Bullets Losses →kookmin

08

Cuando JungKook vio llegar a JaeBum algo le molestó, quizá fue el brillo en los ojos de su Hyung, pero lo más extraño, fue darse cuenta que le molestó que ambos mayores coquetearan.

Estaba claramente molesto, hacía una especie de berrinche con sus facciones, había inflado sus mejillas y mantenía juntos sus labios. Jimin mientras hablaba se movía agraciadamente con sus manos, tanto que llegaba a ser hipnotizador, quizá si esas acciones hubieran sido dirigidas para él estaría perdido en el mayor. Pero no, Jimin le estaba dedicando sus movimientos elegantes a JaeBum.

—JungKook.

Cuando el mayor lo llamó quiso no parecer molesto, porque le había ignorado todo ese rato, JaeBum aún rondaba y lo que menos quería hacer era darle ventaja.

—¿Pasa algo Hyung?— Muestra una sonrisa, totalmente falsa.

—Te presento a JaeBum, él es el dueño de este gimnasio, somos amigos hace bastante tiempo— Jimin sonríe.

JungKook quería gruñir como animal, envidiaba la sonrisa que aparecía en el mayor, todo eso era consecuencia del desconocido. De repente quiso que Jimin le sonriera así a él.

—Es un placer, Jimin hace unos días me habló de tu combate, solo me dijo maravillas de ti— JungKook maldijo, el idiota era totalmente encantador.

Le consoló el hecho de saber que Jimin hablaba de él con los demás, tampoco pasó desapercibido a sus ojos el leve rubor en el mayor a causa de la declaración del desconocido. Quizá no eran tan ridículos sus celos...

Durante el rato que hablaron en conjunto notó como el mayor entre los tres gustaba de Jimin, le molestaba, vaya que lo hacía, extrañamente sintió la necesidad de alejar a su Hyung y esconderlo de los ojos del extraño. Pero no podía y se sentía inútil de sentir todos esos impulsos innecesarios.

—Espero que disfruten del gimnasio y ya no los detengo más, sigan con su entrenamiento— Regala su sonrisa, la cual quería desaparecer de un golpe.

Un ardor en su pecho apareció al ver lo afectuoso que eran, de nuevo se sintió territorial al observar cómo el mayor envolvía sus brazos en el más pequeño de estatura, se sentía como si el más pequeño fuese suyo, pero no podía reclamar nada.

—Deja de mirarlo así, por un momento creí que sacarías un cuchillo y lo matarías.

—Y tú deja de hablar de mí con gente que no conozco.

Ambos se miraron desafiándose, siguiendo con el entrenamiento como si nada. Estaban sumidos en un silencio compartido mientras seguían con el entrenamiento, ninguno planeaba abrir la boca, pero la curiosidad y el reciente encuentro con el dueño del lugar les obligó a hablar.

—Entonces, JaeBum...— Dice JungKook tratando de entrar con el tema, sabía que lo que le había dicho YoonGi era verdad, pero quería escucharlo de la boca del mayor.

—Si...

—¿De dónde le conoces?

—De la escuela, tiene mi misma formación, pero él se fue por el lado de la pedagogía— Había notado que en la entrada estaban las clases que se impartían en el lugar, mas le sorprendía que el mayor fuera quien diera las clases. Se veía el tipo de hombre que presumía de lo que tenía.