunca debió haberse enamorado, sin embargo, también para él fue lo peor que le pudo haber pasado en la vida. Error tras error, ment...