09

22.4K 2.9K 864
                                    

JungKook no lo creía mientras entraba a la clase de defensa personal. Ahí mismo se encontraba -el idiota- JaeBum, nada más y nada menos que acompañado de Jimin.

Buscó con su mirada a Jae-Hun y la sorpresa en su rostro era la misma, bueno, por lo menos no era el único que no sabía de tal participación ese día.

—Me he tomado la molestia de invitar a dos ex alumnos para contribuir con la clase— Explicaba el profesor de turno, señalando a un avergonzado Jimin y un radiante JaeBum —Ambos eran los alumnos más destacados de su promoción y dudo, seriamente, que alguno de aquí los pueda superar.

—Buenos días, soy Im JaeBum, el día de hoy estaré a cargo del área de estiramiento, cualquier duda pueden preguntarme— Dijo con voz segura, que le molestaba a JungKook, pero al igual que la vez anterior debía mantener la calma.

—Yo soy Park Jimin, quizá muchos aquí ya me conocen por mi hermano y participar de sus ceremonias— Se escuchó una afirmación en conjunto de la cual JungKook no fue parte, viniendo a la mente la primera vez que se vieron, de repente se sintió muy avergonzado —Pero hoy vengo a participar para mejorar sus habilidades en mi área, el combate, así que espero la mejor disposición por parte de todos.

Muchos de sus compañeros se sentían privilegiados de poder estar en una clase con ellos, después de todo Jimin era una leyenda en la escuela, encabeza el cuadro de honor de su año, muchos de los trofeos de la estantería tienen su nombre y todos los profesores tenían buenos recuerdos de él.

Cuando los grupos se dividieron prefirió dejar la estación de Jimin al último, al igual que Jae-Hun. El área de su profesor no era algo nuevo, solo tenía que hacer lo que él decía y ya, hizo pareja con un chico al azar de su año, tomando los cuidados necesarios para no romper un brazo con las llaves que le enseñaban. Miraba con envidia el área de Jimin, jugueteaba con sus compañeros mientras les enseñaban, sonreía abiertamente y sus ojos desaprecian; totalmente diferente a cuando le enseñaba a él.

Cuando hicieron contacto visual el mayor le regaló una sonrisa y le guiñó, provocando una sonrisa boba en sus labios.

—¡Duele!— El grito de su compañero le hizo entrar en razón y le soltó avergonzado, estaba tan perdido en su Hyung que no se dio cuenta del daño que estaba haciendo.

La risa melodiosa de Jimin llegó a sus oídos y dejó de estar tan a la defensiva, se disculpó con su compañero excusándose de que estaba distraído, porque en verdad lo estaba.

—JungKook, sé que él es lindo, pero concéntrate en lo que hacemos— Le respondió aún adolorido burlándose de él, mas lo ignoró.

Se quiso golpear a sí mismo por lo obvio que era con ver al mayor, tal vez todos sus compañeros ya sabían de su flechazo.

Mucho le había costado asimilar que eso era, un flechazo con Jimin. Le gustaba cuando sonreía, poder escucharlo hablar era su actividad favorita, detestaba ver cómo alguien más se le acercaba y pretendía coquetearle, no, lo odiaba, quería al mayor solo para él, quería ser egoísta y que este solo le mirase a él, a nadie más.

Ya a la llegada del área de JaeBum podía sentir las miradas de odio sobre él, bueno, porque no ponía ni un gramo de su parte para hacer la clase bien. Poco le interesaba el idiota ese, cuando este ponía su mejor cara para enseñarle y mejorar. Incluso Jae-Hun parecía más interesado en las enseñanzas, totalmente encantado con lo que aprendía.

Bullets Losses →kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora