Capítulo 18

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Me pasé la mano por la frente para quitarme el sudor, me mordí el interior de la mejilla, tensé los músculos antes de hacerlo y finalmente apreté las pinzas, cerré los ojos y deseé que ese silencio sepulcral siguiera gobernando la empresa de autos. Después de unos segundos interminables agradecí que así fué. Me llevé una mano al oído y hablé en voz baja a pesar de que no había nadie.

—Ya está libre.

—Ya vamos. —Escuché.

—No se tarden en llegar o yo mismo me encargaré de encender las alarmas de nuevo. —Comencé a guardar mis cosas en la mochila. Mi trabajo estaba prácticamente terminado. ¿Para qué más podrían necesitarme?

—Ven adentro. —Había cantado victoria demasiado pronto.

Me adentré como pidieron, la mayoría ya estaba rodeando los autos nuevos que se mantenían guardados. Encontré a Harry del otro lado del lugar observando un bonito convertible que le coqueteaba demasiado para tener ganas de desarmarlo y venderlo por partes. Le entrecerré los ojos suspicaz.

—¿Qué? —Le hablé.

—¿Habrá manera de sacarlo?

—¿Estás loco? Ya es todo un circo desactivar las alarmas de las puertas principales con las cámaras, ¿no has pensado que cada auto tiene su propia alarma?

—¿Y no te dedicas a desactivarlas?

—¡De casas, imbécil, no soy un mecánico! —Enfurecido sacó el arma que yo no sabía que guardaba en su pantalón y me apuntó con ella, sin embargo yo no retrocedí e intenté no sorprenderme demasiado. —¿Un arma? ¿Quieres que nos maten?

—Tú haces aquí lo que yo te mando. ¿Entendiste?

—No vas a matarme; me necesitas.

—No, pero puedo dispararte en un pie y aún así podrías desactivarlas.

—Voy a tratar, ¿entiendes? No prometo nada, y si una de esas malditas alarmas comienza a sonar no será mi culpa.

Doblé una rodilla en el suelo y saqué mis herramientas, después de un rato logré abrir el capó del auto, cuidadosamente lo abrí y observé todo el motor. Todo estaba tan complejo. Finalmente le eché un vistazo a la batería, con un montón de cables encima intenté averiguar cuál era el de la alarma.

—Bueno, ¿y cuál es el caso de todas maneras? Una alarma de auto no llamará a la policía. —Dije después de un rato.

—No, pero llamará la atención, lo que eventualmente traerá a la policía. —Me respondió desesperado. —Ya nos tardamos mucho.

—Bueno, tú eres el obsesionado, sería más fácil si continuáramos con lo de las partes y ya. Pero tú lo quieres completo. ¿Estás consciente de que no podrás andar con él por todas partes?

—¿Ya acabaste?

—Sí, ya, eso creo. Intenta abrirlo. —Esperé y después de un rato el auto se encendió. Sonreí un tanto orgulloso y luego oí alardear de emoción a Harry dentro de él.

—¡Es una maravilla!

—No te emociones tanto, Caperucita, el Lobo puede llegar en cualquier momento. —Le dije cerrando el capó.

Y de nuevo canté victoria antes de tiempo, porque se escucharon ruidos y una voz. Todos comenzaron a hacer "sh", y nos agrupamos al centro.

—¿Quién será? —Pregunté.

—¿Hola? —Escuchamos.

—El guardia de noche. —Concluyó Harry molesto. Pateó el suelo y lo vi sacar el arma.

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