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—¿Crees que les agrade? ¿Cómo debería actuar con ellos? Nunca he estado en una situación similar, JungKook.

—Solo sé tú mismo y ya veras que te amaran tanto como yo lo hago— Besa su frente, para calmar los nervios del mayor.

Estaban en la estación de trenes, ya habían llevado su equipaje para ser guardado, ahora solo debían esperar que la hora de su viaje llegara y así poderse subir al vagón. Y aunque les quedaban tres horas para llegar a la provincia, Jimin ya estaba algo ansioso.

—No digas eso, siempre puede existir la posibilidad de que yo no les agrade— Jimin sonaba realmente inseguro, no quería causar una mala impresión a los abuelos de su novio.

—Jimin, te ganaste a toda mi familia, mi madre te adora, mi padre cree que si no te pido matrimonio ahora te irás, y a veces creo que mi hermano quiere que seas su novio en vez del mío— Se gira para quedar de frente, arqueando una ceja. —Hiciste todo eso sin esfuerzo alguno, así que imagina cuánto le vas a agradar a mis abuelos.

—Es diferente, tus padres son extrovertidos, no tuve que hacer mucho.

—¿Y de dónde crees que mis padres aprendieron a ser así? Aunque mis abuelos paternos ya no están aquí, ellos también eran extrovertidos, así como los padres de mi madre, todos en mi familia son así, excepto yo— Sonríe de lado, algo incómodo por la declaración.

—Me gusta que seas así, no tienes que cambiar— Esta vez fue Jimin quien se empinó para besar su mejilla.

Aunque a ambos les agradaría besarse libremente, no lo hacían. Ya habían sufrido malas miradas por estar tomados de la mano y preferían limitarse, antes de pasar un mal rato. Solo cuando estaban en su zona de confort, como la cafetería de los señores Lee y la academia, se besaban como condenados.

Se escuchó un llamado desde el altoparlante para su viaje. No tardaron mucho en encontrar los asientos que les correspondía, ya sentados esperaron que el encargado pasara pidiendo sus boletos y así luego dar inicio al viaje.

Durante esas tres horas, prefirieron dormir. La noche anterior se habían quedado hasta tarde viendo películas y también avanzaron un poco con The Walking Dead, ya que Jimin estaba enojado de que todo el mundo hablara de la nueva temporada y él ni siquiera había visto ningún capítulo. Cubiertos con una manta y cada uno con un auricular en el cual compartían música, tuvieron una siesta profunda, que solo fue interrumpida por el llamado de que habían llegado a su destino.

Bajando del vagón para buscar su equipaje. Todo fue muy rápido, no tardaron en encontrar un taxi que los llevara hasta la dirección de JungKook dijo.

—Ya...— El azabache agarró la mano del mayor, a quien se le notaba la ansiedad. —Tranquilo, no es nada de otro mundo.

—Son tus abuelos...

—Y no te harán nada, mi abuela se muere por conocerte, cuando le dije que iría contigo, se puso como loca y mi abuelo, solo quiere saber quién es el chico que se robó mi corazón— Le regala una sonrisa tranquilizante. —Incluso creo que luego de estos días, mi madre tendrá más integrantes para su fan club de nosotros.

Incluso con esas palabras, Jimin no podía estar del todo tranquilo, eran peor que los nervios de cuando peleó el título nacional de karate.

Llegaron hasta el frente de una pequeña casa, de esas típicas de cuentos de niños, blanca y con un pequeño jardín colorido en frente. Los ojos de JungKook tuvieron un destello al ver el lugar.

Bullets Losses →kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora