-Pasa, por favor.
Nunca hubiera dudado que esa casa le pertenecía a mi abuelo, tenía todo el estilo rústico que tanto odiaba la abuela pero que tanto le gustaba a él. En casa sólo quedaba de ello el estudio, el que había sido suyo y que mi padre convenció a mi abuela de conservar antes de la redecoración.
Sin embargo dejé de ponerle tanta atención a la casa y me concentré en sus canas, que ya resplandecían blanquecinas por toda su cabeza. Tenía muchas más arrugas de las que le recordaba y juraría que era más bajo de lo que era, o puede ser que yo también había crecido y ya no me parecía la personas más alta del mundo. Luego posé los ojos en su traje, vaya... yo ya lo había visto antes. Era suyo, de hecho muchas cosas allí ya las había visto antes. Fruncí el ceño ante la idea. ¿Si había fingido estar muerto cómo sacó tantas cosas de casa?
-La abuela ya lo sabía. Siempre lo supo. -Y aunque lo estaba preguntando sonó más como una declaración a la cual él, sin más ni más asintió dándome la razón, me señaló uno de los sillones de la sala y me invitó a pasar.
-Hay muchas cosas que debes de saber primero, Charlie. -El apodo me resuena en los oídos como algo irreal, algo que pensé que nunca volvería a escuchar, y aunque pasé muchas noches deseando recordarlo y que con el paso de los años se fue desvaneciendo, ahora no parece que quiero oírlo. De hecho un enojo comienza a inundarme por dentro desde la planta de los pies y no puedo comprenderlo porque hay un millón de cosas más que no puedo comprender. -La situación en casa se estaba poniendo mal, tú sabes que tu abuela siempre ha odiado a las personas que no pertenecen a su mundo, pero conocí a estas personas, eran amables y muy buenos amigos, ellos... tenían un hijo.
-Drake. -Supuse.
-Sí, Drake. -Entrelazó las manos por delante y tomó una bocanada de aire antes de hablar. -Como mencioné, la casa tenía muchos problemas, no sólo familiares, si no en la compañía, en ese entonces o estaba por retirarme de mi cargo, pero comenzaron a haber cosas... que no iban bien. El suministro de agua ya no era constante en toda la ciudad...
-¿Quién estaba haciendo el mal manejo? -Lo pensó bien antes de responder.
-Yo. -Y es como un balde de agua fría que me tira en la cabeza, sin embargo sigue hablando. -Me descubrieron y... tenía que huir.
-Espera un segundo, ¿hiciste un fraude en tu propia compañía?
-Iba a retirarme así que...
-¿Qué tienen que ver los padres de Drake en toda esta historia?
-Les mentí, yo... les dije que me estaban persiguiendo, que me estaban inculpando de algo que yo no hice, eran buenas personas así que...
-Te protegieron. -Concluí y él asintió. Me puse de pie y comencé a andar de un lado a otro sacudiendo mi cabeza llena de incredulidades. -Entonces fueron a buscarte, porque tenías que rendir cuentas, tú, pero ellos te defendieron y los asesinaron. ¡Por tu culpa!
-Y cada noche no puedo conciliar el sueño porque la culpa me come vivo, escucha, Charlie...
-¡No puedes hablar de culpas! Tú no sientes culpa por nada, tú... ¿dejaste a un niño huérfano? Es que... ¿no lo ayudaste?
-No podía ayudarlo, si lo ayudaba iban a saber que estaba vivo.
-¿Cómo es que la abuela y tú arreglaron todo esto, eh?
-Ella... ella me amaba, no quería que me hicieran daño, acordamos que... si yo no aparecía nunca más en sus vidas , ella les haría creer que había muerto.
-A pesar de todo... te defendió, nunca nos dijo la verdadera clase de personas que eres. Ahora comprendo porque tanto coraje hacia ti...
-Lo que más me dolió fue abandonarte...
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Trato hecho
Teen FictionCuando Charlotte se encuentra en la peor parte de su adolescencia, se enamora (bajo extrañas circunstancias) de quien nunca debió haberse enamorado, sin embargo, también para él fue lo peor que le pudo haber pasado en la vida. Error tras error, ment...