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—Eh, Jeon.

La voz del oficial Moon lo sacó de su concentración. Ambos se encontraban vigilando una casa. Hace unos días habían entrado a asaltar el lugar, fue horrible, lastimaron a los padres y ambos ya estaban en casa con sus hijos. Habían pedido vigilancia desesperadamente, alegando que podrían volver, puesto que aún no habían atrapado a los responsables.

No dudaron en mandar a Jeon y Moon. Los dos serían excelentes si querían volver a entrar a la casa.

—¿Sucede algo?— Frunce leve el ceño. Moon no había tomado ningún sorbo del café que compraron para la noche.

—Tú sabes... Tú eres— Se traba y piensa. —Eso, tú eres eso.

—¿Gay?— Arquea una ceja divertido.

Moon tenía un problema para nombrar en voz alta su sexualidad, y no culpaba al hombre. Criado en una familia conservadora y siendo el oficial más rudo de toda la estación, hablar de la sexualidad de Jungkook era todo un caso para Moon. Pero aún así, el hombre nunca lo había ofendido o tratado diferente.

—Sí, eso— Carraspea. —¿Conoces al oficial Shin?

JungKook reprimió una sonrisa al escuchar el nombre del compañero de HoSeok. El oficial Pilkyo era totalmente diferente a Moon, un hombre un tanto dulce y blando, simpático y suave. Las pocas veces que había hablado con él, se sentía como con su madre.

—Claro, es compañero de mi amigo— Da un sorbo al café y vuelve su vista a la casa. —Y sí, él también es gay.

—Yo no pregunté eso— JungKook no tuvo que ver al hombre, para saber que tenía el ceño fruncido. —Solo que con tu boda, no tengo con quien ir y bueno... El oficial Shin se ve agradable.

—No sabía que estabas en eso.

Hace una referencia algo graciosa a la homosexualidad y podría apostar que Moon estaba completamente rojo. Oh sí, cuando lo vio de frente, el hombre estaba sonrojado.

—No estoy en eso. Solo quiero invitar a un amigo como mi compañero en tu boda, tener a alguien con quien estar, bailar y compartir— Moon tuvo un leve silencio, sorprendido por sus propias palabras.

—¿Sonaba más racional y más heterosexual en tu mente?

—Un infierno, sonaba mucho mejor en mi mente.

Soltó una carcajada, por lo menos la noche se le hacía un poco más amena gracias a la compañía del hombre.

Jimin debía estar durmiendo con tranquilidad en su cama, esperando a la mañana siguiente y poder verse. Ambos ya estaban acostumbrados a las jornadas nocturnas, y Jimin ya no hacía berrinche cada vez que no estaba en la noche.

—Puedes ir con él, he visto como te observa— JungKook se encogió de hombros, ante la mirada sorprendida. —No lo niegues. Lo quieres tanto como él.

—No estoy en eso.

—Y mientras más te lo repitas, seguirás cerrándote a ti mismo, Moon— Suspira bebiendo de su café. —Vives solo, no tienes familia y eres tan respetado que nadie se atreverá a burlarse de ti si lo intentas con un hombre. Nadie quiere recibir una paliza como la que le diste al drogadicto que intentó abusar de esa chica. Él hombre estaba desfigurado.

—Y yo me llevé la bronca del año.

Resta importancia con las manos. —Eso ya se solucionó. Pero volviendo al tema, nadie dirá nada si estás con Shin. Y te digo, no eres el único oficial que lo mira como si quisiera comérselo, el hombre es atractivo.

—Cállate, tú tienes a Jimin— Sonó bravo, por lo menos estaba celoso.

—Y soy feliz— Alza las manos como demostrando que estaba desarmado. —Solo quiero decir, si no te apuras, perderás.


Bullets Losses →kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora