Bullets Losses →kookmin

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Se aflojó su corbata observando de reojo a sus padres, los cuales no cabían de tanto orgullo que demostraban. Jimin quiso sentirse ofendido, pero no tenía por qué, él estaba feliz de haber elegido hacer algo que le gustaba y no tomar el camino de ser policía, como su hermano. También estaba orgulloso de su menor ¿Cómo no estarlo? Era unos años más joven que él y ya iba por su segundo año en la escuela especializada, mientras que él se dedicaba a dar clases de baile de forma paulatina.

Aunque compartía el mismo sentimiento que sus padres, eso no le evitó sentirse asqueado. Solo porque el menor había seguido el camino que todos esperaban que Jimin siguiera, no significaba que fuese más importante en la familia.

—Voy al baño.

Sus padres lo ignoraron olímpicamente. Se levantó, agotado de seguir viendo esa ceremonia que le parecía realmente aburrida, pensando que quizá hubiera estado marchando con todos esos futuros policías.

Ni idea de cuánto rato estuvo dando vueltas en el recinto, pero supo que había excedido el tiempo ya que vio a padres aparecer junto sus hijos, halagando que hicieron una presentación realmente excepcional. Cuando Jimin podía apostar, que ni siquiera lo distinguieron entre tantos muchachos con el mismo uniforme.

De regreso, donde supuso que estarían sus padres, miró la hora en su reloj de muñeca, si no se apuraba, llegaría tarde a su propia clase.

—Lo siento, no te vi.

Se disculpó tan pronto chocó contra el pecho de un chico, por suerte no fue lo suficientemente fuerte como para dejarlo en el suelo, pero sí tuvo que dar dos pasos más atrás recuperándose del leve aturdimiento. Alzó la vista, observando a un muchacho unos centímetros más alto que sí mismo con el uniforme de la institución, el mismo grado que su hermano. Lo observaba con el semblante neutro, sin demostrar algún sentimiento.

—Los familiares deben andar acompañados con algún alumno– Su voz era tan profunda como su mirada, aunque a Jimin le hubiera parecido atractivo, no fue así, le parecía realmente pedante la forma que le hablaba.

—No lo sabía, ahora mismo ya me iba– Trato de no sonar antipático, el chico frente a él no ayudaba a su mal humor.

—Debería reportar esto...

Esa fue la gota que terminó con la paciencia que Jimin podría tener. Simplemente hizo al muchacho a un lado para seguir con su camino, queriendo llegar lo más pronto con su familia y excusarse que no podría estar en la cena de celebración a su hermano. Lo más probable es que su padre haría un mal comentario acerca de su trabajo.

—Lo lamento, no puede irse sin antes que reporte esto– Pero se le olvidó el chico insistente, que sostenía su muñeca impidiendo que se fuera.

Suspiro fuertemente, antes de darse media vuelta y golpearlo por retenerlo. Lo cual no sucedió, gracias a fuerzas mayores.

—¿Qué sucede aquí?

Interrumpió una voz el momento, obligando que ambos se giraran a ver. El chico desconocido rápidamente lo soltó, parándose de manera recta, mostrando respeto al hombre mayor presente. Jimin pensaba que con solo su presencia, era suficiente respeto.

—Este joven estaba en el recinto del lugar, señor, iba sin compañía o alguien que lo vigilara, quería reportar aquello, pero él no se deja– Explica lo que para él, era una estupidez.