Bullets Losses →kookmin

03

—Oh... Señor Park ¿Qué le trae por aquí?– Escuchó la voz del portero de la escuela, más que uno, era un guardia de alto rango que se encargaba de hacer el trabajo de ver quienes llegaban y se marchaban.

—Yo también me pregunto lo mismo...

Fueron las simples palabras del mayor de los Parks, no era normal verlo tres veces en el plazo de un mes. Simplemente siguió su camino dentro de las instalaciones, dejando al guardia confundido por las palabras dichas.

Jimin había terminado otra clase como hacía usualmente, se había encargado de pulir la coreografía en cada alumno, esperó hasta al último alumno antes de retirarse él mismo. Siguiendo con su rutina, fue al supermercado central de la ciudad, para así hacer las compras necesarias de su apartamento. Nada se volvió fácil desde que comenzó a vivir por su cuenta.

Tuvo una pequeña pelea consigo mismo por alcanzar unas conservas de la estantería, estaba totalmente empeñado en conseguirla, por un momento se cuestionó si realmente necesitaba ese atún, pero la idea se evaporó, eso no importa, importaba alcanzar esa lata y dejarle en claro a todos, que había logrado alcanzar algo a pesar de su altura.

Pero una mano, mucho más firme y gruesa que la suya, alcanzó la lata y la bajó hasta su altura. Jimin no sabía cómo sentirse al respecto, agradecido por la persona que había conseguido bajarla y a la vez, frustrado porque no había logrado algo tan simple por sí mismo.

—Veo que nos seguimos encontrando Park.

—¿Acaso no tienes nada mejor que hacer Jeon? Mas... ¿No es este horario de clases? ¿Qué haces en el supermercado central?

Tan pronto escuchó su voz, la idea de agradecerle se esfumó. Una media vuelta y ya estaban frente a frente, se decepcionó al no verlo con su uniforme, las últimas veces lúcidas en su mente lo había visto con ropa normal, para cenar con su familia y un buzo deportivo. La única vez que lo había visto con uniforme, fue en la ceremonia de grado y no se acordaba ¿Por qué? Porque estaba lo suficientemente indignado como para prestarle atención a lo guapo que se podría ver... Espera ¿qué?

—Creo que debes saber que por ser el primero de mi promoción, tengo ciertas libertades que se vuelven más un trabajo, así que me mandaron a comprar algunas cosas– JungKook se encogió de hombros y por alguna extraña razón, eso sorprendió a Jimin.

—Con todo lo que ganan deben de tener a alguien para hacer esas cosas– Suelta un gran suspiro —¿Siquiera sabes que se debe comprar?

JungKook era un crío, solo dos años menor, pero al fin y al cabo, un crío. Tenía la misma edad de su hermano, Jimin pensaba que con suerte sabía diferenciar los snacks, pero no algo tan simple como que marca de detergente llevar. Todo aquello lo aprendió cuando se vio con la alacena vacía y tuvo que ir de compras por primera vez. Un leve sonrojo en las mejillas del más joven lo delató y Jimin se obligó a sí mismo a acompañarlo en sus compras.

«¿Por qué el azul y no el blanco?»

«Jimin-ah, este es más barato»

«¡Pero si es lo mismo!»

«¿Por qué necesitamos esto? »

El chico de cabello anaranjado se pedía a sí mismo no perder la paciencia, durante esa media hora en el supermercado, soportó todas las preguntas, que ahora le parecían de lo más estúpidaz; cuando por fin llegaron a la caja, dejó que el menor pasara todas sus cosas antes, siquiera, quería tener un momento en paz cuando pagara en la caja.