Bullets Losses →kookmin

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Jimin miraba inquieto la hora en su celular. Desde que JungKook había sido aprobado para actuar de oficial y salir con su compañero fuera de la oficina, de vez en cuando llegaba más tarde de lo usual.

Su problema no era que llegara tarde, sino que le pudiera pasar algo.

Respiraba tranquilo cada vez que lo veía cruzar la puerta de entrada. Como estaba sucediendo ahora.

Jimin se arroja a los brazos del menor, quien en un acto de reflejo, lo sostiene con fuerza, mientras compartían un beso ansioso. JungKook ya comenzaba a acostumbrarse a eso, a llegar a casa y que Jimin lo recibiese así de afectuoso.

—¿Cómo estuvo tu día?— Ya separados y cada uno por su lado, haciendo la cena.

—Bien. El oficial Moon y yo tuvimos que salir, había una riña entre personas en las calles bajas. Tuvimos que intervenir y detener a las personas— Suspira. —Desde que comenzamos, creo que he pasado bastante tiempo en los barrios más pobres.

—Es normal. Las pocas drogas y delincuencia que hay en Corea, se encuentran en los sectores más vulnerables— Jimin estaba concentrado cocinando. —Pero eso no quiere decir que todos ahí sean malos.

—Dímelo a mí— Sonaba derrotado. —Es terrible ver a tantos niños inocentes o a una buena familia en medio de problemas. No merecen nada de eso.

Desde que había comenzado su año de novato, Jimin veía a JungKook afectado. El menor había tomado más conciencia y los niños se habían convertido en un tema importante, en una debilidad.

Jimin miraba enternecido a su novio por su preocupación. Pero a veces se preguntaba, qué clase de escenarios horribles había visto el menor en los meses que llevaba en el lugar.

Comieron juntos hablando de cosas cotidianas. Jimin podría sentirse mal de que el menor llegara más tarde, o que no tuvieran mucho tiempo juntos, pero era mejor que en la academia. Cuando JungKook estudiaba, tenía que esperar días para estar juntos. Ahora por lo menos lo veía todos los días y dormían juntos.

Ese día, como todos, durmieron en paz y abrazados.

❆❆❆❆

Nunca pensó que haría eso y sabía, que quizá JugKook se sentiría avergonzado, pero Jimin se preocupaba bastante por su novio.

Cruzando la entrada de la comisaría, hizo una reverencia al oficial que hacía de guardia. Algo dentro suyo se revolvió, al escuchar su apellido.

—Joven Park— Se veía sorprendido y Jimin fingió una sonrisa. ¿En serio?

—Vengo a ver a un oficial, no tardaré mucho, espero que no sea una molestia— Mira al hombre, quien niega repetidas veces, como si las palabras fuesen un insulto.

—Un Park nunca es una molestia.

Reprimiendo un suspiro y una mueca, entró a la comisaría. Dio una vista panorámica, buscando al chico que venía a ver. Jimin ignoraba las miradas curiosas y sorprendidas, suponía que su visita causaría un poco de revuelo, pero la situación era absurda.

Camina con naturalidad entre los escritorios y las personas, vio más de algún rostro conocido, muchos aspirantes del mismo año de JungKook. Desde lejos observó a HoSeok, pero no se detuvo a saludar, quería hacer la visita lo más rápido posible, para no causar más problemas de los que podría.

Al llegar frente donde estaba JungKook haciendo un papeleo, fue inevitable no sonreír. Se veía tan bien con su uniforme y concentrado haciendo su trabajo.

—Oh, joven Park— Su sonrisa murió, al lado del menor, estaba otro oficial más grande. Suponía que ese era el oficial Moon.

JungKook alzó la mirada al escuchar el apellido y sorprendido, dio con su novio. —Jimin...